El Tour de Romandía se prepara para su primera etapa en línea, de 166 kilómetros entre Apples y Saint-Imier. El pelotón tendrá que superar los primeros puertos en una jornada de media montaña con un final abierto. La última ascensión y su respectivo descenso propiciarán que cualquiera pueda probarlo y romper el previsible sprint grupal.
La etapa comienza con una parte relativamente cómoda, con un terreno no muy duro para que la fuga pueda formarse sin problema. Pese a todo, este tramo será de sube y baja constante, algo típico en la región de Romandía.
La dureza comenzará a incrementarse en el kilómetro 50. Los ciclistas afrontarán la subida de segunda categoría del Col des Etroits. A partir de aquí, la carrera será un encadenado de toboganes ya que, prácticamente después del descenso de este puerto, encararán Le Haut de la Côte, de tercera categoría.
Los últimos cincuenta kilómetros son los que albergan más dureza. Dos puertos de segunda categoría consecutivos, el Col des Pontins y el Col de la Vue des Alpes, serán los jueces de la etapa. El descenso de esta última ascensión conducirá a la meta de Saint-Imier, donde se prevé que llegue un grupo reducido que se la juegue al sprint, si algún valiente no lo impide en el último puerto.
Nibali, a aprovechar sus cualidades
Entre los favoritos destaca la figura de Vincenzo Nibali (Astana). El italiano, que aun no se ha estrenado en esta temporada, ha mostrado una leve mejoría en las clásicas de las Ardenas. El siciliano puede utilizar dos tácticas para vencer en esta etapa: llegar a meta en un grupo reducido donde podría ser el más rápido o buscar irse en solitario en el descenso, una de sus especialidades.
Esta es una jornada para que los favoritos a la general puedan dejarse ver. Geraint Thomas, Chris Froome (Sky) o Nairo Quintana (Movistar) pueden intentarlo, pero también será el día para otros hombre que parten en segunda fila, como Thibaut Pinot (FDJ), Simon Spilak (Katusha) o Rafal Majka (Tinkoff).
Además, también cabe la posibilidad de que hombres rápidos lleguen en cabeza a los últimos kilómetros. Julian Alaphilippe (Etixx) ha demostrado su gran momento de forma en las Ardenas y podría dar la sorpresa en Saint-Imier. Los Orica, con Simon Gerrans y Michael Albasini, podrían apurar también esta opción, al igual que Ramunans Navardauskas (Cannondale-Garmin) o Rui Costa (Lampre).