La maldición del amarillo. El segundo día, con Rohan Dennis como líder, el viento y los abanicos le arrebataron al aussie el maillot amarillo. Al día siguiente, con Cancellara como líder, una caída camino del Muro de Huy le dejaba fuera de carrera. Y quién sabe si le puede ocurrir lo mismo a Tony Martin. El líder de la carrera se caía dentro del últimos kilómetro y, pese a que el percance no tendrá efectos en cuanto a tiempo, debido a la zona de seguridad de tres kilómetros, la preocupación por el estado de su clavícula tras entrar en meta renqueante hace dudar de su salida en la etapa de mañana.
En la otra cara de la moneda, su compañero Zdenek Stybar contrasta con Tony Martin. Y es que el checo se hacía con el triunfo en Le Havre luego de aprovechar la caída y el desconcierto posterior para atacar, sacar un buen hueco a los velocistas que llegaban en el grupo delantero y rematar como buen clasicómano en la cima del repecho. El ciclista de Etixx se hace así con su triunfo más importante como ciclista en carretera. Sin cambios en la general a falta de saber el estado definitivo de Martin.
Una etapa que se preveía, de nuevo, complicada por el viento y los repechos. Ni un metro de descanso, repecho arriba y repecho abajo, por carreteras sinuosas y expuestas al viento del Canal de La Mancha. El final, en Le Have, estaba situado tras una dura subida de 850 metros al 7%.
Cofidis quiere protagonismo
Pero la etapa no ha resultado tan complicada como esperaba y, salvo la caída final, no ha tenido los mismos efectos que las etapas precedentes. De salida, el marbelli Luis Ángel Maté (Cofidis) lo intentaba en solitario. Se demostraban las ganas de Cofidis por tener protagonismo tras el abandono de Nacer Bouhanni. El ataque del ciclista español no fraguó pero, en el kilómetro 4 iba a formarse el grupo definitivo. Su compañero de equipo Kenneth Van Bilsen junto con Daniel Tecklehaimanot (MTN-Qhubeka) y Perrig Quemeneur (Team Europcar) formaron la fuga de la jornada.
Llegaron a tener diez minutos durante la primera parte de la etapa en la que afrontaron los dos primeros altos del día, en donde el punto se lo llevó el ciclista eritreo, con opciones de ponerse líder de la montaña al final. A falta de 90 kilómetros para la meta, se vieron las precariedades de la fuga en la que no había un objetivo claro. El grupo principal, sin alardes en el ritmo y rodando muy tranquilo, rebajó la renta hasta los tres minutos y mantuvo controlados a los escapados en todo momento.
Jornada en calma
Las carreteras eran estrechas pero el viento no hizo demasiado efecto en el pelotón. La tregua estaba proclamada tras varios días de mucho desgaste y contratiempos. A 46 kilómetros de meta hubo un amago de cambio de ritmo por parte de los equipos más importantes. La carretera se abría y el mar aparecía a un costado pero la incidencia del viento no fue tan grande como se preveía. Eso sí, el arreón sirvió para reducir la renta de la fuga hasta el minuto.
Otro de los puntos calientes de la etapa fue la lucha por los puntos en el sprint intermedio. Degenkolb se llevó la pelea entre hombres rápidos seguido de Coquard, una lucha que agilizó de nuevo el ritmo. Lo probó Thomas Voeckler (Team Europcar), tras lanzar a Coquard en el sprint intermedio pero su aventura se quedó en mera anécdota.
Tecklehaimanot hace historia
Por delante, el eritreo Tecklehaimanot compartió su ambición por ser líder de la montaña y avivó el ritmo en la escapada. La renta subió para poder afrontar con tranquilidad la última cota del día en donde Tecklehaimanot no falló y se hizo con los puntos para enfundarse el maillot de lunares al final del día. El primer ciclista eritreo en participar en el Tour, junto con Merhawi Kudus, se enfundaba también un maillot de prestigio. Histórico.
Neutralización y ritmo infernal
El ritmo seguía siendo lento aún a doce kilómetros de meta. Van Bilsen demarraba en busca de una oportunidad mientras los otros dos esperaron pacientes su neutralización. El belga se mantuvo con ventaja algunos kilómetros, merced a un ritmo que no era demasiado alto. Al final, a tres kilómetros de meta, Van Bilsen fue neutralizado y ahí si que el ritmo se avivó.
Etixx y Giant aceleraron y enfilaron el grupo en el sinuoso final de hoy. El treno de los dos equipos más potentes en estas lides se puso en marcha para sus hombres fuertes. El repecho se afrontó a mil por hora y la mayoría de velocistas pudo pasar el corte. Hombres como Degenkolb, Kristoff, Sagan, Coquard o Boasson-Hagen eran los más rápidos pero una caída cambió el destino de la llegada.
La tristeza de Martin, gloria de Stybar
En la parte delantera, sin ser punta de pelotón, Tony Martin se iba al suelo en una caída que afectaba también a dos hombres fuertes como Nibali o Quintana. Sin consecuencias aparentes para ellos, el alemán sufrió un duro golpe en el hombro que le puede dejar fuera del Tour de Francia cuando es líder. Al estar en zona de seguridad, las diferencias no tienen validez pero el dolor era palpable en la cara de Martin al final del día.
Pero por delante, otro hombre de Etixx estaba viviendo lo contrario, la gloria. Y es que Zdenek Stybar aprovechaba el desconcierto tras la caída para demarrar y conseguir un hueco suficiente para que los velocistas no le atraparan en el sprint final. El checo, un galgo con potencia, hizo un demarraje perfecto y entró en solitario en meta, logrando su triunfo más importante y sacando dos segundos al grupo encabezado por Degenkolb y Sagan. Así pues, triunfo para Stybar y Tony Martin sigue líder a la espera de si puede continuar en carrera.
Y mañana...
Mañana, jornada llana con destino en el sprint final. Un cota de cuarta al inicio es la única tachuela reseñable en el recorrido de 190 kilómetros entre Livarot y Fougeres.