Mundial de ciclismo 2013: la locomotora de Berna - la liebre de Cottbus

Florencia fue quizás la ciudad cuna del Renacimiento, uno de los movimientos artísticos y culturales más importantes de la historia.El Renacimiento fue fruto de la difusión de las ideas del humanismo, que determinaron una nueva concepción del hombre y del mundo. El nombre «renacimiento» se utilizó porque este movimiento retomaba ciertos elementos de la cultura clásica. El término se aplicó originariamente como una vuelta a los valores de la cultura grecolatina y a la contemplación libre de la naturaleza tras siglos de predominio de un tipo de mentalidad más rígida y dogmática establecida en la Europa de la Edad Media.

Esta nueva etapa planteó una nueva forma de ver el mundo y al ser humano, con nuevos enfoques en los campos de las artes, la política y las ciencias, sustituyendo el teocentrismo medieval por cierto antropocentrismo.

Comparando el movimiento con el duelo que viviremos este miércoles, podríamos hablar que Cancellara y Martin han acoplado valores de la cultura grecolatina a su manera de correr. Sacrificio, sudor, espíritu de superación y no dar nada por perdido hasta que no esté confirmado. Una mentalidad más rígida, basada en la línea de meta, en la posición perfecta encima de la bicicleta, en coger la mayor cadencia posible y en superar la velocidad máxima que se le permite a un ciclomotor en ciudad.

Si el Renacimiento sirvió para cambiar la idea del teocentrismo medieval por el antropocentrismo, ahora podríamos hablar de dos ideas que siguen teniendo sus afiliados y sus detractores: el cancellarismo y el martinismo. La pugna que ambos llevan protagonizando desde hace más de un lustro así lo demuestra. La igualdad es máxima, aunque la experiencia del suizo hace que el alemán no tenga todavía el envidiable palmarés de la locomotora de Berna. "Cancellara y Martin quieren llegar a límites inhóspitos"

Tony Martin querrá repetir los éxitos de los últimos dos Mundiales y volar igual que lo hizo en el Tour, volando sobre el asfalto como pocos antes lo habían hecho. El alemán sabe que el recorrido le es propicio. Largo, bastante plano y en tierras que conoce bastante por hacer preparaciones cerca de esas regiones. Solo le puede pasar factura pensar que enfrente tiene a Cancellara, que quiere conseguir su quinto oro en los Mundiales y demostrar que su legado sigue vivo.

Esa es la misión de Cancellara. Tras su ausencia antaño por una lesión, el suizo se ha preparado a conciencia y llega en un momento álgido. La locomotora de Berna quiere conseguir su quinto oro, su quinto maillot arcoiris, su quinto viaje al Olimpo del ciclismo. Nadie en la historia ha sido capaz de tal gesta. Ni un Michael Rogers que parecía dominar la disciplina a principios de la década logró hacer los estratosféricos registros de Fabian.

Un duelo igualado entre dos colosos, entre dos especialistas contra el crono. Uno muy técnico, el otro potencia bruta. Solo Wiggins parece poder intentar colarse en la fiesta de ellos, pero veremos si llega a su nivel. La locomotora de Berna y la liebre de Cottbus esperan su momento para que se baje el telón y hagan su actuación.

El último duelo, para Cancellara

No hay que remontarse demasiado atrás en el tiempo para ver un duelo entre Martin y Cancellara. Hace dos semanas, en la Vuelta a España, el corredor del RadioShack demostró su gran estado de forma con el que llega a los Mundiales ganando la contrarreloj ante Martin y sacándole 37 segundos, una cifra considerable.

El 2013 de Cancellara