La competitividad y dominio de la División Central era un hecho reconocido por los expertos y fans de la NHL en los últimos años, pero la temporada pasada tuvieron que ceder ese título ante la Metropolitana. 

Chicago Blackhawks y Minnesota Wild aún así, tuvieron su opción en la fase regular de optar al Presidents Trophy y Nashville Predators entrando con el peor registro de los 16 equipos de playoff, estuvieron a punto de aguarle la Stanley Cup a los Pittsburgh Penguins, pero al final, los trofeos y los halagos mayoritarios viajaron hasta los equipos metropolitanos.

Con el inicio de la temporada 2017-18, el inicio de St. Louis Blues, Nashville Predators y Winnipeg Jets, pone a los equipos de esta división en el cabecero de las apuestas a ganador de la Stanley Cup y devuelve a la división a la posición de dominio que acostumbra.

Chicago Blackhawks, sobreponerse a la decepción

Llegar al mes de Abril como campeones de división con un final de temporada regular demoledor los ponía en la cabeza de favoritos para ganar la Stanley Cup, pero en un enfrentamiento para el que eran muy favoritos frente a Nashville, se volvieron a quedar por segundo año consecutivo fuera de competición en primera ronda, pero para empeorarlo aún más, quedaron eliminados sin haber tenido nunca opción.

Esa falta de competitividad, sacó de quicio a los aficionados y encendió la ira de Stan Bowman que prometió cambios radicales para asaltar la copa en 2018, y así fue, cambios en la plantilla de jugadores y el cuerpo técnico, que en Octubre parecía ser una maquinaria perfecta de hacer hockey, pero que se ha ido diluyendo con el paso del tiempo hasta hacerse un equipo del montón.

De todos modos hay hueco para la esperanza, ese inicio de temporada demuestra que hay mimbres para un equipo ganador, y otra buena noticia añadida, es el buen inicio de temporada de Alex de Brincat, candidato a futura estrella del equipo.

Colorado Avalanche, fin del culebrón Duchene

Su salida era cuestión de tiempo, el destino de Matt Duchene fue Ottawa. Foto:Justin Tang/The Canadian Press
Su salida era cuestión de tiempo, el destino de Matt Duchene fue Ottawa. Foto:Justin Tang/The Canadian Press

Mal año para los Avalanche, en Enero ya se daba por hecho que la temporada terminaría en Abril, el equipo fue incapaz de sobreponerse a la dimisión de Patrick Roy en plena pretemporada. Para colmo de males la larga lesión de Semyon Varlamov en la portería también terminó de sellar su destino.

Por otro lado Matt Duchene seguía con su lucha por abandonar el equipo, la mala temporada lo ponía en el punto de mira de muchos equipos pensando que Joe Sakic podría negociar con él para obtener elementos para una reconstrucción del equipo, pero el centro canadiense llegó al verano con el jersey de los de Colorado.

Pero lo que no ocurrió en Marzo, sucedió en Noviembre, un traspaso a tres bandas entre Ottawa, Nashville y Colorado mandó a Duchene a Ottawa y Colorado obtuvo jugadores y elecciones de draft para 2018.

A final de año el equipo es colista de la división pero muestra un carácter más competitivo que la temporada anterior, esto más la irrupción de Nathan MacKinnon para reclamar el papel de líder que no quiso Duchene, y los movimientos de reconstrucción emprendidos, dan esperanza a los aficionados

Dallas Stars, buscando su puesto en la élite

Empezaron el año con la rémora de las lesiones de Tyler Seguin y Jamie Benn que mermaron su rendimiento y dejaron sus números muy lejos de sus habituales, para colmo de males bajo los tubos tanto Kari Lehtonen como Anti Niemi fueron incapaces de marcar un porcentaje de paradas por encima del 90 por ciento, con todos estos lastres, el equipo tejano quedó alejado de la posibilidad de jugar playoffs bien pronto.

El verano ha traído a Ken Hitchcock, entrenador del equipo en su única Stanley Cup en 1999, a Ben Bishop en la portería para dar esa seguridad atrás de la que carecía el equipo y parar la sangría de goles en contra.

De momento el equipo no encuentra su velocidad de crucero, alternando buenas rachas con malas, pero los mimbres parecen estar ahí, y si el equipo consigue que sus fases de buen juego sean más duraderas, su opción de disputar las series finales está ahí.

Minnesota Wild, playoffs la barrera a superar

En la primera parte del año, solo una caída de rendimiento en el mes de Marzo les privó de un campeonato de división que tenían en la punta de los dedos y que acabarían cediendo ante el esprint final de Chicago.

Fuera esa bajada de rendimiento de cara a ahorrar energía para los playoff o por falta de energías tras un duro esfuerzo, hasta la primavera, en el enfrentamiento frente a los St. Louis Blues de primera ronda, fueron incapaces de ser competitivos incluso con el factor cancha a su favor.

Tras el verano los Wild no parecen haber encontrado la chispa que tuvieron en la temporada regular anterior, la vida no es fácil en la división central, y es difícil enfrentarse al empuje que hasta ahora demuestran St. Louis y Nashville, pero ya sea vía tercer puesto divisional o vía wild card, tienen a su alcance el disputar las postemporada. Entonces tocará a Bruce Boudreau dar con la tecla para que sus muchachos den en las eliminatorias lo que ya han demostrado en la fase regular.

Nashville Predators, consolidarse en la élite

Nashville se une a la élite, y no tienen intención de abandonarla. Foto: sportsrants.com
Nashville se une a la élite, y no tienen intención de abandonarla. Foto: sportsrants.com

Fueron la gran sorpresa de la temporada 2016-17, entrando en los playoffs con el segundo wild card y el peor registro entre los 16 aspirantes finales a la Stanley Cup, para convertirse en campeones de la conferencia Oeste y llegar a la primera final de la Stanley Cup de la historia de la franquicia de la capital de Tennessee, donde solo los poderosos Pittsburgh Penguins pudieron frustrar el final feliz de esta historia de película.

El cambio de temporada no ha supuesto un cambio de tendencia, los Predators llegan al fin de año siendo uno de los equipos punteros de la liga y aspirantes a todo, con el plus del año más de experiencia que tienen sus jóvenes jugadores y el refuerzo mental tras la experiencia de la primavera de 2017 que les ha hecho saber que soñar con llevar la Stanley Cup a la ciudad de la música, no es ninguna utopía.

St. Louis Blues, hora de vencer a sus fantasmas

2017 parecía un buen año para que por fin los Blues alzaran la Stanley Cup, eliminando con el factor campo en contra a los Wild en primera ronda, pero Nashville los dejó fuera de la final de conferencia y de nuevo con la sensación de que se desperdiciaba una oportunidad de oro.

En el verano se ha mantenido el núcleo de jugadores y con retoques desde la agencia libre, con un espectacular Brayden Schenn, los Blues finalizan el año siendo uno de los pocos equipos que le hacen sombra a los dominadores en este momento Tampa Bay Lightning y entre los primeros equipos en las apuestas para el campeonato.

Winnipeg Jets, sueños a reacción

La llegada de Patrik Laine tras su elección en el draft 2016, marcó un inicio en la historia actual de los Jets, pasando el equipo de una temporada mediocre a otra más competitiva en la que durante muchas fases de la temporada regular, se coqueteó con la posibilidad de conseguir una wild card que les permitiera entrar en el club de 16 elegidos que lucharían por el santo grial del hockey. Al final los de Paul Maurice se quedaron a las puertas de conseguirlo, pero se consiguió borrar la imagen de equipo perdedor y sin futuro que arrastraba ya de largo.

Ahora los Jets no solo piensan en el wild card, se agarran con fuerza a uno de los tres puestos divisionales que dan acceso directo a los playoffs. El equipo sigue su progreso y con el paso del tiempo va haciendo sus objetivos más ambiciosos, ahora toca refrendarlos en el hielo.

Laine | Bleacherreport.com