Peter Sagan está considerado uno de los mejores corredores del pelotón. Tiene unas capacidades físicas increíbles, pero su juventud y su ambición en ocasiones le hacen cometer errores, arrancar pronto o posicionarse mal. Hoy no. Hoy Sagan demostró cabeza, sangre fría y sobre todo potencia. Salió el mejor colocado de la última curva, esa que tumbó toda opción de triunfo a Mark Cavendish, y no tubo rival. Triunfo de piernas, pero también de saber estar.

La sexta etapa de la Vuelta a Suiza volvía a asemejarse más a la de las jornadas anteriores. Tras una durísima etapa el día anterior – con final en un HC – el perfil de hoy volvía a ser escarbado, con constantes subidas y bajada pero sin excesiva dureza. Pese a haber un único puerto puntuable de tercera categoría, el recorrido no dejaba de ser quebrado en ningún momento, obligando a los hombres rápidos a estar atentos.

Con el objetivo, precisamente, de arrebatar la victoria a alguno de los velocistas del pelotón han saltado nada más empezar Axel Domont, Marek Rutkiewicz, Matej Mohoric y Jerome Baugnies. Los cuatro rápidamente se marcharon con la permisividad de un pelotón que les dejó hacer, lo que provocó que las diferencias se fueran en poco tiempo por encima de los cuatro minutos.

La caza de la fuga no peligró en ningún momento El pelotón estaba sufriendo las consecuencias de la dura etapa del día anterior. Esto quedó patente viendo el ritmo de la carrera, que en todo momento estuvo por debajo de la peor media esperada por la organización. Los escapados también notaron esa fatiga en sus piernas y el empuje de la FDJ, equipo del líder Thibaut Pinot, pero también de Arnaud Demare, uno de los grandes velocistas del grupo, provocó que la diferencia se fuese reduciendo a poco más de dos minutos a falta de cincuenta kilómetros para cruzar la meta y ligeramente superior al minuto a cuarenta de la llegada. La caza de la escapada no peligraba, por eso, en aras a no echarla abajo demasiado pronto, el gran bloque disminuyó aun más su ritmo.

Movistar rompe la monotonía

La etapa estaba transcurriendo de forma monótona hasta que dos hombres de Movistar, Fran Ventoso y Adriano Malori, saltaron del pelotón en busca de enlazar con cabeza de carrera. Pero los equipos de los grandes sprinters no estaban dispuestos a hacer concesiones y pusieron un ritmo elevado, reduciendo así el tiempo que perdían respecto al peor horario previsto por la organización.

Ettix para Cavendish, Orica para Matthews, Tinkoff para Sagan, Giant para Degenkolb. Muchos equipos, muchos velocistas y solo un ganador. Antes había que echar abajo la fuga. Los cuatro de cabeza y los dos del equipo español. Los integrantes del equipo navarro cayeron a falta de tres kilómetros, Axel Domont, Marek Rutkiewicz, Matej Mohoric y Jerome Baugnies cuando restaba uno.

Triunfo por colocación

Las previsiones de sprint se iban a cumplir. Pero no sería una llegada tan masiva como se esperaba. El gran trabajo de Tinkoff en cabeza propició que muchos se quedasen atrás. Curva peligrosa a falta de doscientos metros. El mejor colocado Sagan. El eslovaco arranca y se alza con la victoria de forma clara. Victoria de piernas, pero también de cabeza, de saber estar, de saber colocarse.

Con este triunfo el corredor de Tinkoff suma la segunda de presente edición del Tour de Suiza y el undécimo de su carrera en la ronda helvética. Es una sus carreras favoritas, donde siempre rinde. Segundo ha finalizado Jurgen Roelandts y tercero Alexander Kristoff. En la general sin cambios, Pinot líder.

Peter Sagan supo anticiparse perfectamente a la última curva Todo en una jornada monótona en la que apenas hubo movimiento y en la que Peter Sagan sacó a relucir su potencia, pero también su gran capacidad de colocación, para resolver una llegada complicada con una curva a doscientos metros de meta en cuya trazada perdió toda opción de luchar por la victoria Mark Cavendish, principal favorito antes de tomar la salida y cuyo equipo tomó mayor peso en la persecución en los kilómetros finales.

Así lo vivimos

La victoria de Sagan, en imágenes

Clasificaciones

Mañana, pérfil similar

Para mañana se espera una jornada bastante similar, dado que ambos perfiles son bastante parecidos. Si cabe la séptima jornada tendrá más emoción ya que su dureza es mayor, con un puerto de primera y tres de segunda repartidos a lo largo de los 164km que componen la etapa.