Alejandro Valverde ha comparecido hoy, junto a Joaquim Rodríguez, Jesús Herrada, Ion Izagirre y el seleccionador nacional Javier Mínguez, en la rueda de prensa previa a la disputa de la prueba en ruta del Mundial de Ponferrada, que tendrá lugar este próximo domingo en la capital del Bierzo. El murciano, líder natural del combinado nacional en la cita reina de los campeonatos, ha sido fiel a su habitual tono moderado en las declaraciones, asumiendo como un buen resultado entrar en el podio final, sea cual sea el color del metal.

Valverde, con cinco medallas mundialistas en su haber, pero ningún oro, no se muestra obcecado en conseguir el arcoíris. "El objetivo es lograr una medalla, aunque daré todo para intentar ganar", afirmó. "No es una obsesión el oro, no pasa nada si no lo alcanzo. Estoy contento con el palmarés que tengo", añadió el corredor de Movistar, que antes de viajar a León firmó su renovación con su equipo por tres años más.

"Me hubiese gustado una subida algo más dura", apuntó el murciano sobre el recorrido

Con respecto al trazado de la prueba, incidió en su dureza, aunque echa de menos algo más de explosividad. "Me hubiese gustado más con una subida un poco más exigente", reconoció. "Teniendo ocho o diez segundos, tras pasar la última cota, se podrá llegar a meta", aseguró. Tampoco se olvidó del factor lluvia, otro bache más en las aspiraciones de Valverde. "Con el agua será mucho más complicado y nervioso, pero habrá que asumirlo", apostilló.

Valverde acabó además con cualquier conato de polémica sobre el liderazgo del combinado, apuntando a la fuerza del grupo como principal valor de España. En cuanto a los rivales, el murciano destacó, sobre todo, a John Degenkolb y Simon Gerrans, además de a Vincenzo Nibali, Michael Matthews o Fabian Cancellara. "Si la carrera se hace dura, el suizo ganará opciones", apuntó.