Con la necesidad de aprovechar la benevolencia de un calendario aparentemente sencillo, el Racing afrontaba el partido ante el Caudal con la necesidad de sumar los tres puntos para mantener las opciones de conseguir el primer puesto, objetivo que se mantiene a pesar de las pocas garantías que viene ofreciendo el equipo.

Carlos Pouso repetía la misma alineación que conseguía puntuar la pasada semana en Burgos, con Dani Aquino y César Díaz ocupando las bandas del ataque cántabro. Enfrente, el Caudal salía al partido con Cristian, Polaco, Catu y Alberto Rodríguez en línea defensiva y con Calahorro por delante de ellos, con el fin de reducir espacios al ataque racinguista.

El partido comenzaba con un Racing enchufado, con mucho ritmo, saliendo y buscando la portería rival. El Caudal intentaba capear el temporal como podía y parecía salir al partido con la inocencia propia del colista de la categoría. Fruto del dominio santanderino fueron dos de las grandes ocasiones racinguistas en todo el partido. A los cinco minutos, Aquino encaraba a Óscar Santiago, pero en el mano a mano, el murciano no acertaba a batir al guardameta asturiano. Minutos después, César Díaz disparaba a bocajarro dentro del área pequeña y el propio portero del Caudal volvía a evitar el gol santanderino.

Pero el ímpetu inicial racinguista se fue apagando poco a poco y el Caudal comenzó a quitarse los medios iniciales. Los asturianos iniciaron una fase del partido en la que dominaban la posesión y comenzaban a evitar el juego del Racing. Borja Prieto lo intentaba desde lejos, pero su tímido disparo se iba fuera. Calahorro volvía a probar fortuna desde fuera del área, culminando una buena jugada colectiva de los asturianos, que finalizaba sin consecuencias.

El Racing volvía a ser el de toda la temporada, plano, estático y con muy poco juego por las bandas, circunstancia que favorecía el hecho de que jugadores como Aquino o César Díaz insistieran en jugar demasiado por la zona central, abandonando los costados. Bajo esa premisa, el Caudal robaba y conseguía igualar el partido. Incluso, en el minuto 17, el equipo asturiano reclamó un posible penalti por una patada de Antonio Tomás sobre Calahorro.

Los verdiblancos parecían estar relajados, sin tensión y propiciaban las llegadas del Caudal aunque cabe destacar que sin apenas crear peligro. Con muchas interrupciones y muy poco juego, el partido avanzaba sin jugadas que destacar. Rondando la media hora de juego, Antonio Tomás remataba de cabeza una falta lateral, pero el balón era bien atrapado por Óscar Santiago. Borja Prieto daba la réplica, con un disparo desde la frontal que era desviado a córner por la defensa santanderina.

La grada de El Sardinero comenzaba a manifestar su disconformidad con el juego ofrecido por su equipo en forma de pitos, ante la pasividad de unos jugadores que no terminaban de imponer su dominio y manifestado una plausible falta de tensión y lentitud en las transiciones.

Con un peligroso centro lateral de Sergio Ruiz que se paseaba por delante del área asturiana sin encontrar rematador y dos cabezazos de Borja Lázaro que no encontraron puerta, finalizaba una pobre primera parte.

Goles tras el descanso

El partido se reanudaba con un Racing más metido en el partido. Castañeda realizaba un buen disparo desde lejos que era desviado por un defensa rival y obligaba al guardameta asturiano a enviar el balón a córner. Los santanderinos lo volvían a intentar con otro tiro de César Díaz que volvía a detener Óscar Santiago.

El Caudal buscaba la épica de vencer en un gran estadio como el de Santander y en el minuto 51 bien pudieron adelantarse tras el lanzamiento de un saque de esquina que termina rebotando en varios jugadores y que no entra en la portería por poco.

Sin embargo, tras esta oportunidad perdida, el Racing se puso las pilas. Gándara remataba un saque de esquina y exigía a Óscar Santiago a realizar la parada de la tarde. Un minuto después, Gonzalo disputaba un balón para evitar que saliera por línea de fondo, cuando un leve contacto de un defensor del Caudal era exagerado por el jugador burgalés para caer dentro del área. El colegiado, muy cerca de la jugada, no dudaba en señalar penalti. Decisión polémica que fue muy protestada por el cuadro del Caudal. Dani Aquino no perdonaba y anotaba su décimo gol en liga.

El gol dejaba muy tocado al Caudal y el Racing aprovechaba las circunstancias para buscar la sentencia del partido. Aquino lo intentó en una falta lejana que atrapaba sin problemas el portero. Sin embargo, minutos después, el propio Aquino veía como un centro blando al centro de la defensa era introducido por Alberto González en su propia portería para poner el dos a cero definitivo y terminar con las escasas opciones del Caudal en el partido.

Con veinte minutos por delante, el partido solo sirvió para dar refresco a jugadores de uno y otro equipo y para ver un par de ocasiones racinguistas, primero de Sergio Ruiz tras realizar un buen disparo desde fuera del área que era bien detenido por el portero visitante y un centro lateral de Gurdiel al que no llegaba por poco Borja Lázaro.

Con la expulsión por tarjeta roja directa de Borja Navarro tras una dura entrada a Gándara, finalizaba un pobre partido que se llevó el Racing tras aprovechar un dudoso penalti y un gol en propia puerta. Sin duda, un pobre bagaje para un equipo que aspira al ascenso de categoría y que, jornada tras jornada, no hace más que generar dudas en su juego. Con un calendario aparentemente sencillo, los cántabros deben ser mucho más consistentes e incisivos para conseguir un objetivo que, por el momento, no está descartado.

La próxima jornada, los verdiblancos visitan al Lealtad, un equipo que esta misma semana tendrá que afrontar el partido aplazado que le enfrentará al Mirandés. Con esta victoria, el Racing mantiene la cuarta posición y consigue distanciarse en dos puntos con el quinto clasificado, tras el tropiezo del Gernika.

Por su parte, el Caudal debe asumir la tramo final de la liga con un descenso garantizado. La próxima jornada, el equipo asturiano recibirá en su campo a la Peña Sport, un partido para intentar romper esa racha que se alarga demasiado en el tiempo y que hace que el equipo no gane desde la jornada seis.