Las localidades de Moutier y Porrentruy serán las encargadas de dar salida y llegada a la tercera etapa del Tour de Romandía. 173 kilómetros de un recorrido caracterizado por la media montaña comprondrán esta jornada que, al igual que todas las etapas de esta prueba, ofrece un final bastante abierto.

La jornada comenzará fuerte, con el puerto no puntuable de Envelier, coronado con solo 21 kilómetros de carrera. La etapa presume de dureza desde el primer metro, y complicará que la fuga se forme, aunque un grupo numeroso podría tener éxito desde el inicio. Tras esta ascensión, el Col de Ranglers, tampoco puntuable, será el siguiente escollo.

El primer puerto puntuable será la Côte de Bure, en el kilómetro 80. Esta ascensión, de tercera categoría, volverá a ser escalada más tarde, sobre el kilómetro 147, solo que en esta ocasión podría ser juez de la etapa.

Entre medias, dos ascensiones de segunda categoría al Col de la Croix y el Col des Rangliers, pondrán a punto las pernas de los ciclistas. Los últimos kilómetros son un descenso hasta la llegada a Porrentruy, donde los más rápidos buscarán su oportunidad.

Día para sprinters completos

La morfología de la etapa y su final hace prever que el ganador de la jornada será un corredor rápido pero que sea capaz de superar puertos con los mejores. Destaca el nombre de Michael Albasini (Orica GreenEdge), ganador de la segunda etapa. El suizo, que corre en casa, se desenvuelve a la perfección en este tipo de recorridos.

Su compañero de equipo, Simon Gerrans, y el francés Julian Alaphilippe (Etixx), serán sus principales rivales. Son corredores de un perfil similar al del helvético y que podrían derrotarle en su terreno.

Si la carrera se torna dura, tanto como para que los anteriormente citados no aguanten en cabeza, salen a la palestra otros nombres. Entre ellos destaca el de Vincenzo Nibali (Astana) y Rui Costa (Lampre), dos ciclistas con una interesante punta de velocidad.

Clasificaciones