Michal Kwiatkowski es el ciclismo del siglo XXI. Hoy se ha confirmado en Ponferrada. Este aguerrido polaco de 24 años, enrolado en las filas de la megaestructura Omega Pharma, ha cerrado un ejercicio 2014 inigualable para su edad y trayectoria, que ha refrendado con su primer Mundial de ruta. Un título forjado desde las entrañas de la trabajadora selección polaca, que fue menospreciada por el resto de rivales, a pesar de albergar a nueve corredores de exquisita calidad.
El abandono en masa de gran parte de ellos, tras realizar un fabuloso trabajo de desgaste en las primeras vueltas, mermó la capacidad de movimientos del nuevo maillot arcoíris. Sin embargo, improvisó, fue ambicioso y atacó en la última vuelta, a 7 km. del final. Un movimiento repentino, que buscaba sorprender al resto del plantel. Valverde, Gerrans, Gilbert, Van Avermaet, los hombres - mundial, los mejor situados en las apuestas, reaccionaron tarde. Kwiatkowski, un chaval para ellos, fue más listo y valiente. Dos cualidades innatas de los ciclistas ganadores. El nuevo ciclismo ya tiene referentes, realidades, campeones.
“Me he encontrado muy bien desde el comienzo”, relató el polaco tras cruzar emocionado la línea de meta. “Me he vaciado en la última subida y he conseguido el hueco necesario para ganar”, afirmó. Una victoria jugada a una sola carta, planteada desde una perfecta visión de carrera y que ha justificado el generoso trabajo de sus compañeros.
Broche perfecto a una exitosa campaña
A Michal le ha salido todo en siete kilómetros, suficientes para alcanzar la gloria y cerrar con honores una excelsa campaña adornada con ocho triunfos. Challenge de Mallorca, Vuelta al Algarve, Strade Bianche, prólogo de Romandía, campeonato de Polonia crono y etapa en la Vuelta a Gran Bretaña, esta última introducción inequívoca para este Mundial. Durante prácticamente todo el año ha estado competitivo, en vueltas cortas, clásicas de primavera (acabó tercero en Flecha Valona y Lieja) y el Tour. Sólo en este último no pudo alcanzar un gran resultado, aunque estuvo presente en carrera y luchó por la clasificación de los jóvenes.
Kwiatkowski, en su cuarta temporada como profesional, ha crecido de manera exponencial como corredor, dando un salto cualitativo espectacular con respecto al año anterior, donde sólo logró un único triunfo. A su corta edad ya es referente de este deporte y un símbolo del desarrollo del ciclismo más allá de las barreras occidentales, además de ser alma máter de una potente generación de corredores polacos, como Golas, Paterski o Majka.
Ahora, Kwiatkowski, ciclista de este nuevo tiempo, deberá asumir el gran peso deportivo y mediático del arcoíris, que le obligará a exigirse mucho más. No obstante, él todavía no quiere descanso y va a por Lombardía, el próximo domingo.