Una victoria más en Huy, y es que en los últimos años la subida final de la Flecha Valona es territorio conquistado para los ciclistas nacionales. El mítico muro valón no conoce en los últimos cuatro años campeón que no sea español, y la Flecha Valona se ha convertido en un coto privado del ciclismo patrio. Este dominio ha tenido continuidad en la etapa de hoy del Tour de Francia, y ha sido Joaquim 'Purito' Rodríguez (Katusha Team) quien ha perpetuado el idilio español con esta ascensión.
Precisamente Purito fue quien inició esta racha en 2012, cuando clavó la bandera de la victoria en esta legendaria cima. Tras años de duro trabajo e incesante progresión, el catalán cumplió entonces uno de los sueños de su vida. Más de tres años después, y tras un 2014 complicado, Purito ha vuelto a reivindicarse como el corredor de gran nivel que es en la cima del muro que soñó con conquistar desde que comenzó a dar pedales.
En 2013, fue su fiel lugarteniente, Dani Moreno (Katusha Team), quien demostró el enorme nivel que atesora pese a su habitual condición de gregario. El madrileño supo aprovechar la oportunidad brindada por una caída de su jefe de filas para sumar el gran triunfo de su vida. Corredor de características muy similares a las de su inseparable líder, el triunfo de Moreno fue solo una muestra más del gran nivel del que ha gozado nuestro ciclismo en los últimos años.
En los dos últimos años, ha sido el eternamente joven Alejandro Valverde (Movistar Team) quien ha conquistado la clásica belga, sumando estas dos victorias a una tercera al inicio de su carrera, allá por 2006. En este segundo capítulo de su dilatada trayectoria profesional, una vez superada la sanción que le impuso el TAS en 2010, el murciano ha demostrado que no ha perdido la explosividad que le ha caracterizado desde sus orígenes.
Sin duda, estos tres corredores, por sus características, estaban destinados a ser los dominadores de una subida como el Muro de Huy. Ciclistas explosivos los tres, con una punta de velocidad inigualable para cualquiera de sus rivales en pendientes extremas como la de Huy, la subida valona les viene como anillo al dedo. Así lo llevan demostrando con sus victorias en estos últimos cuatro años. Purito y Valverde son reconocidos mundialmente como los absolutos dominadores de los muros y repechos de corto kilometraje y con rampas de doble dígito.
Una generación brillante pero envejecida
A día de hoy, como demuestra esta sucesión de triunfos, la salud de nuestro ciclismo es excelente. A pesar de las muchas críticas que ha recibido alguno de los ciclistas españoles más punteros, hay consenso en reconocer el mérito de la generación actual, que ha llevado al ciclismo nacional a cotas de éxito hasta ahora desconocidas. Desde triunfos en clásicas de primavera, terreno históricamente vetado a los españoles, hasta triunfos de etapa y puestos de honor en las Grandes Vueltas, los últimos años han sido muy fructíferos para nuestros corredores.
Todos los corredores españoles de primer nivel superan ampliamente la treintena.
Los corredores anteriormente mencionados, a los que hay que sumar al corredor más mediático de esta generación, Alberto Contador (Tinkoff-Saxo), nos han hecho levantarnos a todos del sillón alguna vez. El dominio en el Muro de Huy es una muestra más de la categoría y lustre que han exhibido nuestros ciclistas en la última década.
Sin embargo, esta generación, quizás la más brillante que haya vivido nuestro país, se acerca a su crepúsculo lenta pero inexorablemente. Purito, el más mayor, cuenta 36 años. Valverde, nacido en 1980, ha cumplido en abril 35 años. Dani Moreno, por su parte, tiene 33 años, mientras que Contador cumplirá esa misma edad a finales de año, en diciembre.
Por ello, la sombra del relevo planea inevitablemente sobre los éxitos de la actualidad, dejando un regusto agridulce. La avanzada edad de estos tres corredores provoca que se busque una alternativa joven, alguien que tome el testigo para perpetuar los éxitos. La afición española se ha acostumbrado a multitud de éxitos en los últimos años, y no parece que haya atisbos de un relevo fiable a esta generación que tantas alegrías nos ha dado.
La aparición de Mikel Landa (Astana Team) en el Giro ha sido una bocanada de vida para un ciclismo moribundo, pero no parece suficiente para asegurar una continuidad al nivel de los últimos tiempos. Otros hombres como Rubén Fernández, Juanjo Lobato, Jesús Herrada, Ion Izagirre o Carlos Barbero serán el futuro del ciclismo español tras la retirada de estos corredores del presente, pero su nivel aspira a ser de otra línea, por debajo de los grandes candidatos como Contador, Purito o Valverde. Un buen futuro, pero nada inigualable a lo que hay y ha habido en los últimos años. La falta de equipos de primer nivel que den salida a corredores jóvenes, es la principal causa de esta sequía de talento. No cabe duda que es necesario empezar a trabajar en todos los sectores del ciclismo español para que tanta gloria tenga esperanza de continuidad, si queremos que el muro de Huy siga siendo ese enclave español en el corazón de Valonia.