Ilusionante. Así se presenta la temporada para Víctor de la Parte y David Belda. Ambos han mostrado, en los últimos años, que poseían un nivel superior al de sus equipos, que merecían estar algún escalón por encima. El Voralberg y el Burgos-BH se quedaban cortos para dos escaladores tan sólidos como estos dos. Y finalmente, 2016 será el año de su salto definitivo.
La gran eclosión de un emigrante austriaco
El primero ha conseguido, en este 2015, cinco de las seis victorias de su equipo, el Team Voralberg, de categoría continental. Tras iniciar su carrera en Caja Rural y tener que emigrar y pasar por equipos como el Tableware y el Efapel, el conjunto austriaco fue el destino del corredor vasco.
"Tengo 29 años y que es hora de dar el paso. Tiene que ser ahora", confirma Víctor de la Parte en unas declaraciones recogidas por la web Biciciclismo. Su equipo no le ha puesto trabas pues entiende que es una gran oportunidad para él.
Víctor de la Parte: "Ganar en Austria supuso un cambio de mentalidad"
Como dice, a sus 29 años, De la Parte ha demostrado sus dotes como escalador logrando sorprender en la Vuelta a Austria. Dos victorias de etapa y la general gracias a su solidez en la alta montaña. "Ganar Austria supuso un cambio de mentalidad", reconociendo que la victoria le dio confianza y ambición. Además, el español también consiguió triunfar en una etapa de la Vuelta a la Alta Austria. No solo buen escalador, sino también buen contrarrelojista. En el Campeonato de España contra el crono acabó sexto.
Todos estos resultados hacen que el español fuera un diamante en bruto en el ciclismo continental y ha encontrado acomodo en uno de los pro-conti más potentes: el CCC Sprandi Polkowice. Un equipo que aspira a competir incluso en dos grandes vueltas (Giro y Vuelta). "Me motiva saber que puedo correr una grande", admite el vitoriano. Además, es un invitado habitual del resto de carreras World Tour, sobre todo en Italia y España. Será el escalador que necesitaba CCC, un equipo lleno de buenos rodadores pero que carecía de un hombre para la montaña.
Así pues, oportunidades le sobrarán a De la Parte para hacerse un nombre entre tanto polaco 'impronunciable'.
Premio a un veterano gran escalador
Otro que ha mejorado su 'status' ha sido David Belda. El hijo de Vicente Belda ha sabido ganarse un hueco en el pelotón nacional, más allá de llevar el apellido de su padre. Tras pasar por el Fuerteventura-Canarias y el Boyacá es para vivirla, Burgos-BH fue un buen hogar para el alicantino. Desde 2011 hasta 2015, corriendo un amplio calendario español, aunque las victorias tardaron en llegar.
Con 26 años, en 2009, se llevó la Vuelta a León y, salvo una etapa en una carrera menor francesa, no volvió a ganar hasta 2014, año de eclosión definitiva. Una primavera perfecta, con podio en la Clásica de Amorebieta, llevó al alicantino a ganar en la Vuelta a Castilla y León. Remató un genial año con una buena participación en el Tour del País de Savoya y con una gran actuación en la Vuelta a Portugal, con dos victorias y un top 20 final.
2015 no fue un año tan prolífico como el anterior, sobre todo en España, pero la sensación fue de paso adelante. Belda estaba entre los mejores en las carreras por etapas como Vuelta a Castilla y León, Vuelta a Asturias o Vuelta a Burgos, donde acabó en un sorprendente undécimo puesto. Las victorias, esta vez, llegaron en Francia. Una etapa en el Rhône-Alpes Isère Tour, con equipos importantes como el Europcar, y victoria en la general del Tour de Saboya, con una victoria y dos top 3. Remató el año con una buena actuación en la Clásica de Ordizia.
Todos estos resultados, unidos a las sensaciones dejadas por Belda, como potente escalador, le han valido el puesto en el Roth-Skoda, comandado por Roberto Marchetti. En principio, el cuadro suizo será de categoría Profesional Continental, tal y como refleja la lista previa de la UCI. En años anteriores ha tenido presencia en carreras italianas, francesas, suizas, austriacas e incluso españolas y clásicas de Bélgica y Holanda.
Así pues, a sus 32 años, David Belda da un salto importante en su carrera; prácticamente definitiva la oportunidad que le brinda Marchetti de tener una última aventura europea.