Caminando hacia el norte: Zdenek Stybar, romanticismo checo

Hasta el oeste de la República Checa, casi en la frontera con Alemania, hay que irse para descubrir a uno de los máximos favoritos que se darán cita los dos próximos domingos en la salida del Tour de Flandes y la París-Roubaix respectivamente. Zdenek Stybar (Etixx-Quick Step), natural de Planá, tendrá este año la opción de su vida para ser el primer ciclista checo en poder ganar una de las dos (o quizás las dos, por pedir...) grandes clásicas de adoquines del año. En forma y con piernas como pocos, el checo será una de las apuestas de un malherido conjunto belga que apura sus opciones de salvar una mala primavera.

Stybar, en una temporada clave para su asentamiento como uno de los mejores clasicómanos del pelotón desde su llegada a la ruta tras muchos éxitos en la modalidad de ciclocross, será uno de los hombres más a seguir en las próximas ediciones del Tour de Flandes y la París-Roubaix. Motivos para ser uno de los más peligrosos no le faltan: rápido en las llegadas, explosivo en los desniveles, dinamitador en los momentos más importantes, rodador entre cotas o tramos de pavé, con la habilidad sobre la bici que los adoquines requieren...Un entendido de la prueba pese a haber competido solo en dos ocasiones: en 2014 y 2013, con resultados modestos.

Stybar tendrá que saldar dos problemas: su inexperiencia y su liderazgo compartido con Tersptra.Dos claros inconvenientes tendrá que saldar el ciclista de la República Checa los dos próximos fines de semana: por una parte está la poca experiencia de Stybar en pruebas como estas. Solo ha participado dos veces en Flandes y Roubaix, obteniendo mejores resultados en la segunda, pese a adaptársele mejor la primera. En Oudennarde, su mejor resultado fue la 18ª posición del año pasado, y en Roubaix, una semana después, solo pudo ser quinto. Pero en 2013 demostró que sus piernas le podrían haber llevado, como mínimo, hasta el pódium. Pero un aficionado, en la cuneta del Carrefour de l'Arbre, se encargó de que así no fuese.

El segundo y, quizás, más importante será el de lidiar con Niki Terpstra en busca del liderato en los dos siguientes Monumentos. La baja de Tom Boonen abrió las puertas al checo de un posible rol de líder, pero la campaña de 2014 del holandés ha pesado mucho en las decisiones del mánager de Etixx-Quick Step. Y, si uno se basa en los resultados, cuesta decidir quien debería ser el líder único a partir de ahora -porque, como ya se ha demostrado muchas veces, la dualidad en el rol del líder perjudica más que beneficia-. Stybar, ganador en Strade Bianche y segundo en el E3; Terpstra, segundo en Omloop Het Nieuwsblad y en la Gante-Wevelgem.

Este 2015, su planificación ha sido casi ideal. De empezar a sumar kilómetros en la Volta al Algarve a probarse en citas como la Omloop Hoet Nieuwsblad, la Kuurne-Brussels-Kuurne o la Strade Bianche, con buenos resultados y mejores sensaciones. A su preparación le siguió la Tirreno-Adriático y la Milán-San Remo -con abandono en la primera y caída en la parte decisiva de la segunda- y, finalmente, la recta final de clásicas: E3 Harelbeke y la Gante-Wevelgem, en las que su mejor resltado fue un 2º puesto. Zdenek Stybar está más que preparado para brillar en esta primavera de 2015, tal y como lo hizo el romanticismo en Europa durante la primera parte del siglo XIX.

Con ganas hacia Roubaix

Tras volver a demostrar buenas piernas en el pasado Tour de Flandes, Stybar llega a la carrera en la que pudo conseguir un pódium hace dos temporadas y en la que empezó su predilección por las clásicas: la París-Roubaix. En ella volverá a ser lo que ha sido casi siempre en esta campaña: un freno de ataques y no una opción real de su equipo. Ya pasó en el Tour de Flandes aunque se le adpataba mejor la prueba que a su compañero, y hay muchas opciones de que Terpstra tenga libertad y que el checo se quede en el pelotón de favoritos, vigilando a Thomas, Kristoff o a Van Avermaet. Con un poco de suerte, la prueba pueda llegar a un sprint y dar opciones a que Stybar pueda lucirse en él y luchar con verdaderas opciones de triunfo por su primer Monumento.