Con su habitual cadencia, elevada, potente, con la cabeza gacha, sin levantar el culo del sillín. Las señas de identidad de Chris Froome, por las que el británico será recordado tras su retiro, han sido puestas en marcha hoy en la ascensión final a Modane Valfréjus. Froome demarró a 2,5 kilómetros de meta buscando la victoria final. Un golpe moral positivo para él luego de haber sufrido a Van Garderen, en la primera jornada montañosa, y a hombres como Nibali, Valverde y Rui Costa en la segunda.

Pero el ciclista de Sky llegó al fin de semana con ganas de demostrar que no le asusta el Tour. Que todos aquellos que le restan opciones al haber pocos kilómetros contra el crono no se confíen: ha recordado, tanto en el Mont Blanc como hoy en Modane Valfréjus, al mejor Froome, a aquel ciclista dominador que en 2013 se cubrió de gloria. Froome ha vuelto y ha iniciado la reconquista del Tour de Francia.

En la línea de la montaña...

La última etapa del Critérium du Dauphiné 2015 suponía el punto culiminante de una carrera llena de montaña. Un alarde de la organización pensando en un Tour plagado de puertos y sin gran presencia de la crono. El remate de la carrera lo ponía una jornada que mezclaba una doble ascensión final muy larga y con porcentajes constantes, con cotas cortas pero explosivas. La primera parte de la carrera tenía tres pequeñas cotas de grandes porcentajes. Tras superar Lacets de Montvernier (1ª) introducía la carrera en su parte definitiva. Tras el descenso, la carretera no iba a terminar de bajar en un falso llano que enlazaba con la explosiva Côte de Saint-André (3ª) y la subida final a Modane Valfréjus (1ª).

Movimientos desde el inicio

La etapa arrancaba movidita. Era la última jornada y la oportunidad era buena para la escapada. Una escapada numerosa que se fue formando por partes primero saltaron Wilco Kelderman (LottoNL-Jumbo), Gorka Izagirre (Movistar Team), Bruno Pires (Tinkoff-Saxo), Perrig Quemeneur y Romain Sicard (Europcar Team), Albert Timmer (Giant-Alpecin) y Stephen Cummings (MTN-Qhubeka).

Una escapada forjada poco a poco

Instantes después se movían Gatis Smukulis (Katusha Team), Tony Martin (Etixx-Quick Step) y Cyril Gautier (Europcar Team) saltaban del pelotón y se iban a unir con los de cabeza, que ya gozaban con una renta de un minuto. Antes de iniciar la primera subida, Lars Boom (Astana Team), Bart de Clerq (Lotto-Soudal) y Julien Simon (Cofidis) se unían a la escapada definitiva de trece ciclistas. Este grupo rondó los cuatro minutos de renta máxima.

La 'locomotora de Cottbus' arranca su maquinaria

Pasadas ya las tres primeras cotas, sin demasiada lucha pues la victoria la tenía asegurada Daniel Teklehaimanot (MTN-Qhubeka), Tony Martin arrancó la locomotora. El alemán buscó su hazaña particular, en un intento que ya había probado en más ocasiones. La renta de la escapada no era suficiente para mantener opciones en la parte final.

Tony Martin llegó a tener cuatro minutos respecto al pelotón

Martin se marchó con potencia y fue haciendo hueco. Los puertos del día, cortos, le permitieron ir aumentando la diferencia hasta llegar al minuto, a falta de 66 kilómetros para la meta. Mientras tanto, una caída en el habituallamiento afectaba a hombres como Ian Stannard, Manuel Quinziato o José Herrada. El conquense tenía que abandonar tras el golpe.

Llegaba la carrera a la parte final. Terreno muy exigente en los últimos cuarenta kilómetros tras superar Lacets de Montvernier (1ª). Y es que la carretera no dejaba de picar hacia arriba buscando la cima de la Côte de Saint-André (3ª) y la posterior subida final a Modane Valfréjus (1ª). Tony Martin alcanzó su renta máxima, 1:40, con un grupo perseguidor que perdía a Timmer, Smukulis y Quemeneur.

El rodillo de Sky anula la fuga

Sky arrancaba su maquinaria. Se ponía a tirar del gran grupo a falta de treinta kilómetros. La maquinaria británica empezó a rebajar tiempo a la escapada dejando el mismo en dos minutos, con un minuto para Martin. La 'locomotora de Cottbus' lo tenía complicado, pues el ímpetu de Sky buscando la bonificación en meta de Froome, era claro.

Valverde lo intentó tanto en la subida como en la bajada

Llegados a la Côte de Saint-André, una pequeña cota con gran pendiente, una media del 7%. Martin no dio para más y fue neutralizado junto con otros de los fugados. Ahí fue el momento elegido por Alejandro Valverde (Movistar Team). El murciano es sabedor que otros hombres como Van Garderen, Froome, Rui Costa o Bardet están mejor que él en la alta montaña, así que buscó su terreno en los grandes porcentajes de la cota. Fue el momento en el que Cannondale, también en terreno propicio para Daniel Martin, se puso a tirar del grupo, neutralizando a Valverde y Bardet, que se había movido posteriormente.

A un kilómetro de coronar, Cummings se quedó solo en cabeza, perseguido por Izagirre, Kelderman, De Clerq, Sicard, Gautier y Simon. Solo los más fuertes resisitieron. El británico llevaba buenas piernas y le fue metiendo tiempo al grupo perseguidor y al pelotón durante varios kilómetros. Y es que el pelotón era un polvorín. Valverde lo buscó de nuevo en el descenso. Un descenso muy peligroso, con varios sustos, pero su intento no duró demasiado.

Subida constante y con varias alternativas

Astana llevó a cabo una extraña estrategia en favor de Scarponi

Llegados ya a los kilómetros finales, la subida final de 8,4 kilómetros hacia la meta arrancaba con Cummings manteniendo 1:18. Se mostraba muy sólido el corredor de MTN una vez el resto de escapados habían sido neutralizados. Vincenzo Nibali (Astana Team) arrancó la subida con fuerza. Parecía raro pero el siciliano estaba trabajando para su compañero Scarponi, en busca de la victoria de etapa. Lo intentó la dupla italiano pero no pudieron con la defensa férrea de Wouter Poels, el último escudero de Froome.

Finalmente, Cummings fue neutralizado merced al ritmo de Astana. Scarponi intentó cambiar de ritmo pero Poels no le dejó ir. Sky tenía claro que la victoria final se jugaría en las bonificaciones. La subida era constante y no había terreno para sacar grandes diferencias.

Una vez no fraguó el intento de Scarponi llegó el turno para Joaquim Rodríguez. El español de Katusha demarró con fuerza y llegó a abrir un buen hueco, pero Poels se mostró intratable en defensa de su líder. El ritmod e la cabeza resultó demasiado para Beñat Intxausti (Movistar Team), que quedó descolgado en su pugna por mantenerse en el podio. Una lucha de la que salió perdedor pues Rui Costa le arrabató el tercer escalón del podio. Tampoco estaba en el grupo Valverde, quien había desconectado al inicio de la subida.

Cadencia y potencia hacia la victoria

A 2,5 kilómetros para el final, en una de las zonas más duras de la ascensión, Chris Froome (Team Sky) demarraba con su habitual carácter. Sentado, mirando hacia abajo, con cara de esfuerzo pero con una cadencia enorme, el británico se zafaba del control del grupo. Tejay Van Garderen (BMC Racing Team) salió al ataque pero perdió varios metros. Se mantuvo a cinco metros durante bastante tiempo, pero, al final, las piernas y las sensaciones de uno y otro fueron diferentes. El británico llevaba una cadencia elevado mientras que el americano no hacía más que mirar hacia atrás y con un pedaleo más tosco.

Así pues, Froome fue abriendo el hueco progresivamente. Los 14 segundos le valían al de Sky con la bonificación, hiciera lo que hiciera Van Garderen. Pero el ciclista de BMC fue alcanzado por el grupo perseguidor, encabeza por un valiente Simon Yates (Orica GreenEdge) junto con Rui Costa (Lampre-Merida). Así pues, Froome alzó los brazos en meta y Van Garderen acabó cuarto. Inútil hubiera sido la bonificación pues los 18 segundos de renta dejaban al británico ganador final.

La emoción de este Critérium du Dauphiné ha durado hasta el final. Cada metro, cada subida de esta carrera ha resultado espectacular, en un alarde de ataque y generosidad de los grandes favoritos y candidatos a brillar en el próximo Tour de Francia. La próxima parada, para muchos, será la salida de Utrecht, donde especular con el estado de forma ya no vale nada. Froome, Van Garderen, Rui Costa... llegan en una forma muy óptima, visto lo visto en este Dauphiné.

Clasificaciones tras la octava etapa