El Tour 2014 sirvió para certificar las predicciones acerca del futuro de los franceses y su eterna carrera. Se avecina un importante cambio generacional en la élite ciclista y los galos tienen los mejores productos en el horno, cociéndose a fuego lento para explotar en el momento adecuado. Las jóvenes promesas nacidas en Francia empiezan a dar paladas de ciclismo para enterrar la utopía. Thibaut Pinot, de 24 años, parece estar llamado a ondear la bandera de Francia hasta los altares del Olimpo ciclista, el Tour de Francia.

Los aficionados franceses al fin pueden soñar con ver a un ciclista de su país en lo más alto del podio de París. La lejana travesía del desierto parece encontrar un oasis de agua fresca. En Thibaut Pinot reside la esperanza y el convencimiento del romanticismo francés. El joven corredor del equipo FDJ posee una buen feeling con la Grande Boucle y todos apuntan a su nombre. Con una trayectoria juvenil intachable, desde su primera participación en el Tour, Pinot demostró ser capaz de estar en la pelea por la carrera más grande de todos los tiempos. Las escaladas de Pinot en las montañas más míticas son capaces de hacer soñar a unos aficionados adormecidos con el paso de los años.

De vocación, ciclista

Thibaut Pinot nació el 29 de mayo de 1990 en Mélisey, Alto Saona. Se inició en el ciclismo a los seis años, empujado por una familia integrada en el ambiente de las dos ruedas. En sus primeros años de junior ya consiguió buenos resultados que enseñaron sus buenas artes escaladoras. Entre otras victorias, se llevó el Tour de Guadalupe, la Drôme Provençal, el Tour de Haute-Saone, el Tour d'Ardèche junior y el Incline Junior. Las muchas victorias cosechadas en sus primeros pasos le hicieron cambiar de equipo para dar un paso más. En su salto al campo amateur, enrolado en las filas del Club de Ciclismo Étupes, ya estaba convencido de convertirse en profesional. Cien por cien seguro de dedicar toda una vida a un objetivo. Brillar a lomos de su máquina en el Tour de Francia.

En amateurs Pinot siguió destacando, recopilando victorias y buenas actuaciones, sobre todo en su terreno, las montañas. El nombre de Thibaut Pinot empezó a sonar con fuerza en las bases del ciclismo francés. Entre otras carreras, Pinot ganó como amateur la clasificación general del Tour del Cantón de Mareuil Verteillac, una etapa en el Tour de Saboya o el gran premio Dells. Su evolución no pasó desapercibida y en 2009 la selección francesa le llamó a filas para participar en varias pruebas profesionales. Pinot participó en el Giro del Friuli y el Tour de l'Ain, sus primeros coletazo en la élite.

Los resultados llaman a FDJ

A finales de 2009 su progresión se materializó con una gran victoria en la general del Giro del Valle de Aosta. En esa carrera participaron ciclistas como Alexandre Geniez, Diego Ulissi, Carlos Betancur o Fabio Aru. Thibaut Pinot fue el mejor de todos ellos y se convirtió en el ganador más joven de una carrera por la que han pasado a lo largo de los años varios ciclistas de renombre durante sus primeras pedaladas. Este resultado acabó por convencer al equipo La Française des Jeux, que le ofreció un contrato profesional para la temporada 2010.

El debut en el campo profesional no fue un camino de rosas. 2010 fue un año de aprendizaje al lado de los grandes. Debutó con la casaca de FDJ en el Down Under y durante la primera parte de la temporada corrió, entre otras pruebas de menor nivel, la Volta a Catalunya. Su mejor resultado fue un 5º puesto en el Tour de Finistère. En la segunda parte de la campaña, participó en Romandia y en Dauphiné. En la carrera francesa, el pequeño Tour, Pinot enseño sus cartas y fue tercero en una etapa de montaña con final en Grenoble. El joven francés no corrió ninguna prueba de primera categoría más y se conformó con firmar buenos puestos en el Tour de l’Ain y el Tour Du Poitou Charentes. A pesar de no poder levantar los brazos, su debut con FDJ fue positivo, ya que se dejó ver y consiguió ganar experiencia para el futuro.

2011, año de confirmación

En 2011 llegaron las primeras victorias y la sensación de que el joven escalador se hacía mayor. Thibaut Pinot cambió el calendario y no disputó carreras de primera categoría hasta la Dauphiné, donde había brillado en la temporada anterior. En la primera parte del calendario se dedicó a correr carreras francesas de segundo nivel para afinar su rendimiento. En el mes de mayo las piernas ya respondieron y Pinot finalizó el Presidential Cycling Tour of Turkey en la tercera posición. Antes de la eclosión en Dauphiné 2011, rozó la victoria con un 2º puesto en la Rhône-Alpes Isère Tour. En la Bayern-Rundfahrt fue 7º y demostró llegar en óptimas condiciones a su gran objetivo del año por segunda temporada consecutiva, la Dauphiné Liberé.

Thibaut Pinot brilló especialmente en la Dauphiné. (Foto: L'Equipe).

La Dauphiné Liberé 2011 fue un punto de inflexión en la carrera de Pinot. El francés dejó de ser una promesa anónima para pasar a formar parte de los ciclistas conocidos. Con agresividad en la montaña, Pinot empezó a labrarse un nombre en el seno del pelotón World Tour. El francés fue 2º en la séptima etapa del Dauphiné y tan solo Purito Rodríguez le privó de su primera victoria como profesional. Aún así, las sensaciones mostraban que no podía tardar en llegar. Y así fue, en la siguiente carrera que disputó, el Tour de Alsace, Thibaut Pinot inauguró su palmarés como profesional. Como buen escalador, sentenció la carrera con una victoria de etapa en el Balón de Alsacia. Pinot se alzó también con la general. Con la primera victoria en el zurrón, el resto de la temporada fue espectacular y todo salió a pedir de boca. Pinot se soltó y con 21 años demostró tener calidad en la montaña para dar y tomar.

En el último tramo de la temporada 2011, Thibaut Pinot venció dos etapas en el Tour De L'Ain, fue tercero en Tre Valli Varesine y ganó una etapa y la general de la Settimana Ciclistica Lombarda. El joven de Mélisey cerró su año de confirmación con una 47ª posición en el Giro de Lombardía. El rendimiento de Pinot certificó que ya estaba listo para retos de más nivel. Se acabaron las carreras de categoría menor. En 2012, la joven estrella de FDJ debutaría en el Tour de Francia, el mayor reto para cualquier ciclista nacido en el país galo.

El Tour de Francia 2012, boom mediático

La preparación para disputar el Tour de Francia 2012 pasó por varias carreras donde Pinot siguió deslumbrando. Realizó un buen papel en el Tour del Mediterráneo, corrió Tirreno Adriático, Volta a Catalunya y País Vasco. Todas ellas carreras de gran nivel. El equipo varió su preparación para que se foguerea al lado de los grandes. Los resultados llegaron ya en el Tour de Romandía. Pinot fue muy regular y acabó en la 11ª posición de la general. En el Tour de Suiza, paso previo a su debut en el Tour, siguió demostrando que llegaba a la Grande Boucle con un punto de forma a tener en cuenta.

En su debut en el Tour de 2012, con tan solo 22 años, Thibaut Pinot iluminó las esperanzas de los franceses. Fue capaz de acabar en una más que meritoria 10ª posición en la general. Además, irrumpió por todo lo alto con una victoria de etapa y varios ataques en las montañas. En la octava jornada, disputada entre Belfort y Porrentruy, Pinot llegó en solitario a la meta. Aventajando en 26’’ a un grupo encabezado por Cadel Evans. Esto no fue todo, ya que Pinot quedó cerca de otra victoria. Fue segundo en Les Sybelles y cuarto en la etapa de Peyragudes. La victoria, el Top 10 y el desparpajo mostrado en su primera participación, hicieron que la prensa y todo un país sediento de un líder, se tiraran al cuello del prometedor ciclista para agasajarle y pedirle resultados.

Tras su primera aparición en el Tour, el boom de Pinot estalló en Francia. El de Mélisey corrió poco en lo que restaba de temporada. Aun así, tuvo tiempo para ganar una etapa en el Tour de l’Ain, carrera donde Pinot siempre ha demostrado su mejor versión año tras año. Por el momento, hasta día de hoy, la victoria en la 5ª etapa del Tour de l’Ain 2012 es la última en el palmarés de Thibaut Pinot.

2013, retroceso en la evolución

La presión de Francia por ver a uno de los suyos en las primeras posiciones del Tour de Francia no le hizo ningún bien a Pinot. La exigencia pública fue demasiada para un joven inexperto que vivía sus primeros compases como profesional. Durante el inicio de curso 2013, Thibaut Pinot ya no pudo trabajar con tranquilidad. Todo el mundo hablaba de él. Diarios importantes como L’Équipe, le dedicaron portadas y elogios. El camino hacia el Tour de Francia 2013 se convirtió en una tortura para el chaval, que vio como las esperanzas de un país en sus espaldas pesaban demasiado.

La preparación para la Grande Boucle fue la misma que la temporada anterior. Corrió Catalunya, País Vasco, Romandía y Suiza. El mismo plan para repetir éxito en la gran carrera del año. El mejor resultado lo conquistó en la Volta a Catalunya, donde fue 5º en la etapa que finalizó en Vallter 2000. En la Vuelta a Suiza, con la forma afinada, también consiguió buenos resultados, fue tercero en la etapa de Crans Montana y acabó el cuarto en la general. Todo estaba preparado para el segundo asalto al Tour de Francia de su carrera. Si el primero fue excelente, aún se esperaba más del segundo.

Lo mucho que se habló de su actuación en 2012, y las esperanzas puestas sobre un chaval de 23 años, hicieron que el Tour 2013 fuera un fracaso. El de Mélisey no estuvo nada fino en la primera semana y perdió seis minutos en la primera etapa de montaña. Con la carrera cruzada, tuvo que abandonar en la 16ª etapa sin poder brillar, por culpa de una enfermedad. La presión acabó con él. Los sueños de los franceses parecían volver a caer en un pozo sin fondo. Además, Thibaut Pinot declaró que tenía miedo a los descensos. Un pánico escénico creado por la mediatización de su persona. Tras el abandono en el Tour, los extraños miedos del de FDJ y la aparición en escena de Romain Bardet, disimularon la atención hacia la figura de Pinot y le dejaron progresar adecuadamente.

Pinot abandonó el Tour de 2013. (Foto: L'Equipe).

Recuperado de la decepción del Tour, Thibaut pasó un año más por el Tour de l’Ain y visitó la Vuelta a España para recuperar sensaciones y olvidar los malos tragos. El francés ofreció su mejor versión en su debut en la ronda española y consiguió una excelente séptima posición final. Pinot se dejó ver en carrera y olvidó su miedo a las bajadas. Estuvo cerca de la victoria en la 8ª etapa, con una cuarta posición. La Vuelta a España dio moral a Pinot, que siguió trabajando para presentarse de nuevo a la gran carrera francesa, esa que tanto le dio y tanto le quitó en tan solo dos ediciones.

El podio de París confirma las previsiones

Metódico a más no poder, Thibaut Pinot volvió a calcar su llegada al Tour. Tirreno, Catalunya, País Vasco, Romandía y Suiza. Todos los años ha realizado el mismo calendario para conseguir un pico de forma en el mes de julio. Sin tanta presión y mucho más maduro, Pinot se presentó a la salida del Tour de Francia 2014 en la Gran Bretaña con un equipo a su disposición. El poco ruido que hizo ante las grandes figuras como Contador, Nibali o Froome, beneficiaron al rendimiento del francés. Centrado tan solo en el aspecto deportivo y sin acaparar portadas y elogios antes de empezar.

En su tercera participación, el de FDJ consiguió retomar la buena marcha y volver a encumbrar a todo el mundo con su ciclismo de ataque en la montaña. Pinot recuperó las sensaciones de 2012 y devolvió el sueño a los franceses. Demostró que el Tour de Francia puede estar a su alcance en un periodo de tiempo no demasiado extenso.

Pinot recuperó su mejor nivel en el Tour de 2014. (Foto: AFP).

Thibaut Pinot hizo de la montaña su mejor arma. La regularidad en las cimas le llevó al podio de París. Fue 5º en Gerardmer, 2º en La Planche des Belles Filles, 5º en Chamrousse, 4º en Risoul, 17º en Bagneres y 2º en Hautacam. El de Mélisay no falló ni un día. Consciente de que en las grandes carreras un aspirante tiene que ser regular, Pinot cruzó la meta siempre con los mejores o muy cerca de ellos. A pesar de no conseguir ninguna victoria parcial, los resultados fueron sublimes.

El brutal ataque que realizó en el Port de Balès para sentenciar el maillot blanco y dejar en la estacada a su rival Romain Bardet, entró en los anales del ciclismo francés. Thibaut Pinot realizó tres demarrajes y dejó reventados a Bardet, Van Garderen y Valverde. Cerca de la cima, montado en las alas de Virenque, Pinot siguió apretando los pedales con rabia y dejó de rueda al todopoderoso Vincenzo Nibali. El maillot amarillo contactó con Pinot en el descenso, pero el francés demostró que en la escalada puede llegar a un nivel sublime, ofensivo y sin miedo, tan solo al alcance de los elegidos.

Con su buen rendimiento en la montaña y las bajas de los dos grandes favoritos, Pinot entró en la pelea por el podio final. La contrarreloj de Périgueux fue el último obstáculo en el camino. Pinot llegó a la cita de la 20ª etapa en la segunda posición de la general. Muchos pronosticaron que el francés cedería ante Valverde en una especialidad poco adecuada para él. Pero una vez más, el francés se sobrepuso a la presión y realizó una crono más que correcta, que le sirvió para amarrar la tercera posición. Jean-Christophe Péraud le superó en la segunda, pero a Pinot nadie le sacó la sonrisa. Ser tercero en el Tour de Francia a los 24 años no está al alcance de todos los ciclistas. Además, Péraud tiene 37 años y poco o nada de progresión. Thibaut Pinot tiene muchas carreras por delante y su historia aún está en las primeras páginas.

En su tercer Tour de Francia, Thibaut Pinot logró subir al podio, además de vencer en la clasificación de los jóvenes. Con esta fantástica actuación, se ha vuelto a convertir en la principal esperanza francesa tras el bache de 2013. Warren Barguil y Romain Bardet son las alternativas, ciclistas de calidad y con margen de mejora para estar entre los grandes del pelotón en las pruebas de tres semanas. Al igual que Pinot, la escalada es la mejor característica de ambos. Ciclistas ágiles, resistentes y ligeros para derrotar a las grandes pendientes con soltura. Los resultados de Pinot muestran que está un escalón por encima de sus dos compatriotas. Tiene más experiencia y ya ha demostrado lo que puede hacer. El cielo es su límite. Thibaut Pinot es el elegido.