Apasionante paso del pavé a las cotas. Las Ardenas piden paso y la región de Brabante ha sido protagonista de una carrera llena de emoción y demarrajes. La mezcla de adoquín con subidas similares a las del tríptico, que comienza el próximo domingo en Amstel Gold Race, ha provocado que las cartas de varios equipos y ciclistas queden boca arriba.
Aunque con menos dureza que las clásicas venideras, ha habido mucha pelea en la jornada de hoy en esta Flecha Brabanzona. Ha costado y mucho formar la escapada en ese terreno inicial más suave. Salida desde Lovaina y llegada en Overijse con 205 kilómetros y hasta 26 cotas. El circuito final, de 26 kilómetros con base en Overijse, iba a marcar la carrera con cinco cotas a repetir en las tres vueltas.
Escapada formada con 80 kilómetros recorridos
Y costó, costó y mucho formar la escapada del día. Hasta el kilómetro 80 el ritmo del pelotón no permitió un corte delantero. Thomas De Gendt (Lotto-Soudal), Alex Kirsch (Cult Energy Pro Cycling) y Anthony Delaplace (Bretagne Seche Environnement) formaron la fuga de la jornada. Una fuga que no subió de los cuatro minutos debido al intenso ritmo de carrera. Las constantes cotas, a partir del kilómetro 110 no dejaban demasiado terreno para las diferencias amplias.
La carrera se mantenía tranquila. BMC y Orica dominaban el ritmo en el pelotón y no dejaban demasiado terreno a la escapada que se mantuvo en torno a los dos minutos de renta. Pocos intentos en las cotas, salvo uno de Bert-Jan Lindeman (LottoNL-Jumbo) en Holstheide, pocos kilómetros antes del primer paso por la meta de Overijse. Faltaban 75 kilómetros, solo cinco para el inicio de ese circuto final, cuando se produjo una caída en el centro del pelotón, afectando a hombres como Sylvain Chavanel (IAM Cycling) o Grega Bole (CCC Sprandi Polkowice). La carrera se paró por detrás a la espera de los hombres afectados y la diferencia de la escapada volvió a superar los tres minutos. Pero fue solo un espejismo.
Kirsch, el más débil
Con el paso por meta y entrada en el circuito final, Orica GreenEdge entró con todo en cabeza del pelotón, poniendo un ritmo que fue rebajando poco a poco las opciones de los de cabeza. Nada más comenzar el circuito, en la intensa pero corta subida de Hagaard, Kirsch se quedó como hombre más débil del corte. De Gendt y Delaplace
Pasaban los kilómetros, las cotas pero no había movimientos. Solo lo intentó David Tanner (IAM Cycling) en la segunda vuelta, de nuevo en Hagaard, pero no pudo con el ritmo de Orica. Poco después, a falta de 37 kilómetros, la escapada quedaba anulada pese al empuje de Delaplace en Hertstraat. Orica supo llevar el pelotón en los kilómetros siguientes pero la llegada de Holstheide supuso un nido de hostilidades que no iba a parar hasta el final de la carrera.
BMC presenta candidatura
Un grupo de cuatro con Tim de Troyer (Wanty-Group Gobert), David Tanner (IAM Cycling), Bartlomiej Matysiak (CCC Sprandi Polkowice) y Louis Vervaecke (Lotto-Soudal), a quienes se sumó Ben Hermans (BMC Racing Team) como medida de control delantero. Una vez superada la cota, Tanner y Hermans se fueron hacia adelante mientras que el resto del grupo fue neutralizado por falta de entendimiento. Por delante, el entendimiento de Tanner y Hermans llevó la ventaja a veinte segundos.
Entrando en la última vuelta, se formó un corte perseguidor con Sylvain Dillier (BMC Racing Team), Julien Vermote (Etixx-Quick Step), Paul Voss (Bora-Argon 18) y Bjorn Leukemans (Wanty -Group Gobert). Orica perdió el control del grupo. Zafarrancho en la cabeza del pelotón con ataques que no fructificaban demasiado aunque descontrolaban al conjunto australiano. BMC se metía en todos los movimientos y eso le iba a dar un gran resultado. Victor Campenaerts (Wanty-Group Gobert) y Dries Devenys (IAM Cycling) se unían a ese grupo perseguidor. Iban pasando los kilómetros, en una zona de entre cotas, más llana, y Nathan Haas (Cannondale-Garmin), Fabio Felline (Trek Factory Racing), Serge Pauwels (MTN-Qhubeka) y Mirko Selvaggi (Wanty-Group Gobert) se unían a ellos. Un corte peligroso.
Tanner y Hermans se crecen ante la debilidad de Orica
Por delante, Tanner y Hermans tenían ventajas de entre 20-30 segundos mientras que los perseguidores eran un grupo acordeón, que ganaba y perdía segundos. El pelotón se partía por momentos. Orica había reventado, habían dejado solo a Matthews en la parte más importante, y Philippe Gilbert (BMC Racing Team) comenzaba a aparecer en posiciones peligrosas, con hombres por delante para hacer de puente.
Ya dentro de los últimos diez kilómetros, con dos cotas para el final, Etixx y Lotto-Soudal dieron un paso al frente y organizaron la persecución. Los dos de cabeza estaban ya a medio minuto y tenían buen entendimiento. En Ijskelderlaan, la penúltima ascensión, lo intentaron Rudy Molard (Cofidis) y Bjorn Leukemans. También el propio Philippe Gilbert se lanzaron a la ofensiva en esa cota pero no consiguieron abrir hueco. Matthews, Felline, Haas y Gallopin, entre otros, llegaron hasta Gilbert que había saltado junto con Julien Alaphilippe (Etixx-Quick Step) en esa penúltima cota. Por delante, Hermans dejó por fuerza a Tanner en Ijskelderlaan.
BMC culimina una gran estrategia
Ya dentro de los últimos dos kilómetros, con Schavei como cota decisiva, Lotto-Soudal lanzó la ofensiva junto con Gilbert, pero era tarde. El belga no quiso continuar viendo que su compañero se iba con varios segundos por delante. Al final, todo quedó decidido a la oportunidad de Hermans por delante y a un grupo de favoritos por detrás. Hermans supo aprovechar su ventaja, coronó en cabeza y aprovechó el descenso para ampliar su renta con el grupo. Se impuso con varios metros de diferencia mientras que Michael Matthews fue el más rápido del grupo perseguidor, con mucha diferencia. Philippe Gilbert fue tercero, con Gallopin y Rebellin completando el top 5.
Así pues, BMC puso toda la carne en el asador y le salió bien. Lo mismo intentó Orica pero se quedó sin gas para ayudar a Matthews a llegar a meta con opciones. Hermans, Gilbert, Dillier... se movieron a la perfección y supieron estar en los momentos oportunos haciendo una gran labor de equipo y pujando fuerte a las Ardenas. Ahora sí que llega la hora de la verdad para Gilbert con Amstel Gold Race, su carrera fetiche, a la vuelta de la esquina.