Las victorias de Alexander Kristoff, aunque escasas, casi siempre son limpias, de bella factura. Esta tarde, en una anodina duodécima jornada del Tour, en la meta de Saint-Étienne, el esprínter de Katusha ya ha obtenido lo que buscaba. Ganar con honores en la mayor de las pruebas.
El noruego nos ha recordado hoy la magnificiencia de su sprint, mostrada en la pasada Milán-San Remo. Cuando las jornadas se tornan complicadas, Kristoff se presenta en sociedad. Cuando hace frío, lluvia o un sofocante calor, como el de esta tarde, emerge desde el corazón del pelotón, para alegrar la vista al espectador. Hoy tuvo un ayudante de lujo. Un corredor sabio, perro viejo, como Luca Paolini. A él le debe este triunfo.
"Estoy realmente contento con esta victoria", destacó un satisfecho Kristoff en France 2. "El equipo, especialmente Paolini, me ha llevado perfectamente hacia el triunfo, que se me había escapado por los pelos en jornadas anteriores", añadió.
Kristoff suma diez victorias en lo que va de 2014
Ya había acariciado de refilón el trofeo hace justamente una semana, entrando por detrás de Greipel en Reims. También en Lille, en la cuarta etapa, bajo el rebufo de Kittel. Hoy, con los dos alemanes fuera de la lucha, era el turno del escandinavo. "No sabía que Greipel se había caído ni que Kittel había perdido contacto. Yo y mi equipo hicimos nuestra carrera y hoy, por fin, hemos tenido éxito", explicó.
"Ahora lo más importante es ayudar a Purito a conseguir el maillot de la montaña", adelantó el noruego
Por otro lado, adelantó que, a partir de ahora, se pondrá al servicio de Joaquim Rodríguez para defender el maillot de la montaña. "Ahora lo más importante es estar al lado de Joaquim para conseguir este objetivo, muy especial para él y todo el equipo", concluyó.