Acababa de terminar la Tirreno-Adriático 2015 y todos los periodistas y fotógrafos buscaban a un hombre. Él era Nairo Quinta, quien no paraba de agradecer las felicitaciones con una enorme sonrisa en la cara. El corredor de Movistar volvió ayer a disfrutar en el podio tras “llevar un tiempo sin vivir un momento de felicidad”, tal y como confesó el ciclista en declaraciones recogidas por la web de su equipo.

Pese a ir con diferencias a la contrarreloj final, el colombino explica que la realizó “a tope” para mantener la ventaja que tenía sobre sus rivales, quienes a juicio del ciclista colombiano “tenían ventaja en el terreno” sobre él. Finalmente el corredor de Movistar logró mantener el liderato, logrando una victoria “muy buena para la moral”.

El corredor tampoco se quiso olvidar de sus compañeros, tanto ciclistas como los que forman el staff técnico. “El equipo estuvo a la altura, muy fuerte. Un trabajo muy bien hecho, no sólo los compañeros de equipo, sino todo el conjunto en general: directores, masajistas, auxiliares...”, agradeció un sonriente Nairo Quintana