Todo tiempo pasado fue mejor para Williams. Todo lo bueno que pueda venir en el futuro, también. Porque no hay duda de que la escudería atraviesa uno de sus peores momentos en la Fórmula 1, con tan solo cuatro puntos entre los dos pilotos en las cinco primeras pruebas del  actual campeonato y después de unos años un tanto agridulces. Una situación que no hace honor a los 40 años de historia del equipo fundado por Frank Williams. Mucho menos teniendo en cuenta que en su palmarés figuran nueve Campeonatos de Constructores y siete Campeonatos de Pilotos.

Con un coche veloz en recta pero lento, demasiado lento en las curvas, los de Grove se han vuelto a dar de bruces con una realidad que se viene repitiendo en las últimas temporadas: Williams ya no es lo que era. Ya ni siquiera pueden pelear por los puntos después de varios años en los que, al menos, sí pudieron sumar con asiduidad incluso subiendo al podio, como es el caso del tercer puesto conseguido por Lance Stroll el año pasado. Ese, más el también tercer escalón logrado por Bottas en 2016, han sido los dos mejores resultados del equipo en los últimos tres años.

Lance Stroll, el año pasado en Baku, donde acabó tercero. Foto: Fórmula 1
Lance Stroll, el año pasado en Baku, donde acabó tercero. Foto: Fórmula 1

Resultados que, dadas las circunstancias, no parece que puedan tener lugar este año. Si eso, en la escudería se pueden plantear la posibilidad de poder llegar a sumar puntos, sobre todo después de que lleguen las mejoras que se esperan para el Gran Premio de Alemania. Hasta entonces, cinco carreras más por delante en las que al Williams le tocará seguir sufriendo las penas de no poder competir en condiciones contra el resto.

El hecho de que ni Stroll ni Sirotkin puedan sacarle rendimiento al FW41 no es nada nuevo. El jefe técnico del equipo, Paddy Lowe, lo ha dicho en una entrevista a Racefans: "Desde el primer minuto en que el coche empezó a rodar sabíamos que teníamos muchos problemas. Todavía no hemos encontrado las soluciones así que no podemos esperar nada mejor". Así de contundente, así de claro.

El margen de mejora de aquí a final de campaña debería ser amplio vistas las pocas prestaciones del actual monoplaza. Pero lo que está claro es que en Williams va a tener que llover mucho para poder volver a una primera línea en la que casi siempre ha estado. Lejos quedan aquellos años en los que levantaban trofeos en los Grandes Premios (la última vez fue en 2012 con una victoria de Maldonado) o en los que podían pelear por Campeonatos como hicieran en su época dorada desde su creación en el 78 y su primer título mundial tan solo dos años después. 

Maldonado celebra en 2012 su triunfo en el Gran Premio de España. Foto: Fórmula 1
Maldonado celebra en 2012 su triunfo en el Gran Premio de España. Foto: Fórmula 1

Tanta es la diferencia con aquel mejor tiempo pasado que incluso se ha especulado con la desaparición de la escudería. Una voz autorizada en el equipo como es la de Claire Williams se encargó hace poco de desmentir los rumores, afirmando que "Williams no acabará como Tyrell, Lotus o Brabham". Lo cual es lo mismo que decir que los ingleses no se extinguirán como equipo.  Si no es así, a Claire y compañía no les queda otra que trabajar mucho y hacerse con la fórmula para volver de donde nunca quisieron irse, la élite de la parrilla del campeonato automovilístico por excelencia. La Fórmula 1.