Cuando quedan apenas unos cuantos días para afrontar la cita más importante en el calendario anual, todas las jugadoras buscan obtener ritmo de competición, buenas sensaciones y erigirse en un engranaje perfecto con las compañeras para formar un auténtico equipo. Con ese objetivo marchó la selección española de voleibol a Hungría, y pueden volver con la satisfacción del deber bien hecho. 

No son los resultados de los partidos amistosos lo único importante en una concentración como ésta, sino también mejorar la convivencia y establecer sinergias entre todas las componentes de la selección llamada a devolver a España a la élite. La localidad de Erd acogió los dos eventos en los que la selección femenina española pudo foguearse y se saldaron con un triunfo para Hungría y otro para España.

Las locales comenzaron apabullantes el fin de semana, cargando mucho el juego en la red intentando aprovechar la altura de sus jugadoras y bloqueando con eficacia los ataques españoles. El duelo se resolvió con un marcador de 22-25, 20-25, 25-21 y 23-25, en el que España pagó caros sus altibajos. Collar fue la jugadora con más presencia en ataque, bien secundada por González.

Milagros Collar fue la jugadora más incisiva y precisa en ataque en ambos partidos

Apenas 24 horas después, la selección española femenina salió a la pista totalmente encorajinada, demostrando un gran competitivo y sin arrugarse ante el apoyo del público local a sus jugadoras. Las discípulas de Pascual Saurín cuajaron un partido sencillamente perfecto en el que los ataques de Milagros Collar martirizaron a las magiares. El marcador fue contundente, con parciales de 25-20, 25-12 y 25-20.

España llegará a la primera fase del Preeuropeo con gran confianza gracias a las buenas sensaciones cosechadas en esta concentración. Viajará a Francia para enfrentarse a Bosnia Herzegovina, Bélgica y la selección gala. La selección nacional habrá de cuajar su mejor voleibol si quiere tener opciones de encauzar la clasificación para el Campeonato de Europa 2017.