Un tanto contrariado por la inmensa cantidad de ausencias, entre ellas la de Roger Federer, el Másters 1000 de Cincinnati se puso en marcha. Fernando Verdasco debutó con una mala actuación, dejando muchos interrogantes abiertos que lo llenan de preocupación de cara al Abierto de los Estados Unidos. Su juego continúa con una característica irregularidad y, en la primera jornada del Western & Southern Open, no pudo hacer pie ante el poderoso juego ofensivo, propio de la vieja escuela, que plantea el alemán Mischa Zverev. Con un quiebre en cada set, el número veintiséis del planeta eliminó al español por un doble 6-4 luego de una hora y ocho minutos de juego.

Con apenas la presencia de cuatro top ten en el cuadro principal (Nadal, Thiem, Zverev y Raonic) las puertas del certamen estadounidense quedaron más que abiertas para que los tenistas pertenecientes a un rango inferior en el ranking puedan escalar sin demasiados inconvenientes. Sin embargo, Verdasco, que cuenta con un juego agresivo, con mucha variedad de efectos y que supo codearse con los mejores durante mucho tiempo de su carrera, no pudo aprovechar el momento, y los errores no forzados le imposibilitaron lucir un tenis convincente, falencia que supo capitalizar Zverev para terminar quedándose con la victoria.

Con elegancia y mucha movilidad de piernas, Zverev comenzó encendido en el estadio Grandstands: rompió el saque de su adversario en el primer juego y basó su estrategia en el servicio, golpe que funcionó a la perfección y le garantizó llegar bien apoyado a la red en repetidas ocasiones. Prácticamente no cometió errores, mantuvo una significativa regularidad y se vio favorecido por las constantes fallas que prevalecían en Verdasco. Ambos mantuvieron un alto porcentaje de primeros servicios pero el alemán se llevó un set equilibrado por la astucia con la que consiguió el quiebre en el inicio del partido. Tras un 6-4 en media hora de acción, el hermano del reciente campeón en Montreal, mostró un tenis seguro, compacto y eficaz.

En el segundo parcial, la historia se volvió a repetir. El español no pudo sacar adelante su primer juego de saque y el partido se le tornó muy dificultoso. La derecha con top del español jugó su parte en el asunto ya que con ese golpe alcanzó un gran número de tiros ganadores (21). No obstante, los altibajos del español hicieron que, al mismo tiempo, realice muchos errores no forzados, un error garrafal ante un tenista calmo y conciso que no suele cometer equivocaciones. Zverev mantuvo sin ningún sobresalto sus turnos de saques y tras otro 6-4, avanzó a la segunda ronda del Másters 1000 de Cincinnati, fase en la que chocará con el vencedor entre el español Pablo Carreño Busta y el italiano Paolo Lorenzi.