Después de cinco años volvieron a enfrentarse. Esta vez en un torneo ATP 250. Previamente se habían cruzado en dos Challengers e igualaban el historial. El suizo tuvo que demostrar consistencia en el día de ayer, para poder dar vuelta un partido que parecía escaparse. Comenzó con el marcador encontra, ante un rival que si bien está alejado del top 100 en cuanto a ranking refiere, no deja de tener destellos de jerarquía. 

Si bien el ritmo lo marcó Brown, haciendo estragos con la derecha cruzada, el suizo no tardó en reaccionar tras perder el quiebre y estar debajo 1-3. La lectura de juego por parte de Laaksonen le permitió contrarrestar la ofensiva de su oponente hasta el punto de igualar el resultado y por último imponerse 6-4 en el primer set. Quizás la estrategia de los drop-shots, utilizada en el inicio por parte del teutón, incomodó a Laaksonen. Pero a su vez Brown abusó de esa táctica y en muchos casos le quedó cómodo al suizo para definir cerca de la red.

Ya en el segundo capítulo logró equilibrarse un poco más la balanza desde un principio. Ambos jugadores ganando sus respectivos saques hasta el séptimo game, donde el finlandés nacionalizado suizo tomó riendas y quebró para ponerse 4-3. Luego una serie de aciertos y por último selló 6-3 en el set final. Un total de seis dobles faltas para Dustin Brown contra dos de su rival en todo el partido. Además de estos errores (que son muchos para este nivel), la poca efectividad en primeros servicios no le permitió al germano seguir dominando el match.  Ahora el No. 143 del mundo tendrá un examen muy difícil, le tocará en segunda ronda al reciente campeón de Miami, John Isner. Además de estar en un nivel muy alto y prácticamente sin margen de error, viene con descanso en primera ronda.