Llama la atención que tras su impecable victoria en el Tour de Francia 2015, el británico Chris Froome haya decidido seguir adelante con la temporada. Nunca se da por satisfecho y la Vuelta es ese trofeo que necesita para enmarcar una temporada memorable. Sin embargo, la victoria estará bastante disputada. A la par, el italiano Vincenzo Nibali (Astana Pro Team), el colombiano Nairo Quintana (Movistar Team) y el norteamericano Tejay Van Garderen (BMC) se postulan como los principales contrincantes de Froome. Aun así, tras la exhibición que dio apenas unos meses, el ganador de las ediciones 2013 y 2015 del Tour de Francia es el principal favorito de cara a la victoria de la Vuelta.
Mirando al pasado
Peña Cabarga. Aquel lugar donde una leyenda se empezó a forjar. Es curioso observar que el lugar que vio nacer a todo un bicampeón del Tour estuviese en España. Por aquel entonces, Chris Froome servía a Sir Bradley Wiggins allá por la Vuelta 2011. En ese mítico puerto cántabro, aquel ciclista africano desconocido empezó a demostrar al mundo de que estaba hecho. A partir de dicha Vuelta, las alegrías se empezaron a suceder para el británico. Había nacido una nueva estrella.
Desde ese momento, Froome pasó de ser un gregario más a ser el gregario de lujo por excelencia de Wiggins. Así lo demostró un año después en la ronda gala. Una edición donde Bradley Wiggins vio como su sombra cada vez era más grande. Hasta que llegó 2013.
Tras ganar Dauphiné y Suiza, Froome acudió a la Grande Boucle como jefe de filas. Un líder incontestable que a base de garra y constancia se hizo con su primera gran vuelta por etapas de su carrera. Al contrario que esta temporada, el británico acudió a Estados Unidos a correr la prestigiosa USA Pro Challenge. Sin embargo, el experimento no salió bien y tuvo que abandonar en la séptima etapa. Es por ello, que la condición de Froome a estas alturas de la temporada es una incógnita. Lo cual hará la 70ª edición de la Vuelta una de las mejores ediciones de la carrera ciclista más prestigiosa del país.
Tras cosechar dicha victoria, Sky volvió a alistar al británico en el 'nueve' del Tour 2014. Sin embargo, una caída en la primera semana le hizo despertar de un sueño infinito. Un sueño que no acabó en Arenberg, ya que tan solo había empezado.
Tras dicho abandono, Froome acudió a la Vuelta por tercera vez encomendándose al famoso refrán de 'a la tercera va la vencida'. Sin embargo, Contador volvió a deleitar al público y se llevó la victoria en la clasificación general de la carrera. Un triunfo que no podrá defender en 2015.
Así pues, el trono busca rey y Froome es el pretendiente perfecto. Tras vencer en las generales de Dauphiné, Andalucía y Tour, el británico de 30 años está listo para un nuevo desafío. Una hazaña que solo han podido conseguir dos mitos del ciclismo como son Anquetil e Hinault. Un doblete que solo está a la altura de los mejores. Un doblete, que de ser así, consagraría al británico como uno de los mejores vueltómanos que ha visto el mundo del ciclismo.
Un equipo exquisito
Para entrar en el olimpo del ciclismo, Froome viene acompañado por un equipo perfecto. Uno de los mejores bloques de la Vuelta. Un conjunto sólido y consistente que se encargará de estar en todo momento al lado del británico. Ciclistas de la talla de Geraint Thomas o Mikel Nieve serán los principales defensores del comandante en jefe. Un comandante que además contará con el reciente vencedor de etapa en el Tour de Polonia Sergio Luis Henao o la locomotora Vasil Kiriyenka.
Para perfiles más llanos, el italiano Salvatore Puccio o el alemán Christian Knees serán los encargados de llevar en volandas al británico hacia la meta. Un auténtico equipazo que acompañará a Froome durante 21 días de carrera. 21 días agónicos donde no habrá tregua alguna. 21 días para demostrar que es el mejor vueltómano de mundo.
La contrarreloj será un plus
El recorrido es ideal para Froome. Al contrario que en el Tour, el británico contará con casi 45km de contrarreloj que podrá usar para abrir las primeras brechas contra sus enemigos inmediatos. A todo esto hay que sumarle 13 etapas de media-alta montaña donde se deberá enfrentar a... ¡44 puertos de montaña!
Así pues, Froome vuelve a España. A ese lugar que vio nacer a unos de los mejores ciclistas que se han visto. Tras tres intentos fallidos, Chris Froome dispara por cuarta vez en busca de reinar donde nunca ha reinado y dar un paso más hacia el olimpo del ciclismo. Es ahora o nunca. Es ahora cuando Froome debe demostrar lo grande que es él como ciclista y lo grande que es este deporte. En su mano está lograr su tercera gran vuelta y dar la alegría a un país que le ha dado un vuelco al ciclismo moderno. Es ahora cuando Froome debe ir en busca de ese reino perdido que vio nacer, y puede que hacerse mito a un africano que sigue sorprendiendo a tantos y tantos aficionados del ciclismo. Como todo en la vida, todo lo que empieza, acaba y es curioso como en múltiples ocasiones todo esto sucede en el mismo lugar: en un reino perdido, que como la Vuelta para Froome, está por descubrir.