2016 ha vuelto a ser el año de Jonathan Rea. Tras un 2015 dictatorial, logrando más del 50% de las victorias en juego, el reto de la defensa del título era capital para la forja de su leyenda en el Mundial de Superbikes. Con una versión menos espectacular pero más sólida, más veterana, Rea ha vuelto a ser el mejor. Sin arrasar, y llegando hasta la última cita del año con el campeonato en juego, pero volviendo a ganar. Ahora, con la calma de haber hecho los deberes, 'Jonny' echa la vista atrás y analiza.

En una entrevista a la web del campeonato, el norirlandés hace balance de lo que ha sido el curso, el de su segunda corona. "A diferencia del año pasado, esta vez nos teníamos que ganar el campeonato", apunta el piloto británico, ganador de nueve mangas en 2016. "La temporada pasada los resultados fueron llegando de forma automática, mientras que en 2016 el reto parecía mucho más grande", admite el campeón. "Afortunadamente para mí, la consistencia ha sido un factor clave del año y ganar con una carrera de margen antes del final de la temporada en Qatar significa mucho", señala Rea, que apenas se ha bajado tres veces del cajón esta temporada.

La clave, para el piloto de la Isla de Man, es la unión con el equipo: "Tengo suerte, estoy con un equipo fantástico, unos chicos fantásticos y una fábrica increíble, y hemos trabajado muy duro este año", comenta Rea, que, en dos años en Kawasaki, ya ha sido dos veces campeón. "La temporada es muy larga, son 26 carreras en 13 circuitos a lo largo del planeta, y al final, si ganas, es merecido. Es increíble", define el británico, que buscará, en 2017, ganar su tercer título consecutivo.

Rea, además, relata cómo ha sido su cambio de 'chip' al unirse a un equipo ganador como Kawasaki en 2015, tras años frustrantes en Honda: "Cuando fiché por Kawasaki, la filosofía era 'está bien, tenemos una moto increíble y una gran fábrica detrás, pero hay que estar listos para ganar el Mundial'", comenta el '65', que añade: "Hemos visto en el pasado, en muchas temporadas, que no siempre es el tipo más rápido quién gana". Aún así, Rea ha sido capaz de ganar en cualquier circunstancia: "Estoy muy contento de haberme impuesto de manera dominante en algunas carreras y de ganar las batallas en la última vuelta", señala.

La relación con Tom Sykes

A diferencia de lo ocurrido el pasado curso, Rea sí ha encontrado en Sykes un digno rival en 2016. La convivencia, eso sí, no es fácil entre los dos pilotos más laureados de la última década en la categoría en el mismo garaje: "Trabajar con Tom dentro del equipo ha sido difícil a veces, honestamente, porque tiene una opinión muy fuerte sobre qué camino hay que seguir en el desarrollo de la moto", apunta el bicampeón, que añade, no obstante, que "para Kawasaki supone un gran activo tener dos pilotos diferentes, con diferentes habilidades y técnicas, porque tienen dos lotes de datos para asimilar, para construir una moto más universal, que se puede usar para estilos de conducción muy diferentes".

Sin embargo, en la entrevista deja claro el gran respeto que tiene por Sykes, campeón en 2013 y tres veces subcampeón de SBK: "Siempre le he admirado, desde que corríamos en el BSB en 2004", asegura Rea. "Es un piloto que ha tenido un ascenso meteórico. Pasó de estar fuera del top-10 a luchar por ganar el título en 2012. Es algo increíble", comenta el norirlandés, que ayudó a su rival a ser subcampeón en la carrera final en Qatar. No obstante, también asegura que "no hay una relación estrecha en el garaje", pues cada parte del equipo Kawasaki trabaja de forma totalmente independiente. 

Continuando con Sykes, comenta que, cuando dos deportistas de alto nivel coinciden juntos, "es imposible ser amigos", pues es la persona "a la que más deseas batir". Rea es tajante en este sentido: "Pones tanto esfuerzo y sacrificio en intentar ganar un Mundial -al igual que hace él- que es imposible ser amigo de esa persona, porque si las cosas no se decantan hacia tu lado, la decepción es enorme". Aún así, comenta que "siempre podemos comprobar datos y entender en qué áreas hay algo que no funciona, hay respeto entre ambos".

Davies, ¿el rival a batir en 2017?

Batido Sykes en 2016, el rival al que todo el mundo apunta, para 2017, es Davies. Ha sido, de hecho, el piloto con más victorias este año -11-. "Ha estado pilotando increíblemente bien, sin duda la moto no está al final de su desarrollo porque todavía están mejorando", dice Rea sobre el piloto de Ducati, añadiendo que la situación de la marca italiana, en comparación con Kawasaki, es distinta: "Nosotros hemos pagado un poco por el hecho de tener una moto nueva, pero no se puede poner ningún 'pero' a su forma de final de temporada".

Aún así, Rea cree que la explicación de la racha de Davies puede estar en la situación del Mundial: "Cuando tuve una cierta ventaja en la clasificación, mi mentalidad cambió un poco. Tuvimos que ser más inteligentes en las carreras, tuvimos que aceptar ser terceros cuando tocaba eso", señala. "Davies arrasó en Aragón e Imola, pero luego cometió bastantes errores, como perder el tren delantero de forma inusual en situación de alta presión. Cuando Chaz aceptó que no podía ganar el campeonato,  pues estaba casi 100 puntos por detrás, comenzó a ganar muchas carreras. Y, ya sabes, correr un campeonato sin esa presión es diferente", explica el piloto de Kawasaki.

Rea, fiel a su discurso, tieen más razones para explicar el éxito de Davies en el final del año: "Hicieron tres tests cruciales durante las vacaciones de verano, cuando nosotros levantamos el pie", comenta, además de señalar que en ese momento, tanto él como Sykes lideraban el campeonato y en Kawasaki hubo una cierta relajación. "Tenemos que aprender de estos errores", asegura el bicampeón, que ve "peligroso" a Davies para el próximo curso.

La familia, clave en su vida

Cerrando la entrevista, Rea habla de su familia. Casado y con dos hijos, parece que el británico tiene todo en orden. Pero no ha sido tan fácil. "Cuando nació Tyler sufrió un severo reflujo silencioso, y constantemente estaba enfermo. Antes de que le diagnosticaran, eso le quemaba el esófago y tenía mucho dolor. Así que con ese dolor, junto al hecho de sentirse enfermo 15-20 veces al día, no se podía dormir y fue una verdadera pesadilla", relata el campeón del mundo, que considera clave la fortaleza de su esposa. "Ella me hace ser equilibrado en mi vida", admite.

Esta situación, la de su hijo enfermo, le hizo tener dudas a comienzos del año: "Recuerdo haber tenido un momento de debilidad, antes de Phillip Island a principios de año, y hablando con mi esposa estaba pensando: 'no podré ganar el campeonato este año', porque todo se estaba complicando demasiado y me sentía muy afectado", asegura el norirlandés. Hacia el verano, sin embargo, todo cambió: "6 o 7 meses más tarde, a mediados de la temporada, evolucionó increíblemente durante las vacaciones de verano, durmiendo como un bebé, y dejó atrás la enfermedad, es un niño muy feliz ahora". Y eso le hace más fácil abordar 2017: hay un equilibrio entre su vida profesional y personal.