El Tinkoff-Saxo ha tratado hoy de restar importancia a los recientes comentarios del dueño del conjunto, Oleg Tinkov, que declaraba que "las sanciones de la ONU contra Rusia y el declive del rublo" podría obligarle a dejar de patrocinar a la escuadra ciclista.
"Todavía se sienten los efectos de la crisis financiera en todo el mundo, y el negocio del deporte no es inmune. Sin embargo, Tinkoff-Saxo es tan sólido como siempre y esperamos impacientes el inicio de la temporada 2015 en la que contamos con el fuerte apoyo de los patrocinadores, socios y proveedores", afirmó el CEO de Tinkoff-Saxo, Stefano Feltrin, en un comunicado oficial difundido por el equipo.
Feltrin aseguró que todo el equipo está "listo y ansioso" de que comience la competición. "El 9 de enero la mayoría de nuestros ciclistas comenzarán la segunda concentración de la temporada y diez después Michael Rogers liderará nuestro equipo en Adelaida para el Tour Down Under. Con la incorporación de corredores de caché a nuestra plantilla, estoy seguro de que los años siguientes serán ilusionantes para el Tinkoff-Saxo y para el ciclismo", dijo, entusiasmado.
Todo esto surge de unas polémicas declaraciones del magnate ruso Oleg Tinkov en una entrevista de Bloomberg TV a principio de mes, pero ganaron fuerza este fin de semana a través de un vídeo viralizado por internet. El dueño del Tinkoff-Saxo declaró que la sanciones "deteriorarán" la economía rusa, ya que las acciones de ese país disminuirían "aún más" y entonces su banco comenzaría a "sufrir". "Tendría que dejar el patrocinio", declaró. "No sé como dueño del equipo si voy a ser capaz de encontrar un sponsor en Europa en sustitución. Lo más probable es que no lo logre y tenga que desaparecer el equipo", admitió contundente.
El valor del rublo ha disminuido drásticamente en los últimos meses debido a las sanciones impuestas al país tras la anexión de Crimea. Las instituciones financieras, como Tinkoff, han notado esta situación, por lo que Oleg Tinkov se mostraba contrario a dichos castigos: "Si yo fuera estadounidense, estaría más preocupado por China que por Rusia, pero es su elección. Si van a por nosotros, 80 personas en Europa perderán su trabajo debido a las sanciones. No sé qué es lo que están haciendo".