Por separado asustan, pero juntos pueden ser letales en esta nueva edición de la Vuelta a España. Astana no quiere quedarse otra vez a las puertas de ganar una vuelta de tres semanas -como ya lo estuve en los pasados Giro y Tour- y en la próxima ronda española traerá a sus tres mejores vueltómanos, con el objetivo de ganar la general con cualquiera de los tres, con todos los pros y, sobre todo, contras que eso genera a la hora de decidir el líder. Vincenzo Nibali, Fabio Aru y Mikel Landa serán los tres líderes del conjunto kazajo en Puerto Banús, aunque la carretera, la montaña y las fuerzas decidirán quién de los tres será el verdadero líder de Astana de cara a Madrid.
De los tres, el que más renombre tendrá será el italiano Vincenzo Nibali, ganador ya de las tres grandes -Giro, Tour y Vuelta-. No ha tenido un buen año y, desde febrero, lleva solo dos victorias en este 2015: el campeonato nacional en ruta y la etapa de La Toussuire, en el pasado Tour de Francia. Números muy flojos durante este año como para estar de brazos cruzados en la próxima edición de la Vuelta. Si alguien debe salvar su año en las próximas tres semanas de carrera, ese será el italiano, que, de ser el líder del equipo, tendrá un equipo y gregarios de auténtico lujo: Luis León Sánchez, Diego Rosa, Dario Cataldo...
A Fabio Aru se le ha vuelto a ver en forma en el Tour de Polonia tras su Giro de Italia. Fue su vuelta a la competición y en la Vuelta se espera que vuelva a su mejor nivel, al que, de no ser por Alberto Contador y por la estrategia de su equipo, le hubiese dado la general de la carrera italiana. Pero con un cartel de estrellas muy similar al de la pasada edición -y en el que faltará el corredor de Pinto-, Aru solo pudo ser quinto en la pasada edición, llevándose, como botín, dos etapas de montaña. Este año volverá a la vuelta española como, a priori, la segunda espada del equipo kazajo, después de su compatriota Nibali, pero también con opciones de realizar una gran clasificación general.
La última baza de Astana, como si no fueran de por sí seguras las de Nibali y Aru, será el español Mikel Landa, revelación en el Giro de este mismo año y potencial ganador de una gran vuelta por etapas en las próximas temporadas. El vasco será que menos galones tendrá de los tres dentro del equipo, pero, sin nada que perder, puede dinamitar la carrera, como ya hizo en el Giro, a favor de sus dos compañeros italianos. Su preparación para la Vuelta no ha sido la deseada: su caída en la Vuelta a Burgos lastró sus opciones de general. Ahora su rendimiento en la montaña es casi una incógnita, y, si Astana lo sabe aprovechar, puede convertirse en una baza para sus intereses.
Tres grandes líderes, que también lo serían perfectamente si corriesen por separado, se concentrarán en la plantilla de Astana para llevar el trofeo de esta edición al equipo kazajo. ¿El gran problema? Demasiado líderes dentro de una misma plantilla. Visto lo que sucedió en el Giro, Astana deberá pensar en cómo manejar a sus tres mejores ciclistas y a su equipo para conseguir el objetivo por el que han llevado a Puerto Banús a Nibali, Aru y Landa: ver a uno de ellos de rojo en Madrid.