Con la Vuelta a España recién salida del horno y el Tour del Porvenir dando sus primeros coletazos, los sprinters buscan su coto de caza particular. Ante la presencia de estas dos pruebas, en la que los escaladores y vueltómanos, tanto jóvenes como más veteranos, tienen su gran oportunidad, la Vattenfall Classic toma el protagonismo en el calendario de los hombres rápidos.
El recorrido no tiene demasiada historia. Todo está planeado para que en la ciudad del norte de Alemania los aficionados al ciclismo disfruten de un sprint con todas las grandes figuras en este aspecto en ristre.
El itinerario es totalmente llano y, previsiblemente, en los primeros kilómetros se forme una fuga que busque más tener protagonismo que la victoria en sí. Pese a todo, esta escapada pondrá en marcha la maquinaría de los equipos de los velocistas para tratar de no dejar resquicios a las sorpresas.
Después de 155 kilómetros de competición, longitud algo escasa para lo que es habitual en una clásica, se llegará a Hamburgo, escenario de una vibrante y fugaz batalla por ser el rey de la velocidad ciclista.
Dos bazas alemanas contra dos foráneas
Sin duda, Hamburgo presenciará un bonito envite entre los distintos sprinters del pelotón que no han optado por probar suerte en la Vuelta a España. Alemania, país organizador de la carrera, contará con dos potenciales ganadores: Marcel Kittel (Giant-Alpecin) y Andre Greipel (Lotto-Soudal).
Los principales contrincantes de los teutones serán el británico Mark Cavendish (Etixx-QuickStep) y el último ganador de la prueba, el noruego Alexandr Kristoff (Katusha). La participación de grandes sprinters la completan Arnaud Demare (FDJ), Sacha Modolo (Lampre-Merida), Elia Viviani, Ben Swift (Sky), Moreno Hofland (Lotto NL Jumbo) y Samuel Dumoulin (AG2R).
También destaca la apuesta fuerte de MTN-Qhubeka por esta carrera. El conjunto sudafricano se presenta en Hamburgo con toda su artillería para los sprints: Edvald Boasson-Hagen, Gerard Ciolek, Tyler Farrar, Matt Goss y Theo Bos.