Es pronto aún para establecer algún análisis concluyente. Apenas han pasado tres días de competición y las piernas de Mark Cavendish aún necesitan de más embalajes para carburar su turbo letal, aquel que ha dominado, sin apenas discusión, los sprints en los últimos siete años. Pero, a pesar de la premura, de encontrarse en el albor del calendario, no ha sido el mejor ni el más esperado debut del británico, que establecía 2015 como el año de su retorno a la hegemonía de la velocidad. 

Esta vez ha sido un desconocido pero impetuoso joven colombiano quien le ha sacado los colores. Fernando Gaviria ha ganado con solvencia los dos primeros sprints de este Tour de San Luis 2015. Una superioridad que ha acabado por ser reconocida y alabada por Cavendish. "Es un corredor de pista, muy rápido y puede aguantar el sprint desde una larga distancia, es impresionante", subrayó tras volver a ser segundo ayer en la meta de Juana Koslay.

Es también cierto que la llegada de ayer no era la más apropiada para el perfil del británico, ya que picaba ligeramente hacia arriba. Pero tampoco era la mejor para Gaviria y el colombiano fue perfectamente lanzado por un compañero y ejerció un dominio absoluto en la resolución. Su actuación contrasta con el desordenado tren de Omega, que vuelve a mostrar errores de organización en los momentos decisivos.

El británico volverá a probar suerte en la última etapa del próximo domingo, único final llano que resta en este Tour de San Luis

Cavendish justificó ayer, no obstante, la labor de sus lanzadores, sobre todo la de los nuevos, Sabatini y Wisniowski. "Los dos hicieron un gran trabajo", afirmó. "Es la primera carrera de Sabatini en el papel de último hombre y estamos aprovechando esta primera carrera para mejorar. Tengo mucha confianza en él", aseguró. Kwiatkowski también colaboró en la preparación del sprint, aunque Lefevere prefiere tenerlo en un segundo plano y protegerlo de peligros innecesarios. 

Cavendish tendrá la última oportunidad de conseguir trofeo en la última etapa, el próximo domingo, ya que hoy regresa la montaña, mañana tendrá lugar la contrarreloj y el sábado se decide la carrera en la subida a Comechingones. La presión vuelve a acorralarle desde diversos puntos (prensa, afición), y la hoja más reciente de resultados, con solo dos victorias World Tour en 2014, ya le demandan un triunfo que aleje fantasmas

En una temporada en la que se juega mucho, con la competencia acosándole en todos los frentes, Cavendish opta, no obstante, por la respetable opción de ser prudente e ir paso a paso, ya que nadie le va a rendir cuentas en enero. Pero las dinámicas ganadoras tienen mucho peso, sobre todo para los esprínters, y salir de Argentina en blanco obligaría, sobre todo a su entorno y equipo, a prestar más atención al desarrollo de su corredor y a corregir errores puntuales. El objetivo de Cavendish de volver a ser el rey no tiene pinta de ser tarea fácil ni rápida. Será crucial, por lo tanto, que vaya cosechando resultados para convencer a su gente y a sí mismo.