Alejandro Valverde tiene un idilio con los mundiales. En nueve participaciones ha logrado cinco medallas, lo que le acredita como el ciclista con más metales de la historia en la prueba de ruta. Pero también tiene un trauma, el oro. Hay quien dice que es un éxito el haber logrado dos platas y tres bronces, pero para el murciano no. Si hay alguien que pueda dejar la sensación de que una medalla de plata y otra de bronce sean una derrota, ese es él. Para ello solo basta echar la mirada un año atrás y ver lo acontecido en el Mundial 2013 en Florencia.

Ahora, un año después, la lucha por el maillot arcoíris se traslada a España. A Ponferrada más concretamente. Una nueva batalla por el olimpo, en la que Valverde - como no podría ser de otra forma - parte como uno de los máximos aspirantes a la victoria.

El murciano es el líder supremo de la selección Pero esta vez el murciano contará con algo más que un recorrido favorable como el del año pasado en Italia o el de Holanda en 2012. Esta vez tendrá una selección dedicada única y exclusivamente a que él sea campeón del mundo. Además del propio corredor murciano, el seleccionador ha escogido a cuatro compañeros suyos en Movistar: Castroviejo, Herrada, Ion Izaguirre y Erviti, además de a ‘Purito’, Dani Moreno, Dani Navarro y Luís León Sánchez. Tras varios mundiales hablando en la previa de si España podría controlar tanto capo, este año, no, este año Valverde es el líder supremo de la selección.

Y es que España está llena de hombres que podrían seleccionar el grupo en las ascensiones y dejar que se resuelvan las medallas al sprint en un grupo reducido, intentando que hombres rápidos que pasan la media montaña como John Degenkolb, Kristoff o Gerrans, entre otros, quedasen cortados. Eso sería la gloria para el murciano, especialista en este tipo de finales. Pero por si fuera poco, el único corredor que podría hacerle sombra dentro de la propia selección, Joaquím Rodríguez, no llega en su mejor momento tras un año mermado por las lesiones.

Parece que todo lo que no sea lograr el oro sería decepcionante, pero no es así. Quizás la gente se pueda marchar con buen sabor de boca si se logra una medalla de plata. La carrera puede dar muchas vueltas y nunca se sabe cómo se va a desarrollar.

Valverde debe demostrar que ha aprendido de sus errores Pero lo que el murciano no puede hacer es volver a demostrar que no ha aprendido de sus errores y fallar otra vez si tiene opciones de ganar en el tramo final. En resumen, perder la victoria por un error o una mala decisión supondría desaprovechar, y no sería la primera vez, una oportunidad de oro, y ya no le quedan muchas.