Vincenzo Nibali atendió a la prensa de su país en los albores de 2015. El vigente vencedor del Tour de Francia concedió ayer una entrevista en La Gazzetta dello Sport en la que tomó protagonismo, por encima del resto de temas, la reválida del triunfo en la carrera de carreras. El italiano pivotará todo su calendario en torno a la ronda gala, donde querrá honrar, de la mejor manera posible, el dorsal número uno.
Nibali es consciente de la dificultad de su nuevo desafío, para el que ya se está preparando. "Repetir el triunfo será complicado, pero en ningún caso imposible", afirmó. El de Astana es consciente que en este segundo asalto al amarillo habrá más rivales en liza, como Quintana o Purito, y el recorrido, plagado de finales en alto, facilitará una general mucho más apretada que la de la última edición.
El italiano ha ideado un programa de competición suave para el mes de febrero
No obstante, y en comparación con lo realizado en el curso pasado, donde su papel fue discreto hasta el mes de julio, Nibali confía en una mejor aproximación de cara al Tour. "2014 no fue un año de vino y rosas. Tuve diversas dificultades al comienzo, pero por suerte comencé a crecer en el momento justo", reconoció.
Para evitar esos imprevistos, Nibali y su pléyade de preparadores han ideado un calendario más progresivo que el de este último año. Eliminará San Luis y debutará en Oriente Medio, con Dubái (4-7 de febrero) y Omán (17-22) como primeras paradas. En marzo, las pruebas italianas coparán todas sus apariciones, mientras que en abril el tríptico valón (Amstel, Flecha, Lieja) tendrá prioridad absoluta. Entre medias, una larga concentración en el Teide, desde donde deberá bajar a Bélgica, al menos, con un golpe de pedal ganador. Dauphiné será el test definitivo de cara al Tour.
Ser protagonista en Río 2016
Dejando de lado sus planes más próximos, Nibali adelantó algunas de sus ambiciones para el largo plazo, entre las que está la prueba en ruta de los JJOO de Río de Janeiro. "Le he dado una ojeada al recorrido y me parece muy duro, muy favorable a mis características", aseguró. El campeón italiano pretende adquirir galones y hacerlo bien allí, en una carrera que, desde el oro de Bettini en Atenas 2004, no ha visto a ningún ciclista transalpino en el podio.