Una promesa cumplida a pesar de toda la polémica generada durante las últimas etapas. Una carrera de ciclismo por experiencia propia tiene que tener una organización perfecta, algo que en ocasiones no sucede. De ello, el prestigio de carreras con tanta repercusión mediática como es el Tour de Francia.
La cesión ante el pelotón y los corredores importantes del grupo ha hecho vivir una primera semana de carrera bastante polémica. Una tras otra tras otra que empañan el buen hacer de la organización. Sin duda, ha sido una de las mejores etapas del siglo XXI por la incertidumbre y el caos vivido en los 150 kilómetros de etapa.
El landismo renace
En el primer puerto de categoría especial los problemas estomacales afectaban a Joao Almeida que era el primero de los favoritos en desconectar del pelotón. Las cámaras se sorprendían por esta gran pérdida de un corredor con opciones para ganar la carrera de tres semanas.
Por otro lado, Remco Evenepoel, el ganador actual de la Vuelta sufría una pájara muy fuerte que lo obligaba a desconectar y terminar perdiendo una minutada obligando al belga a pensar en otros objetivos si no abandona la carrera. Un duro golpe para alguien que tenía la presión de revalidar el campeonato.
Cuando todo indicaba que el Jumbo-Visma se pondría a controlar la carrera antes de llegar al segundo puerto de 10 kilómetros al 8% se ponía Damiano Caruso a lanzar un ataque junto a Mikel Landa sorprendiendo a todos excepto el líder Sepp Kuss y Jonas Vingegaard.
Eran neutralizados pero el caos era evidente y el grupo se reducía a un total de 20 corredores que llegarían a las cimas del temido Tourmalet con todo el cansancio sufrido en la etapa con más de 4.000 metros de desnivel.
La estrategia perfecta
Jonas Vingegaard a 2:22 segundos del líder lanzaba un ataque que solo podía responder Enric Mas. La desconfianza en su capacidad física lo hizo ceder y terminar en el grupo con Primoz Roglic, Sepp Kuss, Juan Ayuso... todos los favoritos se vigilaban mientras el ganador del Tour sacaba los galones.
A falta de 2 kilómetros el líder de la carrera se apretaba las botas para lanzar un gran ataque que pocos podían responder antes de cruzar la línea de meta. Tanto es así que fueron varios ataques sin efectividad hasta que el Jumbo-Visma consolidaba la etapa con los tres primeros puestos de etapa y de clasificación general.
Han ganado todos una etapa y cada uno de ellos ha logrado ganar una gran vuelta a excepción del líder actual. No caiga en el olvido la posibilidad de que Sepp Kuss en su papel de gregario pueda lograr una hazaña como Geraint Thomas en el Tour de Francia 2017.
Al fin y al cabo cumple con su empeño y defiende los intereses de su equipo anteponiendo sus intereses a los de sus compañeros. Una recompensa que podría llegar en forma de sorpresa después de estar presente en el Giro de Italia y sufrir una grave caída en el Tour de Francia.