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Vuelta a España 2015: Froome, siguiendo los pasos de Anquetil e Hinault

El ciclista británico Christopher Froome se puede convertir en el tercer corredor en ganar el doblete Tour-Vuelta. En toda la historia del ciclismo, solo dos grandes corredores han sido capaces de conseguir esta difícil y motivante gesta.

Vuelta a España 2015: Froome, siguiendo los pasos de Anquetil e Hinault
Chris Froome celebrando su segundo Tour en el podio de París.| Fuente: Le Tour.
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Por Jordi Arimany Colomer

Jacques Anquetil fue el primer corredor en ganar Tour y Vuelta en un mismo año natural, fue en el 1963. Entonces la ronda española se disputaba en el mes de mayo y no como ahora, que lo hace entre finales de agosto y mediados de septiembre.

Con hambre de reivindicarse

El ciclista francés destacaba por su potencia en la lucha contra el crono y su agilidad para la escalada, lo que le hacía un corredor muy completo capaz de ganar numerosas carreras a lo largo del año. Anquetil no había tenido su mejor año en el 1962, ganó dos etapas y la general del Tour y no destacó lo suficiente en las otras carreras que disputó. Tenía hambre de ganar. Quería reivindicarse. El 1963 tenía que ser su año.

El ciclista francés empezó la temporada con un nivel de forma espectacular. Ganó la París-Niza y el Critérium Internacional antes de comenzar la Vuelta a España. Llegaba a la carrera española con la intención de ganarla y cerrar la triple corona. Una triple corona que a día de hoy solo han conseguido seis corredores, entre ellos el pinteño Alberto Contador.

La carrera estaba compuesta por quince etapas, dos con doble sector, que llevaba a los corredores de la ciudad de Gijón hasta la capital, Madrid. El español Antonio Barrutia se imponía en la primera etapa en línea y se hacía con el primer maillot de líder. La alegría le duró poco tiempo al corredor peninsular ya que por la tarde se disputaba una contrarreloj individual, dónde nuestro protagonista en este reportaje, el francés Anquetil conseguía imponerse sobre los 52 kilómetros que unían las localidades asturianas de Mieres y Gijón. El corredor francés se vestía con el maillot de líder, un maillot que no abandonaría hasta el podio final de Madrid que lo consideraba como vencedor de la Vuelta a España del año 1963.

Correr de forma conservadora

El campeón francés se limitó a controlar la renta que había conseguido en el segundo sector del primer día para poder llegar fresco a su máximo objetivo de la temporada, el Tour de Francia. La Vuelta del 1963 tuvo 16 ganadores distintos. Sólo el ya mencionado Barrutia consiguió ganar dos etapas, en la ya mencionada primera y en la tercera.

Anquetil aventajó en más de tres minutos a su máximo rival, el español José Martín Colmenarejo y en 3’32” al también español Miguel Pacheco. La clasificación de los puntos fue para el holandés Bas Maliepaard. El español Julio Jiménez consiguió ganar la montaña. Las metas volantes fueron para el también español José Segu mientras que el Saint Raphael, del francés Anquetil, fue el mejor de los nueve equipos participantes en aquella Vuelta del 1963.

El gran objetivo: conseguir el doblete

Llegaba la carrera predilecta para el líder del Saint Raphael. Llegaba la carrera más seguida en todo el mundo. Llegaba el Tour de Francia. Los corredores participantes tenían que superar los 21 días de competición para llegar a París.

La ‘Grande Boucle’ del 1963 salía de la localidad francesa de Nogent-sur-Marne y terminaba en Épernay, donde se impuso el belga Eddy Pauwels. El momento de Anquetil no tardaría en llegar. Fue en la primera semana de carrera. Con la disputa de la sexta etapa, de doble sector, llegó la victoria del campeón francés. Fue en su especialidad, la contrarreloj individual. En los 24,5 kilómetros de recorrido el líder del Saint Raphael sacó 45 segundos de ventaja a su máximo rival para hacerse con la ronda francesa, su compatriota Raymond Poulidor. La victoria no fue suficiente para que el francés se hiciera con el maillot amarillo de líder.

La montaña, clave en el triunfo del francés

La llegada de la alta montaña fue clave para la victoria de Jacques Anquetil. Su victoria en la contrarreloj no fue suficiente para desbancar al belga Gilbert Desmet, un corredor que no entregó el maillot de líder a las primeras de cambio, ya que lo vistió durante diez jornadas.

La primera etapa dura vio como el campeón Anquetil quería empezar a poner la primera piedra en su camino a conseguir su cuarto Tour de Francia. Se impuso en Bagnères-de-Bigorre. La tercera etapa llegaría en el final alpino de Chamonix, donde el francés consiguió hacerse con el maillot de líder que vestía el español Bahamontes. La última contrarreloj individual, que unía las localidades de Arbois y Besanzón, también se la llevo el campeón francés, que con esta victoria terminaba ganando el Tour de Francia del 1963 y cuatro etapas, dos en montaña y dos en contra el crono. Aventajó en más de tres minutos a Federico Martín Bahamontes y en más de diez al también peninsular José Pérez.

Jacques Anquetil acababa de hacer historia en el ciclismo. Se convertía así en el primer corredor en conseguir el doblete Tour y Vuelta. Un reto difícil, al alcance de muy pocos.

La versatilidad de Hinault

Otro corredor capaz de conseguir esta misma gesta es, el también francés, Bernard Hinault. Un corredor con un palmarés envidiable, parecido al de su compatriota Anquetil. Es uno de los seis ciclistas en ganar la triple corona. Un corredor muy versátil capaz de ganar las tres grandes como monumentos como la Liège-Bastogne-Liège o el Giro de Lombardia.

La gesta del doblete Tour y Vuelta para Hinault llegó en el año 1978, en sus primeros compases como ciclista profesional. El francés cogía un mayor protagonismo dentro de su equipo, el Renault-Gitane. El primer objetivo real de la temporada para el francés fue la París-Niza, donde finalizó segundo superado por el holandés Gerrie Knetemann. Llegaba el Critérium Internacional y con él la primera victoria de la temporada para el francés. Se llevó una etapa y consiguió hacerse con la general final de la prueba. Estaba listo para la Vuelta a España.

La primera piedra hacia el doblete

El ciclista francés llegaba a la Vuelta como debutante en una ‘Grande’, y que mejor que debutar y ganar tu primera gran carrera. El francés quería marcar una época en el ciclismo y este era el primer paso para entrar en el Olimpo.

El francés arrasó en la ronda española. Se llevó cinco etapas, las metas volantes y la general de la Vuelta a España del 1978. El ciclista del Renault-Gitane empezó imponiéndose en el prólogo disputado en Gijón.

La coincidencia de Gijón

Los dos únicos corredores en vencer Tour y Vuelta en un mismo año natural han sido los franceses Anquetil e Hinault y curiosamente en los años que esto ha sucedido, el pelotón ha iniciado su andadura desde la ciudad asturiana de Gijón. Esta no es la única coincidencia ya que ambos corredores lograron imponerse en esta ciudad. Y si queremos terminar de profundizar en esta coincidencia la victoria de ambos fue en la lucha contra el crono, la gran especialidad de nuestros protagonistas.

La montaña y las grandes capitales de comunidad

El ciclista francés consiguió el resto de las victorias cuando la Vuelta del 1978 llegó en grandes capitales de comunidad de España –ya fuera en salida o llegada- y en la alta montaña. La segunda victoria llegó en Barcelona. La capital catalana acogió el segundo sector del día, un prólogo de 3,8 kilómetros, y vio como Hinault vencía en tierras catalanas. Al día siguiente llegaba la tercera para el campeón francés. La etapa que unía las localidades de Cerdanyola del Vallés con La Tossa de Montbui fue la jornada en qué Hinault conseguía sumar su tercer triunfo en la Vuelta. La victoria de etapa permitió al ciclista francés vestirse como nuevo líder de la carrera. Una posición de privilegio que no abandonaría hasta proclamarse vencedor en San Sebastián.

La decimocuarta etapa con final en Logroño permitía a Bernard Hinault conseguir su cuarto triunfo de etapa en la Vuelta a Espanya del 1978. La última llegaría Amurrio. Una jornada de ‘sólo’ 154 kilómetros que salía desde Bilbao para llegar a la localidad vasca de Amurrio.

El campeón francés conseguía hacerse con su primera ‘Grande’ y comenzaba a escribir su historia en el ciclismo. El siguiente objetivo de Hinault era el Tour de Francia. En la clasificación general final el francés superó en poco más de tres minutos al español José Pesarrodona y en 3:47 a su compañero de equipo y actual director del Team Europcar Jean-rené Bernaudeau.

El Tour de Suiza como puente

El ciclista francés escogió disputar el Tour de Suiza como carrera previa al Tour de Francia. Hinault llegaba a la ronda suiza con la intención de coger el ritmo adecuado para afrontar, con total garantías, su debut a la ‘Grande Boucle’.

Bernaud Hinault finalizó en undécima posición, lejos de los primeros puestos. El belga Paul Wellens le sacó 7:26” en las nueve jornadas que discurrieron en territorio suizo.

Un debut en la 'Grande Boucle' de campeón

Si el debut que Hinault tuvo en una gran vuelta fue espectacular –se hizo con el triunfo en la Vuelta a España del mismo año-, el debut en el Tour de Francia no iba a ser diferente y lo resolvió con un triunfo en la general final. La ronda francesa empezaba a internacionalizarse y la ciudad holandesa de Leiden acogía la salida de la edición del 1978. El primer líder de la carrera fue el local Jan Raas que logró imponerse en los 5,2 kilómetros del prólogo inaugural. El turno del campeón francés llegó con la disputa de la octava etapa, una contrarreloj de 59,2 kilómetros que discurría en territorio francés. El triunfo no le dio el liderato pero le permitió situarse en una posición de privilegio para la llegada de la alta montaña. Hinault consiguió su segundo triunfo en Tour con la disputa de la decimoquinta etapa con final en Saint-Etienne. El liderato no le llegó hasta la disputa de la última contrarreloj en la vigésima etapa. Una lucha contra el crono de 72 kilómetros dónde el francés consiguió imponer su potencial y su técnica para esta especialidad.

En su primera participación al Tour consiguió hacer algo al alcance de casi nadie. A su triunfo en la general final le acompañaron otras tres victorias de etapa. El francés superó en 3:56” al holandés Joop Zoetemelk y en casi 7 minutos al portugués Joaquim Agostinho. El primer español en finalizar aquel Tour de Francia fue Francisco Galdós que terminó séptimo a más de 17 minutos del vencedor Hinault.

El próximo en conseguirlo: ¿Chris Froome?

El reciente vencedor del Tour de Francia, el británico Chris Froome quiere escribir su nombre al lado de los dos campeones franceses. Se quiere convertir en el primer corredor que consigue ganar la vuelta después de vencer en la ‘Grande Boucle’, - Anquetil y Hinault vencieron primero en la Vuelta para después triunfar en el Tour-.

No será la primera vez que el corredor del Team Sky doble Tour y Vuelta. El propio ciclista ya lo ha hecho en dos ocasiones a lo largo de su carrera. Dos veces con distinta preparación y motivación.

El hundimiento del británico

La edición de la Vuelta del 2012 fue la más vista y luchada de las últimas décadas. La Vuelta recuperaba el espíritu que tenía antaño. Alberto Contador, Alejandro Valverde, Chris Froome, Purito Rodríguez, Igor Antón, Robert Gesink y el joven Nairo Quintana aparecían entre los inscritos. Des del primer final en alto, en el Santuario de Arrate hasta la Bola del Mundo hubo lucha en todas y cada una de las etapas.

Froome venía de finalizar segundo, detrás de su compañero Bradley Wiggins, en un Tour de Francia envuelto en la polémica. El británico aguanto al trio español durante las primeras diez jornadas. Una vez superada la contrarreloj, el líder del Team Sky se vino abajo y no fue capaz de aguantar el ritmo de los mejores. El ciclista de origen keniata finalizó a más de diez minutos del vencedor, el español Alberto Contador.

Una dura batalla con un similar final

El abandono precoz de Chris Froome y Alberto Contador en el Tour de Francia hizo que ambos corredores optaran por disputar la ronda española. Los dos llegaban con algunas dudas ya que arrastraban algunas molestias de sus recientes caídas. El británico empezó fuerte tanto en la CRE como en el primer final en alto. Se quedaba pronto para coger su ritmo y poco a poco alcanzar a los más fuertes. Después de una mala contrarreloj individual solo le quedaba intentarlo en la Farrapona y Ancares. Lo intentó pero el resultado fue el mismo. Contador era más fuerte que él y lo demostró venciendo en sendas etapas. Froome finalizaba otra vez segundo después de que en el 2011 terminara detrás del español Juanjo Cobo.

Con la lección aprendida

El británico llega a la ronda española con una madurez envidiable y con un Tour más en su palmarés. El líder del Team Sky espera plasmar esta experiencia en las carreteras peninsulares. La distribución de las etapas más duras en las dos primeras semanas le hace, aún más favorito para hacerse con el maillot rojo en Madrid.

Rivales de entidad

Al reciente campeón del Tour de Francia no le van a faltar rivales. Estarán prácticamente los mejores en las grandes vueltas exceptuando al español Alberto Contador. Nairo Quintana, Alejandro Valverde, Vincenzo Nibali, Joaquim ‘Purito’ Rodríguez, Fabio Aru y Mikel Landa serán sus contrincantes más duros para ganar.

Chris Froome quiere entrar en el Olimpo del ciclismo y nada mejor que hacerlo consiguiendo el doblete Tour y Vuelta.