Una espada, un escudo y una precaria armadura. Enfrente, hambrientas y rabiosas bestias que sueñan con despedazar cada miembro del humano que tienen delante. Esta era la situación que vivían los gladiadores en los anfiteatros romanos. Solos, sin apenas protección, ante las criaturas más peligrosas sobre la faz de la Tierra.
La situación es similar a la que vive Alejandro Valverde (Movistar), si bien es cierto que es menos trágica. El equipo no estará a su entera disposición, como en otras ocasiones, ya que compartirá de nuevo la capitanía del conjunto telefónico con Nairo Quintana que, tras el segundo puesto del Tour, espera subir un peldaño más en el podio de la Vuelta. El propio Valverde le acompañó en los Campos Elíseos para lograr así su primer podio en el Tour, con 35 años y en la ocasión que menos probable parecía que el 'Bala' cumpliera su sueño.
Así lo hizo, escribiendo otra página dorada en su biografía deportiva, que deberá dedicar varios capítulos a la temporada 2015 del murciano. Su año está siendo excelente. Cada campaña, Valverde comienza a ganar desde febrero: esta vez se superó haciéndolo a finales de enero. Los éxitos y las victorias comenzaron a copar su diario de carrera. La Volta a Cataluña, con tres triunfos parciales, fue una premonición de lo que sucedería en abril, cuando logró el doblete Flecha Valona-Lieja. Y partir de ese momento, a pensar en el Tour, previa coronación como mejor ciclista español. Allí, en tierras galas, el destino le tenía preparada la sorpresa del ansiado podio.
Ahora espera seguir llenando su 2015 de alegrías en su carrera fetiche, la Vuelta a España. Una victoria en 2009, ocho triunfos de etapa y cinco podios a mayores del triunfo de hace seis años son el legado de Valverde en la ronda española. Y es que, cuando en septiembre muchos llegan con la lengua a rastro, el murciano aun tiene fuerzas para mostrar esa chispa que le caracteriza. Además, esta cualidad se magnifica con los finales que Unipublic está proponiendo en las últimas temporadas, ideales para corredores del perfil del 'Bala' o de 'Purito' Rodríguez.
Por ello, en esta temporada tan completa del murciano, tal vez la mejor de su vida deportiva, la Vuelta vuelve a ocupar un lugar presidencial en la planificación de Valverde. Fue de los pocos que, tras bajarse del podio de París, tenía claro que estaría un mes después en Puerto Banús. Más tarde se fueron confirmando la presencia de otros gallitos del corral ciclista, pero el murciano lo tenía decidido desde el primer momento.
Sin las mismas armas que los demás y con una protección bastante menor, el gladiador de Las Lumbreras espera entrar triunfante y vestido de rojo a Madrid. Las ganas y la ilusión serán las de un juvenil, la inteligencia en carrera la del veterano que ya es. Solo faltan las piernas y una pizca de suerte para que Valverde de una estocada letal a una temporada 2015 de ensueño para él.