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El cerebro y el pundonor de la locomotora

Pundonor, inteligencia y potencia. Tres sustantivos aglutinados en la figura del ganador de la etapa de hoy, Tony Martin. El alemán ganó la cuarta etapa y se puso líder tras un pinchazo que le obligó a hacer un sobreesfuerzo para contactar con el grupo de cabeza. Saltó a tres kilómetros de meta y nadie pudo alcanzarle. Los sectores de pavé no resultaron tan decisivos como se esperaban aunque hombres como Pinot o Rolland perdieron bastante tiempo.

El cerebro y el pundonor de la locomotora
Fuente: ASO | Tour de Francia.
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Por Adrián González Blanco

Sin ser tan espectacular como la del año pasado, el pavé en el Tour ha vuelto a dejar una gran etapa. La ausencia de lluvia ha provocado que la mayoría de favoritos aguantaran el tipo sin problemas. Hombres como Nibali, Froome, Van Garderen o Valverde se mostraron muy fuertes sobre piedras con buen papel de Contador y Quintana. Entre los perjudicados, Rui Costa perdió casi un minuto y tanto Rolland como Pinot se dejaron más de tres minutos.

El ganador de la etapa no esperaba ganar hoy. Era una etapa propicia para los clasicómanos pero Tony Martin aprovechó las circustancias para llevarse doble premio: victoria y liderato. La mala suerte de tener un pinchazo nunca le dejó pensar en la victoria. Con la bicicleta de un compañero de equipo llegó al grupo de cabeza y, viendo que no había un equipo dominador y con carácter para perseguir, lanzó uno de sus ataques, potentes, sin mirar atrás. Y nadie pudo con él. Nadie saltó a su ataque y nadie pudo siquiera asomarse a observar la rueda del alemán que entró glorioso y con mucha alegría.

Todo ello en la conocida etapa del pavé con salida en Seraing y llegada en Cambrai con un alto de cuarta categoría al inicio y siete tramos de pavé, seis seguidos y cerca de la meta de Cambrai.

Astana empieza a jugar

Muchos intereses en la fuga pues era importante meter alguien por delante para posibles puentes finales. Vincenzo Nibali fue el primero en mover ficha y mandó a Westra a la escapada. El siciliano sabe que tiene que mover ficha para no llegar con tanta desventaja a la montaña pirenaica. Pronto, a los ocho kilómetros, se consolidó el grupo de cabeza con cuatro corredores y dos minutos de renta. Además de Lieuwe Westra (Astana Team) junto con Perrig Quemeneur (Team Europcar), Thomas De Gendt (Lotto-Soudal) y Frederik Brun (Bretagne Seche Environnement).

Este grupo fue haciendo kilómetros y ampliando su renta bajo el cómodo mando del pelotón. Se fueron hasta los diez minutos en una primera parte de la etapa relajada, en contraste con días anteriores. De Gendt se llevó, como era previsible, los puntos de la montaña en la Ciudadela de Namur y siguieron su camino. A falta de 130 kilómetros, el ritmo en el pelotón se amplió. Sky impuso un fuerte ritmo con el fin de llegar bien colocados al primer tramo de pavé, Pont-á-Celles a Gouy-lez-Pieton, todavía en terreno belga.

La colocación, vital antes de cada sector

El pelotón se estiró y equipos como BMC o Tinkoff también asomaron en la cabeza. Esa aceleración rebajó la renta de la escapada por debajo del minuto e incluso llegó a cortar el pelotón pero, una vez superado el tramo de pavé, sencillo, todo volvió a la normalidad y la escapada volvió a hacer diferencia. Una vez superado este primer tramo de pavé, la relajación fue aprovechada por los grandes capos para cambiar de bicicleta, en busca de mayor comodidad y fiabilidad entre las piedras. El adoquín francés es mucho más duro y complejo que el belga y nadie quería sustos.

La ventaja se mantuvo estable entorno a los dos minutos y el ritmo solo se aceleró de cara al sprint intermedio de Havay que, con suspense, dominó Cavendish con mucha emoción, superando a Coquard a última hora. Aun así, se repartieron los puntos restantes, aquellos que habían dejado los escapados. La diferencia de los cuatro de cabeza se redujo, eso sí, con el calentón buscando los puntos del sprint intermedio. La renta subió hasta los dos minutos y medio para mantenerse por encima de dicha marca.

La lluvia amedrenta al pelotón

Saltaba la noticia, previsiones de lluvia para el final de etapa, coincidiendo con los tramos de pavé. En el pelotón, sin ser el ritmo enorme, los equipos más importantes subían a sus figuras para llevarlos protegidos. De derecha a izquierda, Katusha, Tinkoff, BMC, Movistar y Sky, copando la carretera a lo ancho.A falta de ocho kilómetros para la llegada el primer tramo de pavé, de los seis enlazados en territorio frances, el pelotón ponía un punto más y empezaba a quitarle tiempo a los escapados.

Hombres como Daniel Martin y Alex Dowsett, afectados por las caídas

Muy cerca ya del pavé, apareció la lluvia. Las previsiones fueron buenas y, en una curva complicada, hubo una caída que afectó, entre otros, a Daniel Martin (Cannondale-Garmin). Quedaban solo cuatro kilómetros para llegar a los adoquines y la diferencia de la fuga estaba cercana al minuto. Otra caída, en este caso de Alex Dowsett (Movistar Team) hizo extremar el cuidado de los corredores. Pero eso sí, esto es una gran vuelta y Astana quiso poner un punto más de ritmo.

Astana llevaba el mando con Tinkoff y Giant llevando muy bien a Contador y Degenkolb. Por su parte, el líder Chris Froome iba muy rezagado, a mitad de pelotón. Su equipo hizo un buen trabajo para colocarle bien antes de este segundo tramo. Al inicio del mismo, con la escapada casi neutralizada, Michal Kwiatkowski (Etixx-Quick Step) ponía un ritmo infernal para hacer limpia en el pavé. Nibali pasaba bien, en cabeza del pelotón. En la escapada, Westra y Quemeneur se erigían como los más fuertes pero iban a ser cazados en breve.

Con Brun neutralizado, los tres de cabeza se quedaron con solo diez segundos entre el segundo y tercer sector adoquinado, con Westra mirando con el retrovisor, buscando las necesidades de su líder. La lucha por regresar a la zona delantera del pelotón era hecho de forma satisfactoria por parte de Chris Froome, Alberto Contador, Quintana, Purito Rodríguez...

Astana, a lo suyo

El tercer tramo de pavé iba a ser una batalla constante. De inicio, Astana marcaba un ritmo muy alto que hacía marcharse a Nibali con Lars Boom. Fila estirada pero no se rompía. Los favoritos iban bien colocados pero la carrera enfilada con hombres fuertes delante, además de los dos Astana, como Zdenek Stybar (Etixx-Quick Step), Sep Vanmarcke (LottoNL-Jumbo) o un sorprendente Warren Barguil (Giant-Alpecin). Se acabó el tramo sin víctimas de renombre pero con el grupo muy enfilado. Los escapados, por supuesto, habían sido neutralizados.

Etixx cogía el mando en el terreno asfaltado antes del cuarto tramo de pavé. Stybar hizo un amago de ataque pero, enseguida, el ritmo paró un poco. Control. El grupo de cabeza se había quedado en cuarenta corredores. Ni rastro de hombres como Pinot, Rolland o Dan Martin entre los de cabeza.

Un pinchazo dejó sin opciones a Kristoff e hizo perder más tiempo a Pinot

Arrancaba el cuarto sector del día con BMC en cabeza, arrebatándole la hegemonía a Astana. Enseguida, Dmitry Gruzdev cogió la cabeza para imponer un ritmo fuerte. Daniel Oss (BMC Racing Team) relevó al kazajo en la cabeza, escoltado por Giant-Alpecin. Un pinchazo relegaba a uno de los candidatos hoy, como Alexander Kristoff (Katustha Team) que se veía avocado a terminar la carrera en un grupo secundario, junto con Michal Kwiatkowski.

Lucha por la colocación antes de la traca final

Entre el cuarto y el quinto tramo, el camino asfaltado era más grande y algunos corredores aprovecharon para enlazar por detrás. BMC Racing Team seguía al mando con Astana mientras que tanto Movistar, como Tinkoff y Sky intentaban llevar bien a sus líderes. El conjunto español llegaba incluso a dominar la cabeza con Jonathan Castroviejo y Nairo Quintana. Por detrás, un grupo con Rolland, Boom, Kwiatkowski o Kristoff, entre otros, intentaba contactar, pero estaban muy lejos, a más de medio minuto.

Saint-Pyton y Fontaine-au-Téte se preveían decisivos

Los dos siguientes tramos, Saint-Pyton y Fontaine-au-Téte a Quievy apenas tenían descanso entre medias y sumaban más de cinco kilómetros adoquinados. Iban a ser claves a menos de 30 kilómetros de meta. A un kilómetro de entrar en este doble sector, Tinkoff cogía el mando con fuerza. También Sky y Astana subían a la parte delantera, con susto de Froome incluído. Hombres como Pinot, Rui Costa o Peraud sufrían a cola de grupo, justo antes de entrar en Saint-Pyton.

Nibali lo intenta una y otra vez

Susto también, el que se llevó Vincenzo Nibali para ponerse en cabeza, con complicaciones por la cuneta. El siciliano intentó poner una marcha más y creó un corte con los favoritos a la general y los favoritos a la etapa como Vanmarcke o Degenkolb. Warren Barguil era otro de los que se veía con piernas en el día de hoy. Finalmente, el grupo, aunque estirado, iba unido. Solo un kilómetro de recuperación para llegar al tramo más complicado, el de Fontaine-au-Téte a Quievy.

Vanmarcke estaba con ganas y ponía un puntito muy fuerte al inicio del tramo. Degenkolb y Van Avermaet cogían su rueda. Un tramo complicado pero que los ciclistas se han tomado con tranquilidad, con los favoritos muy bien colocados. No tanto para Pinot quien iba aguantando a cola de grupo y sufría un pinchazo que le hacía perder comba. El tramo finalizaba con mucho polvo pero sin mayores problemas. Tenían seis kilómetros de "descanso" asfaltado en donde BMC cogió el mando. Greg Van Avermaet era una buena apuesta aunque con hombres tan rápidos como Cavendish, Bouhanni, Stybar o Degenkolb lo iba a tener complicado en la llegada al sprint.

La chispa de Nibali, llamarada de Stybar

Sorprendía la implicación de los corredores IAM Cycling en la previa del último tramo, Avesnes-les-Aubert a Carnieres. BMC y Astana volvieron a comandar el grupo en el sector final, con Contador, Purito y Quintana algo más rezagados. Fuglsang marcó el ritmo, sin alardes, pero llevando el grupo con el gancho. Un tirón de Nibali encendió la chispa y Stybar no se lo pensó. Lanzó un potente ataque para irse con Degenkolb y Van Avermaet. Nibali, Froome y Valverde lograban salir airosos del ataque pero Contador, Quintana y el resto de favoritos restantes en el grupo sufrieron más para enlazar.

Al salir del último tramo de pavé, el grupo de cabeza estaba compuesto por Geraint Thomas y Chris Froome (Team Sky), Greg Van Avermaet y Tejay Van Garderen (BMC Racing Team), Zdenek Stybar (Etixx-Quick Step), Vincenzo Nibali (Astana Team), John Degenkolb (Giant-Alpecin) y Alejandro Valverde (Movistar Team). Tenían un buen hueco pero nadie se decidió a tirar por lo que el segundo grupo, con Tinkoff a la cabeza, enlazó con el primero aprovechando un repecho. Fue el propio Contador el que enlazaba, saltando en la pequeña subida.

Final tranquilo pero con sorpresa

Todo transcurría tranquilo, con más de una treintena en cabeza. Pero a tres kilómetros de la meta, arrancó la locomotora. Los adjetivos que destacábamos más arriba, pundonor, inteligencia y potencia los puso Tony Martin sobre la mesa. Primero el pundonor para llegar al grupo principal tras haber pinchado y hacerlo, además, sin su bicicleta. La inteligencia para atacar en un momento en donde ningún bloque dominaba el grupo y nadie iba a salir para gastar unas fuerzas que podían perder en la llegada. Por último, la potencia, algo que no sorprende en la Locomotora de Cottbus, fuerza en estado puro, para aguantar el tirón final del grupo perseguidor que esprintó encabezado por John Degenkolb.

Además, el pundonor, la valentía y la potencia de Tony Martin tuvieron doble premio. Victoria y liderato, algo que se le escapó en la segunda etapa por escasos centímetros (cuarto puesto de Cavendish) y un amarillo que le devuelve el destino.

Entre los favoritos, la mayoría pasó con nota este duro examen. Nibali quizás esperaba más, lo intentó pero no pudo hacer diferencias. Sorprendió el buen papel de Van Garderen, Valverde y Froome sobre piedras mientras que Quintana, Contador, Purito y Urán cuajaron una actuación positiva. Hombres como Bardet, Talansky, Mollema, Barguil, Peraud o Frank también pasaron el corte. Los perjudicados, un desafortunado Thibaut Pinot que sufría un pinchazo en el peor momento posible. Tampoco entraron con los mejores hombres como Rui Costa, Daniel Martin o Rolland.

Y mañana...

Mañana, quinta etapa con 189 kilómetros entre Arras y Amiens, totalmente llana y final, previsible, al sprint. Tampoco será una jornada con muchos repechos y la llegada masiva parece muy clara. Hombres como Kristoff, Cavendish, Greipel o Bouhanni, favoritos.

Clasificaciones tras la cuarta etapa