"La fe mueve montañas, pero la constancia hace que sean más fáciles de escalar", reza un dicho popular. Al pie de la letra se lo ha tomado Ion Izagirre (Movistar) que por fin, tras dos intentos fallidos, se ha apuntado la general del Tour de Polonia, una carrera que le gusta al ciclista vasco y que, al fin, puede presumir de tener en su palmarés.
Agónicamente, tras la contrarreloj final, una disciplina en la que el guipuzcoano se mueve bien, llegó el triunfo. Solo dos segundos le distancian del siguiente cajón en el podio, que ocupó Bart De Clercq (Lotto-Soudal) y uno más le aleja del tercer puesto. Los resultados en Cracovia acabaron siendo muy ajustados, pero esta vez la balanza se inclinó del lado de Ion, que logra así su primera victoria en una general de una carrera por etapas.
"Estoy muy emocionado con esta victoria", declaró el vasco. "Realmente quería el triunfo, ya que ganar cualquier prueba WorldTour es muy importante y, en mi caso, conquistar una vuelta de una semana por primera vez en mi carrera, más aquí en Polonia tras haber sido dos veces segundo... por fin estoy en lo más alto del podio. Es un momento único", resumió Izagirre.
Las sensaciones del hombre de Movistar mejoraban cada día y en la contrarreloj final, con un séptimo puesto, se confirmó que iba por el buen camino, después de trabajar "muy duro" en las semanas previas a la ronda polaca. "Hemos peleado cada día para estar delante y no perder tiempo. Sabía que lo normal era hacer una buena crono final, conocía el recorrido y tenía conciencia de poder ganar. Con todo ese trabajo y el apoyo del equipo lo logramos", comentó.
Sabedor de lo que es quedarse a las puertas del triunfo, tuvo palabras de ánimo para De Clercq. "Lo siento por él, sé lo duro que es perder aquí por poco margen. Ahora quiero disfrutar de este éxito y luego pensaré en mis próximas citas", confesó.
Y es que nadie mejor que Ion sabe lo que es quedarse a las puertas del triunfo en Polonia. En 2013, vestido del naranja de Euskaltel-Euskadi, se quedó a tan solo 13 segundos de la victoria, que recayó en el saco de Pieter Weening (Orica GreenEdge). Los 21 segundos que el holandés sacó a Izagirre en la contrarreloj final, también con meta en Cracovia, resultaron definitivos para que el ciclista del conjunto australiano dejará con la miel en los labios al corredor vasco.
Tras este revés, Izagirre volvió a hacer las maletas el pasado año en busca del triunfo en Polonia. Aun más cerca se quedó en esta ocasión. Solo ocho segundos le separaron del maillot amarillo, que recayó en el ídolo local, Rafal Majka (Tinkoff). Los 21 segundos que el guipuzcoano recortó al joven ciclista del Tinkoff en la prueba contra el crono final, con un recorrido similar a la de este año, no fueron suficientes para arrebatarle una victoria que ya comenzaba a obsesionar a Izagirre. En el podio, junto a él, en el tercer puesto, finalizó un compañero suyo: Beñat Intxausti.
Y, por fin, Cracovia presenció la coronación de Ion Izagirre. La contrarreloj polaca, que tantos dolores de cabeza había provocado al corredor de Ormáiztegui, por fin le recompensó con esta ajustada pero sabrosa victoria para el ciclista de Movistar. Solo dos segundos le separaron de quedarse otra vez a las puertas de la victoria, pero en esta ocasión la Diosa Fortuna polaca sonrío a un hombre que, con ahínco y constancia, buscaba vestirse de amarillo en el Tour de Polonia.