La primera semana del Tour de Francia suele caracterizarse por las caidas debidas a los nervios y la tensión. Sin embargo, el hecho de que el líder de la general se vea involucrado en ellas y además deba abandonar ha ocurrido muy pocas veces en la ronda gala. En seis días de competición de este Tour ha ocurrido dos veces. Fabian Cancellara y Tony Martin han sido los 'agraciados' de portar el maillot amarillo para despedirse de él y en consecuencia del Tour.

1951: Win Van Est, el 'superviviente del Aubisque'

El corredor holandés fue profesional desde 1949 a 1965. Su momento de gloria ocurrió en 1951 tras vencer en la decimosegunda etapa del Tour de Francia en Dax consiguiendo vestirse de amarillo. Era el primer holandés en conseguirlo.

Al día siguiente llegaban los Pirineos y Van Est quería defender el liderato a pesar de no ser escalador. En el Col de Aubisque había perdido contacto con el grupo principal y se lanzó a tumba abierta en el descenso para intentar contactar. En pleno descenso pinchó, perdiendo el control de la bicicleta y cayó 70 metros por un barranco. Sorprendentemente sufrió heridas leves. Van Est quería continuar pero fue persuadido para ir al hospital. Una placa en el Col del Aubisque recuerda su caida.

1971: Maldito Col de Mende

Tour de Francia de 1971 y Luis Ocaña la había infligió una severa derrota a Eddy Merckx camino de Orcieres Merlette, aventajándole en más de ocho minutos. Era la primera gran derrota del 'Canibal'.

Tres día después llegaba la primera etapa pirenaica y Merckx, herido en su orgullo, no dudó en atacar al conquense subiendo el Col de Mente. Ocaña respondió sin problemas a las embestidas del belga. Sin embargo, al coronar una tormenta de agua cayó sobre los ciclistas dejando la carretera llena de barro. Merck atacó pero se cayó, sin consecuencias. Ocaña sigue los mismo pasos, pero al levantarse Zoetemelk lo embiste al no poder frenar. El resultado fue el abandono de Ocaña por fractura de clavícula en medio del dolor. Un abandono que lastró toda su vida ciclista y la amargura de Merckx por no poder vencerle sobre la carretera.

1991: Le Havre, cuidad maldita

Lo ocurrido por Tony Martin ocurrió en 1991 en la persona del danés Rolf Sorensen. El corredor del Ariostea se había vestido de líder tras la crono por equipos, del segundo sector de la primera etapa. El liderato le duró hasta la sexta etapa con final en Le Havre donde una caída le produjo la rotura de la clavícula. Parece que Le Havre odia al maillot amarillo.

1996: Las lágrimas del líder

Stephane Heulot comandaba la clasificación general del Tour de 1996 gracias a una escapada ocurrida tres días antes. El francés mantuvo sin problemas el liderato hasta las faldas de los Alpes.

Con la primera etapa alpina era lógico pensar que el liderato cambiaría de manos. Pero Stephane Heulot iba a luchar hasta la extenuación por mantenerlo el máximo tiempo posible. Sin embargo, en la subida al Cornet de Roselend perdió la batalla víctima del frio y una tendinitis en la rodilla. Bajo un mar de lagrimas puso pie a tierra y dijo adiós al Tour de Francia.

1998: Boardman, el inglés caído

Chris Boardman había conseguido su objetivo en el Tour de 1998 venciendo en el prólogo inaugural de Dublín y por la tanto consiguiendo vestirse de amarillo. El Tour discurría por tierras irlandesas durante tres etapas para volver a su Francia natural, pero sin el líder Boardman. En la última etapa por tierras irlandesas, a falta de 50 kilómetros para la meta su rueda delantera chocó con la trasera de su compañero de equipo Frederic Moncassin. El inglés tuvo que ser retirado en ambulancia hacia el hospital donde se le realizo un escáner cerebral. Afortunadamente el inglés no tenía ninguna dolencia grave.