Las grandes victorias y el rendimiento excelente de algunos de sus líderes se han contrapuesto con el dopaje. Los distintos casos de doping, en plena cruzada contra los tramposos, que han azotado al equipo de Vinokurov y a su filial, han sido una sombra muy grande en una temporada impecable en cuanto a resultados en las grandes carreras por etapas. Estos casos y las acusaciones que los han precedido han restado importancia a las grandes actuaciones de los celestes.

El triunfo de su líder en el Tour de Francia fue el mayor premio para los kazajos. El italiano Vincenzo Nibali se aprovechó de las bajas de Contador y Froome para dominar con mano de hierro la carrera más importante de la temporada. Nibali fue el mejor de principio a fin y se llevó cuatro etapas más el maillot amarillo en el podio final de París. El otro apunte positivo de la campaña fue la explosión definitiva de Fabio Aru. El joven escalador transalpino deslumbró con su actuación en el Giro de Italia, donde ganó una etapa, y lo redondeó con una magnifica Vuelta a España, donde volvió a ganar en dos ocasiones. La explosión de Aru ha significado la confirmación de una nueva estrella en el pelotón profesional. El relevo de Nibali tiene nombre y apellidos, Fabio Aru.

Lieuwe Westra fue el nombre propio del conjunto Astana en la primera parte de la campaña. El ciclista holandés se llevó una etapa en la Volta a Catalunya y salvó el honor del equipo en una primera parte de la temporada bastante gris. Las clásicas y las vueltas de una semana no fueron bien para el conjunto Astana y las dudas empezaron a azotar con fuerza al equipo de Vinokourov, que llegó incluso a criticar a sus ciclistas más potentes. La llegada de las grandes vueltas por etapas calmó los ánimos en la estructura kazaja y los resultados empezaron a llegar. Fabio Aru realizó un gran Giro y subió al último cajón del podio de Trieste además de ganar una etapa. En el Tour de Francia, Vincenzo Nibali sacó a relucir su clase y se impuso con autoridad. En la Vuelta, Fabio Aru volvió a demostrar que está hecho de una pasta especial y volvió a brillar. Andrea Guardini fue el otro nombre propio de Astana. El sprinter italiano se llevó cinco etapas a lo largo de la campaña y fue de lo más destacado junto a Nibali, Aru y Westra.

(Foto: Astana Pro Team).

El líder: Vincenzo Nibali

El “Tiburón” no empezó bien la temporada. No pudo brillar en los frentes en los que se presentó y las dudas y las críticas empezaron a atacar con fuerza al valiente escalador transalpino. Ni en Paris Niza ni en las clásicas de primavera el italiano pudo demostrar su calidad. Fue en la Vuelta a Suiza donde empezó a mostrar por primera vez una buena forma. A pesar de esto, en Dauphiné tampoco estuvo cerca de los mejores y no entraba en las quinielas para ser el ganador del Tour de Francia, su gran objetivo del año.

En la Grande Boucle, Nibali empezó con mucha fuerza y se llevó la segunda etapa tras un ataque en los últimos metros. Las bajas de Froome y Contador fueron una baza a su favor. Tras una más que espectacular etapa sobre el pavés y bajo la lluvia, Nibali se presentó como el rival a batir. La exhibición sobre el barro que realizó junto a sus compañeros fue sin duda uno de los momentos de la temporada. Tras el infierno del pavés, nadie le pudo hacer sombra en la alta montaña. Nibali fue el amo y señor de la carrera. Se impuso en tres etapas más y llegó con el maillot de amarillo a París. Era el objetivo de la temporada y lo cumplió. Lograda esta gran victoria, el italiano no se dejó ver más y no consiguió ningún resultado destacable. El trabajo ya estaba hecho.

(Foto: Astana Pro Team).

La sorpresa: Fabio Aru

Más que una sorpresa, fue una hermosa confirmación. A sus 24 años, Fabio Aru ha explotado definitivamente como corredor de primer nivel. Subió al podio del Giro de Italia y deslumbró junto a los más grandes en la Vuelta a España. Las tres etapas que ganó en grandes vueltas se unen a su espectacular hambre en las escaladas. Su calidad en las subidas hace presagiar que ha nacido una estrella. Fabio Aru ya está aquí y tiene poder suficiente como para que su nombre suene con fuerza a lo largo de los próximos años.

El gregario: Lieuwe Westra

El ciclista holandés ha sido de lo más destacado de Astana tras los líderes. Westra ganó la última etapa de la Volta a Catalunya tras un ataque en el circuito de Montjuïc. En Dauphiné siguió con su gran forma y se apuntó otro parcial en una carrera con mucho renombre. Tras estas dos victorias, fue uno de los principales apoyos de Vincenzo Nibali en el Tour de Francia. Estuvo sobresaliente en la etapa del pavés y apoyo al maillot amarillo en los pocos momentos difíciles que se le presentaron.

El hombre rápido: Andrea Guardini

Aunque sus victorias no hayan sido en grandes carreras, el joven esprínter italiano Andrea Guardini sigue demostrando que su progresión como velocista va por buen camino. De su mano llegaron las dos primeras victorias de Astana en 2014. Fue en el Tour de Langkawi. Tras varios meses sin probar el éxito, volvió en la parte final de la temporada para celebrar dos parciales más en Dinamarca. Por último, consiguió la victoria de mayor prestigio en la primera etapa del Eneco Tour.

La decepción: Michele Scarponi

El veterano ciclista italiano debutaba en 2014 con el conjunto Astana tras varias temporadas en el conjunto Lampre. A pesar de estar bien en su labor de gregario en algunos puntos de la campaña, un corredor de su talante tiene mucho más que dar en el plano individual. No se acercó a ninguna victoria importante en la montaña y tan solo pudo sacar la cabeza con una tímida novena posición en la general de la Tirreno Adriático.