Las Chivas que habían arrancado el año de manera alentadora han comenzado a dejar dudas en sus aficionados. Luego del gran partido hecho en su presentación ante Juárez, el 'Rebaño Sagrado' liga tres juegos sin conocer la victoria y con un funcionamiento que comienza a ser cuestionado.

Una semana muy dura fue la que vivió Luis Fernando Tena al frente del equipo entre los partidos de Liga y Copa. Primero, sufrió en Pachuca en donde de milagro lograron mantener la portería a cero y sacar el empate; posteriormente cayeron en casa ante Dorados de Sinaloa en Copa MX en un duelo donde los siete refuerzos del Guadalajara estuvieron en la cancha. Desde ese momento las preguntas acerca del accionar del equipo comenzaron a surgir.

Para su más reciente enfrentamiento del Clausura 2020 ante Toluca, 'El Flaco' regresó a la alineación que tanto le ha funcionado, pero con un par de cambios debido a las lesiones de José Juan Macías y Alexis Vega. Uriel Antuna y Ronaldo Cisneros fueron los encargados de ocupar dichos lugares; el primero tuvo un partido difícil y no lució como en anteriores ocasiones, pues el jugar a perfil cambiado le costó bastante. Por su parte, Cisneros tuvo buen partido e incluso contribuyó con la asistencia para el primer gol, pero su expulsión en el segundo tiempo condicionó el juego.

Ya con solamente diez hombres en el terreno de juego y aunado a la lesión de Jesús Sánchez, 'El Flaco' tuvo que mover sus piezas rápidamente, pero parece que no lo hizo de manera adecuada. Ante la lesión de 'Chapito', Briseño tuvo que ingresar como un lateral derecho improvisado debido a que en la banca no había quien cubriera esa posición. 

El mensaje de Tena a falta de 30 minutos para que terminara el juego fue claro, sacó a los dos mejores jugadores que mejor manejan el balón como Javier López y Fernando Beltrán por dos jugadores de características totalmente defensivas como José Juan Vázquez y Cristian Calderón. Con esto, Guadalajara cedió totalmente la posesión del balón y, si de por sí Toluca era mejor y peligroso en el campo, con esto lo fue todavía más.

Sin duda, Luis Fernando actuó de manera precipitada con los cambios, pues todavía faltaba partido y Chivas debió procurar tener la mayor posesión de la pelota, no entregarla. Esperemos que el miedo ya no traicione a Tena y su experiencia para saber manejar de mejor manera los partidos.