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Sagan, estrella bloqueada

Discreto y gris ayer en el Mundial de ruta, el eslovaco cierra una temporada de muchas sombras y pocas luces, situación que deberá reconducir a partir de 2015 como corredor de Tinkoff-Saxo.

Sagan, estrella bloqueada
Sagan ha fracasado en este final de temporada (foto: Unipublic / Vuelta a España).
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Por Javier Ruiz

Peter Sagan, la figura mediática de la reluciente generación del 90, que ayer se hizo notar de nuevo con la victoria de Kwiatkowski en el Mundial de ruta, pasa, posiblemente, por los momentos más delicados de su carrera deportiva. La firma por dos años con Tinkoff-Saxo, este verano, hizo pensar en una mejora de sus resultados, entendiendo que el futuro del líder de Cannondale estaba a buen recaudo.

Nada más lejos de la realidad. No solo no ha corregido su insuficiente balance en clásicas y Tour, sino que ha fallado estrepitosamente en Vuelta y Mundial, sus ejes de fin de campaña. Harelbeke y el maillot verde del Tour ya se dan por superados dentro de la progresión lógica de Sagan. El Bicho está, en estos momentos, en la necesidad natural de rendir y ganar en los grandes escenarios, entre ellos el Campeonato del Mundo.

El eslovaco terminó la prueba en el puesto 43 a 42 segundos de Kwiatkowski, difuminado entre ciclistas rezagados, sin ninguna opción de victoria. En ningún momento de la prueba se le vio en posiciones delanteras, siendo el circuito de Ponferrada muy apto para sus características. Según explicó al terminar al portal eslovaco sport.sk, el mal tiempo mermó su condición física y no pudo amarrarse a la pelea por las medallas. Una actuación gris, preocupante, discordante con su posición, primero como capitán de su selección y segundo como líder de un equipo World Tour.

Sagan confirmó su cuesta abajo en un Mundial hecho a su medida

¿Mala preparación o falta de motivación? Sagan basó su progresión para el Mundial en la Vuelta a España, a la que llegó con la obligación de ganar etapas. Estuvo cerca de hacerlo en dos sprints masivos, en Albacete (8ª etapa) y Logroño (12ª), pero demostró estar un peldaño por debajo de hombres como Degenkolb, Bouhanni o Matthews, en mejor condición física que él. Y esto, para optar al carísimo podio mundialista, no es suficiente. Abandonó de manera prematura la ronda española, en 14ª etapa, para correr en las semiclásicas italianas, pero sólo rascó un pobre séptimo puesto en la Coppa Bernocchi, que no convenció ni a sus fans más optimistas. 

Aun así, casas de apuestas, medios y algunos de sus rivales no paraban de mencionarlo como gran favorito al arcoíris. La enorme confianza en su desbordado talento no entendía de preparación, números y datos objetivos. Incluso lo mermado de la selección eslovaca, con sólo tres representantes en la ruta, no le alejaba de los pronósticos. Él no lo veía nada claro días antes de la cita, encogiéndose de hombros cada vez que le preguntaban por sus planes. Su entrenador, Sebastian Weber, declaró a Velonews, el pasado miércoles, que la mala aproximación a Ponferrada era "buena para él", ya que le quitaría presión. Mario Scirea, director deportivo en Cannondale, apostaba por "una carrera inteligente" de su pupilo, al no contar con un gran bloque como ayuda. 

Vitrina semivacía 

Pero los deseos y ánimos de su entorno perecieron, inevitablemente, ante la lógica de los números. El joven valor, que el próximo mes de enero cumplirá 25 años, confirma su lejanía con respecto a los cimientos de calidad y espectáculo que sembró en 2012 y 2013. No sólo no ha podido igualar y mejorar esa fuerte base, sino que su número de triunfos se ha reducido a menos de la mitad (21 victorias en 2013 por 7 en la presente campaña). Y eso, para un ciclista que vive de los trofeos, es fuente de preocupación extrema.

Sagan ha cosechado 14 victorias menos en relación a 2013

Sagan no ha levantado los brazos desde junio, desde el campeonato de su país. Puede que, pensando ya en el atrayente amarillo de Tinkov, se haya desentendido de Amadio, su equipo, y sus objetivos del verano, para comenzar de cero en una escuadra que tiene visos de dominar en 2015. Puede que ya no exista una figura autoritaria a su lado y que el eslovaco vaya por libre, descuidando citas clave en su consolidación como ciclista.

Demasiadas suposiciones, dudas e interrogantes, que no logran arrojar coherencia sobre una temporada clave, desperdiciada contra todo pronóstico. El Mundial es una carrera que siempre hace rendir cuentas, ya sea en positivo o negativo. Y Sagan, la más importante irrupción ciclista del último lustro, junto a Quintana, se ve, desde ayer, en una complicada tesitura que deberá corregir en la temporada 2015.

Borrar los malos vicios y recuperar la confianza en su talento. Ese será el mayor objetivo del Bicho en la próxima campaña, más allá de las carreras. Se está comenzando a echar de menos el desparpajo, la soltura, la potencia y la espectacularidad de un talento natural desconocido en este mundillo que, por diferentes vicisitudes internas y externas, no acaba de asentar su estatus en el pelotón actual.