El pavé sigue muy presente en esta époco preprimaveral que enamora a ciclistas y aficionados. En cada carrera flamenca, a pesar de la ausencia de grandes puertos, el adoquín y los muros añaden una emoción especial, un aura que va dejando el pelotón a su paso entre las piedras y el barro. Con Flandes y Roubaix como grandes objetivos, gran parte de las carreras anteriores sirven como preparación para que los clasicómanos cojan ritmo sobre pavé. Pero otros, habitualmente aquellos de segunda fila o más jóvenes, usan estas carreras para adquirir tablas y lograr triunfos siempre prestigiosos sobre esta superficie.
Es el caso de los Tres Días de Flandes Occidental (Driedaagse van West-Vlaanderen en neerlandés) , una carrera sin grandes ciclistas en su palmarés, salvo excepciones como Johan Museeuw o el hermano del mítico Roger Van Vlaeminck, Eric. En los últimos años, la crono inaugural ha tenido una importancia vital en una carrera con pocas opciones, ante la escasez de muros cerca de meta. Desde 2003 la carrera se ha abierto con un prólogo en seis ocasiones y en cuatro de ellas, el vencedor de dicha crono ha coincidido con el vencedor de la general.
La crono puede ser decisiva
Por tanto, tres etapas en donde la crono tendrá una importancia vital. Las otras dos etapas dejan posibilidades para los demarrajes lejanos aunque las llegadas al sprint en grupos bastante amplios suelen ser la tónica habitual. Los muros, algunos coincidentes con carreras como el Tour de Flandes o E3 Harelbeke, como el mítico Oude Kwaremont o el Kammelberg.
Una crono, en Middelkerke, sin demasiadas complicaciones, de solo siete kilómetros y donde hombres como el campeón del año pasado Gert Joeaar (Cofidis), Jesse Sergent (Trek Factory Racing), campeón en 2011, Jan Barta (Bora-Argon 18) o los hombres de Etixx-Quick Step, Gianni Meersman o Martin Velits, serán los escasos candidatos a la victoria.
La primera etapa, entre Brujas y Harelbeke, será la más liviana, aún con la subida a Oude Kwaremont. A pesar de tener que afrontar este ‘coloso’ flamenco, su lejanía con la meta y el terreno final, sin subidas de relevancia, deja muchas posibilidades a los velocistas como el propio Meersman, Fabio Silvestre (Trek Factory Racing), Tom Van Asbroeck (LottoNL-Jumbo), Tyler Farrar y Theo Bos (MTN-Qhubeka) o Adrien Petit (Cofidis). El paso por un recorrido coincidente con pruebas como Flandes o E3 dejará momentos mágicos.
La última etapa entre Nieuwpoort e Ichtegem, la más larga y dura de la prueba, acumula más dureza que la anterior. El encadenado Goeberg, Rodeberg, Monteberg y Kemmelberg, a mitad de recorrido puede romper la carrera dejando mucha emoción para la parte final, en un circuito en el que se afrontarán tres vueltas y la meta estará ubicada en mitad del cuarto giro. Keiberg y Ruidenberg pondrán emoción a este circuito ubicado en Ichtegem. Este sí será un día para los clasicómanos, aunque el gran control por parte de los equipos de los velocistas podría aplacar las esperanzas de los aventureros.
Aquí aparecen los jóvenes ciclistas que apuntan a ser estrellas del adoquín en el futuro. Yves Lampaert (Etixx-Quick Step), Jelle Wallays (Topsport-Vlaanderen Baloise) y Jean-Pierre Drucker (BMC Racing Team) son algunas de las grandes promesas de futuro clasicómano. A su lado, hombres como Dylan Teuns y Rick Zabel (BMC Racing Team), Lucasz Wisinowski (Etixx-Quick Step) o Tiejs Benoot (Lotto-Soudal). Tom Van Asbroeck (LottoNL-Jumbo), Tosh Van der Sande (Lotto-Soudal), Roy Jans (Wanty-Group Gobert) o Sander Helven (Topsport-Vlaanderen Baloise) son otros de los prometedores clasicómanos aunque dependen más de su velocidad final. Además, habrá que tener en cuenta al hombre de moda, Kris Boeckmans, y Kenny Dehaes (Lotto-Soudal), los ciclistas del Roubaix Lille Metropole, Baptiste Planckaert y Maxime Vantomme y los veteranos Bjorn Leukemans (Wanty-Group Gobert y Stijn Devolver (Trek Factory Racing).
Por tanto, habrá que ver qué es lo que decide la carrera: si las dos etapas en línea no dejan espacio a la emoción y se deciden por la vía masiva, los ganadores de la crono serían claros favoritos. Hombres como Sergent, Joeaar o Barta se jugarían la victoria final, con permiso de los velocistas como Meersman o Van Keirsbulck. En cambio, si la carrera se rompe en la segunda o tercera etapa, la brecha se abre: jóvenes como Lampaert, Wallays o Drucker, veteranos como Leukemans o Devolder o incluso Kris Boeckmans, tras un buen inicio de temporada, podrían hacerse con la general.
En cuanto a los españoles, el conjunto Caja Rural aglutina las esperanzas nacionales de brillo. Pocas esperanzas, eso es cierto, aunque Ángel Madrazo puede ser uno de los españoles que mejor se desenvuelve sobre adoquines. Los más jóvenes, Benito o Barbero, podrían rematar en los metros finales haciendo gala de sus buenas cualidades en las llegadas aunque sus esperanzas de éxito ante belgas son casi nulas.