La montaña sigue tras el gran aperitivo de de Pra Loup. La primera jornada montañosa de la carrera gala trajo consigo mucha emoción y una gran victoria de Romain Bardet. Pero la sexta etapa seguirá trayendo dureza y montaña antes de la etapa reina.
Plagada de puertos
La sexta etapa del Critérium du Dauphiné 2015 transcurre entre Saint-Bonnet-en-Champsour y Villard-de-Lans en Vercors, donde se subirá hasta los 1144 metros de altura. Serán 183 kilómetros plagados de puertos y sin terreno de descanso. La primera parte de la etapa, los primeros 75 kilómetros, tiene tres puertos de tercera, Rampe du Motty, la Côte du Barrage du Sautet y Col de Grimone (3ª), y uno de segunda, el Col de la Croix-Haute. Serán unos primeros kilómetros intensos pues muchos ciclistas querrán involucrarse en una fuga que tiene opciones de éxito.
Los primeros dos puertos son cotas de poco más de dos kilómetros. La primera, Rampe du Motty (3ª), tiene rampas muy explosivas y una media del 8,3%. Por su parte, la Côte du Barrage du Sautet (3ª) es más tendida, al 4,4%. Cerrando la primera mitad de etapa, el Col de la Croix-Haute (2ª) tiene 5,6 kilometeros rozando el 6% mientras que el Col de Grimone (3ª) tiene características similares, con un media del 6,1% pero algo menos de distancia. Serán cuatro puertos ideales para los demarrajes, para el desgaste y para la formación de la fuga.
Lo gordo llega con la ascensión al Col du Rousset (1ª). Tiene casi 14 kilómetros al 5,4% y la selección en el pelotón será fuerte. Es muy constante y solo baja del 5% en la primera mitad de la subida. Solo los mejores escaladores podrán seguir el rimto de Sky, que vuelve a presentarse como conjunto a batir.
Para acabar, la denominada Côte 2000 será más bien un largo falso llano desde Gourges de la Bourne, a 13 kilómetros de meta. La carretera no deja de subir pero sin grandes porcentajes. La cota, en sí misma, se considera a los últimos 2,2 kilómetros cuya pendiente se dispara hasta el 6,2%. No habrá tiempo para recuperación en un muro explosivo en el que el demarraje más fuerte se llevará la gloria. No se prevén grandes diferencias pero las bonificaciones pueden ser importantes.
La explosividad, clave
Entre los favoritos, la opción de la fuga está muy presente. Es un terreno pestoso y lleno de subidas y bajadas en carreteras que no serán del todo buenas. Ese terreno es perfecto para un grupo de aventureros de nivel. De cara a la cota final, tanto llegando con el pelotón como en una escapada, hombres como Tim Wellens y Tony Gallopin (Lotto-Soudal), Rohan Dennis (BMC Racing Team) o segundos espadas como Giampaolo Caruso (Katusha Team) o Wouter Poels (Team Sky) son hombres con mucha explosividad y pueden tener ese margen por los capos.
De entre los grandes favoritos, aquellos que pueden tener más explosividad, los españoles Joaquim Rodríguez (Katusha Team) y Alejandro Valverde (Movistar Team) pueden tener muchas opciones en la cota final, aprovechando sus piernas explosivas. Otros hombres con esa explosividad necesaria pueden ser Daniel Martin (Cannondale-Garmin), Vincenzo Nibali (Astana Team), Bauke Mollema (Trek Factory Racing) o los hermanos Yates (Orica GreenEdge). Menos opciones tendrán otros de los favoritos a la victoria final que preferirán esperar a una jornada con un final más exigente. Serán hombres como Chris Froome (Team Sky), Tejay Van Garderen (BMC Racing Team), Wilco Kelderman (Team LottoNL-Jumbo), Romain Bardet (AG2R La Mondiale), Pierre Rolland (Europcar), Matthias Frank (IAM Cycling), Rui Costa (Lampre-Merida) o Dani Navarro (Cofidis).