Alejandro Valverde ha frenado en seco en su llegada a las Ardenas. La excelente racha de triunfos en los primeros dos meses del año ya tenía visos de acabar en la pasada Vuelta al País Vasco y ayer, en la Amstel Gold Race, tocó fondo. La inoperancia del murciano, después del fuerte ataque de Philippe Gilbert en la subida final al Cauberg, se acentuó con las dudas generadas sobre su persecución posterior. El resultado: un frustrante cuarto puesto. 

Valverde asumió su derrota y dio la enhorabuena a un excelso Gilbert. “Estaba claro que ganar era muy difícil y tengo que admitir que Gilbert fue muy superior”, declaró el de Movistar a Cyclingnews. “Fue un ataque muy fuerte, imposible de seguir. Aunque hubiéramos colaborado detrás no lo habríamos alcanzado”, explicó.

El español también lamentó no haber entrado en el podio para igualar su resultado de 2013: “Nos estuvimos vigilando los unos a los otros y eso fue aprovechado por Vanendert para marcharse. Es cierto que no podíamos cazar a Gilbert, pero sí que era posible con el de Lotto”.

"Aunque hubiéramos colaborado detrás no habríamos alcanzado a Gilbert", explicó el de Movistar

El equipo tampoco estuvo a la altura. Movistar no se presentó en las posiciones cabeceras cuando la carrera comenzó a coger ritmo. Valverde se quedó muy aislado en los kilómetros finales y sólo Gorka Izagirre escoltó a su líder en las proximidades del Cauberg. Sin embargo él defiende la actitud y entrega de sus compañeros. “El equipo corrió bien y estuvimos arriba, luchando hasta el final”, destacó.

Por otra parte, José Luis Arrieta, su director deportivo, se quedó con las similitudes entre el resultado de este año y el pasado, con la sola diferencia de la fuga de Kreuziger. “En 2013 Kreuziger se escapó antes del Cauberg y por eso Valverde fue segundo”, indicó.

Valverde acumula una sequía de 19 meses sin ganar en el World Tour

Ahora sólo queda seguir avanzando y pensar en las dos pruebas restantes del tríptico, Flecha Valona (miércoles) y Lieja-Bastoña-Lieja (domingo). El murciano no se viene abajo, aunque aumenta la cautela, debido a su larga sequía de victorias en el World Tour, que se remonta a la Vuelta a España de 2012. “He demostrado que puedo ganar, que puedo estar arriba, a pesar de que a veces lo consiga y a veces no. En todo caso, 'chapeau' por Gilbert”, concluyó.