Todos los grandes pasan un mal momento en su vida profesional. Un delantero que no marca goles durante varios partidos, un jugador de baloncesto que baja su porcentaje de anotación en cada encuentro, un tenista que encadena varios torneos sin pasar a las rondas finales o un ciclista ganador que lleva mucho tiempo sin ganar y que aún no ha estrenado su palmarés en este 2015. Es el caso de Peter Sagan (Tinkoff-Saxo), un ciclista camaleónico como pocos, en el que sorprende que aún no haya ganado ninguna prueba en lo que se lleva disputado de año.

Ciclista todoterreno, Sagan ha intentado la victoria por todos los medios. Y el resultado ha sido siempre el mismo: cerca del pódium y cerca de la victoria, pero siempre viendo a alguien celebrar el triunfo por él. Llegadas masivas, sprints en grupos pequeños, clásicas...Sagan no se encuentra en esta primera parte del curso. En catorce días de competición (contando desde la primera etapa del Tour de Catar hasta la primera etapa de Tirreno Adriático), el ciclista de Tinkoff acumula un total de dos segundos puestos y diez top-10. Algo habitual en él si incluyese un par de victorias, pero incomprensible en este caso.

Cambio de aires a mejor, pero sin resultado

Sagan acumulan un total de ocho meses sin celebrar ninguna victoria.Quien diría que Peter Sagan, uno de los mayores talentos naturales del ciclismo de los últimos años, iba a encontrarse en esta situación. Una falta de victorias que no se extiende desde febrero, sino desde el mes de junio del año pasado. Resulta llamativo que la última victoria profesional de Peter Sagan fuesen los Campeonatos Nacionales de su país, Eslovaquia. Es decir, que el eslovaco lleva más de ocho meses sin saborear la victoria en una prueba profesional. Quien iba a pensar que aquel ciclista que despuntó con 20 años en la París-Niza de 2010 (vídeo) y sorprendió al mundo con tres victorias en el Tour de Francia de 2012, iba a pasar por esta situación en 2015 y con 25 años, mucho más maduro física y mentalmente.

Y tras cinco temporadas completas en Liquigas (y posteriormente Cannondale), Sagan cambió de aires tras convertirse en el ciclista más deseado del periodo de fichajes. Un fichaje millonario que se llevó a su equipo un millonario como Oleg Tinkov, y que prometía muchas victorias, un gran salto de calidad a su plantilla, y una mayor presencia en las llegadas masivas y en los adoquines, el punto débil del nuevo equipo que estaban ideando Tinkov y Riis. Y se fue a un equipo que está notando la poca efectividad de una de sus estrellas: a once de marzo, Tinkoff-Saxo solo acumula una victoria este año. Fue la de Alberto Contador en Hazas Llanas, durante la Vuelta a Andalucía.

De tener que buscarse la vida solo con su anterior equipo y ganar sin ayuda, a tener la ayuda de fieles y veteranos gregarios como Daniele Bennati o Matteo Tosatto y tener más dificultades de las previstas para celebrar victorias. Así ha sido el cambio del eslovaco de Cannondale a Tinkoff-Saxo. Un cambio que pretendía ir a mejor y que, con lo visto en estos dos meses, ha ido a peor. Sagan no se está encontrando y Tinkoff lo está notando. Les toca confiar, durante un tiempo y hasta que Sagan vuelva a ser el Sagan de siempre, en los resultados de Contador y Majka.

Sin confianza para las clásicas

Y si algo no se tiene cuando no se consiguen victorias (más aún cuando alguien está acostumbrado a ganar tanto y de tanta calidad), es confianza. Una confianza que por mucho que se intente disimular o conseguir a través del apoyo de un equipo entero, no se puede conseguir. Y una confianza que necesita el ciclista de Tinkoff-Saxo para afrontar con ganas y garantías su primer gran objetivo del año: las clásicas de adoquines. Unos adoquines que ya le dejaron buen sabor de boca el año pasado con victoria incluída en el E3 Harelbeke, sexto puesto en París-Roubaix y un tercer puesto en la Gante-Wevelgem.

Este 2015, Sagan no estará solo en las clásicas. Matteo Tosatto, Daniele Bennati y Matti Breschel serán sus hombres de confianza. Tres hombres a los que se pueden unir ciclistas como Maciej Bodnar o Michael Morkov, para conseguir formar un bloque potente y compacto, que lleve al eslovaco por el buen camino hasta la victoria, la victoria que tanto está buscando este año y tanto necesita él y su equipo. De Tirreno Adriático, pasando por las clásicas de adoquines y las de cotas hasta llegar al Tour de Francia. Un calendario ya clásico de Peter Sagan en el que buscará encontrar la victoria perdida, esa que perdió a partir del Campeonato Nacional de Eslovaquia durante el pasado verano.