Suena su nombre. Sube al podio, lo hace por segunda vez esta tarde. No será la última. Sonríe, tímidamente, como siempre. Saluda a su compañero y amigo, un todavía visiblemente emocionado Alejandro Valverde. Saluda también, más cordialmente, al hombre del día, Chris Froome. Hablan un poco. Vuelve a sonreír. Empieza a sonar el “Good Save The Queen”. Se quita la gorra, posa serio. Dos años después, ha vuelto al Tour. Dos años después, ha vuelto a ser segundo. “Que sea la última vez”, quizás piensa. Acaba el himno, sube el trofeo para Froome, flores y su hija Mariana, su hija. Vuelve a sonreír. Es Nairo Quintana.

2013 y 2014, años de imparable progresión

Lejos empieza a quedar ya aquel julio de 2013, cuando un boyacense de apenas 23 años veía en Saint-Amand-Montrond como su jefe de filas, Alejandro Valverde, cedía casi diez minutos a causa de los abanicos. Él era, entonces, el ciclista del Movistar Team mejor situado en Clasificación General del 100° Tour de Francia. Su hora había llegado. Ganador aquel año en el País Vasco y cuarto en Catalunya, la perla colombiana se convertía en el líder del conjunto azul en su primer Tour de Francia. Y no defraudó. Fue segundo en Mont Ventoux, cuarto en Alpe d’Huez y ganó la penúltima etapa en Le Semnoz. Finalizo segundo en su primer Tour a 4:20 de un excelso Chris Froome (SKY). En un oscuro París, subió al podio con la mejor de sus tímidas sonrisas. No había ganado, pero estaba satisfecho.

Nairo subió al podio en su primer Tour | Fuente: www.colombia.com.

Siguió creciendo en 2014. Cosechó buenos resultados en carreras de una semana, ganando en Burgos y San Luis, siendo segundo en la Tirreno-Adriático y quinto en la Volta a Catalunya. Pero sobre todo, ganó con autoridad el Giro de Italia, superando a su compatriota Rigoberto Uran (OPQ) y al italiano Fabio Aru (AST). En la Vuelta a España, cuando iba de rojo, se topó con un guardarrail durante la contrarreloj individual. Abandonó el día siguiente.

2015: segundo asalto

2015 era el año. Nairo no era el de 2013. Era un ciclista más maduro, también más respetado en el pelotón. Era el elegido. El elegido para vencer a Chris Froome en la ronda gala. Además, el recorrido se presentaba propicio para ello: solamente 14km de contrarreloj individual y abundante montaña.

Tridentes y piedras

Empezó la temporada en cerca de casa, en el argentino Tour de San Luis, donde fue superado por el argentino Daniel Díaz (FUN) y el también escarabajo Rodolfo Torres (COL). Disputó la prueba en ruta de los Campeonatos de Colombia. Abandonó.

Volvió en marzo para llevarse el tridente de la Tirreno-Adriático, dando una exhibición en el Terminillo, el único final en alto de la carrera. Realizó una discreta contrarreloj en la última etapa. Sin embargo, la poca distancia de ésta (10 km) le permitió conservar el liderato. 18” le separaron de Bauke Mollema (TFR) y 31” de Rigoberto Uran (EQS), ganando así su primera “Carrera de los Dos Mares” y siendo el primer colombiano en ganarla.

Convincente triunfo en Tirreno-Adriático | Fuente: Tirreno-Adriático oficial.

Marzo estuvo marcado también por su debut en el pavé, con el fin de conocer que le esperaba en la posiblemente etapa más temida del próximo Tour. Disputó la Dwars door Vlaanderen y la E3 Harelbeke, siendo 78° en la primera y abandonando en la segunda.

Empezó abril en España, disputando en Gran Premio Miguel Induráin y quedándose a las puertas del podio en la Vuelta al País Vasco. Trabajó, con éxito, para su compañero Alejandro Valverde en la Flecha Valona y en la Lieja-Bastoña-Lieja. El boyacense realizó después un discreto Tour de Romandía, el cual finalizo octavo, a más de minuto y medio del joven Ilnur Zakarin (KAT). Como demostró después en la Route du Sud, su objetivo no era otro que prepararse para el Tour de Francia.

'Back to 2013'

Y el Tour llegó. Un recorrido idóneo para subirse a lo más alto en Paris. Era su momento. Empezó bien, en vez de ser de los últimos en salir en la contrarreloj de la primera etapa, Eusebio Unzué decidió sacarle antes con el fin de evitar el viento que acechaba, perdiendo pocos segundos respecto a los que serían sus más directos rivales. Sin embargo, los abanicos hicieron presencia en la segunda etapa y Froome (SKY), Contador (TCS) y Van Garderen (BMC), entre otros, consiguieron sacarle alrededor de minuto y medio en Neeltje Jans.

Al día siguiente volvió a perder unos segundos respecto a Froome quien, ya de amarillo, le aventajaba ya en casi 2 minutos, distancia que empezaba a ser peligrosa aunque aquello acababa de empezar. Y salvó los tramos de pavé. Lo sucedido en 2014 estaba presente todavía en la mente de los corredores y solamente Nibali, sin éxito, intentó romper un grupo en el que se encontraban la mayoría de los favoritos (Nairo entre ellos). Después de unas etapas tranquilas, la primera semana terminó con una contrarreloj por equipos en la que el conjunto español logró el tercer puesto, cediendo solamente 4” respecto al BMC y 3” ante el Team SKY de Froome.

El 14 de julio, Día Nacional francés, empezó la montaña. 167km desde Tarbes hasta el único puerto de entidad de la jornada, La Pierre-Saint Martin, iniciando el tridente de los Pirineos. Froome y su equipo realizaron una demostración de poderío, con Froome ganando y su escudero, el australiano Richie Porte, siendo segundo. Nairo finalizó tercero a 1:04 del británico, más la bonificación. Otros candidatos a disputarle el Tour al colombiano, Contador y Nibali, perdieron 2:51 y 4:25, respectivamente. Pese al mazazo que supuso estar ya a más de 3 minutos del líder, Nairo supo mantener el tipo y no perdió tiempo en las dos siguientes etapas de montaña con final en Cauterets (con subida al Tourmalet incluida) y en Plateau de Beille.

El muro de Mende fue el último lugar en el que Nairo perdió tiempo respecto a Froome. Perdió 1 segundo, concretamente. A partir de entonces, empezó su intento de remontada. Llegaron los Alpes. No perdió ni ganó tiempo ni en Pra Loup ni en Saint-Jean-de-Maurienne. Recortó 32” en La Toussuire, en la antepenúltima etapa, quedándose a poco más de 2 minutos y medio de Froome. Era muy difícil, pero no imposible. Alpe d’Huez dictaría sentencia. Ya en el puerto de las 21 curvas, Nairo consiguió desengancharse de Froome. El británico, débil, veía como, kilómetro a kilómetro, su segunda victoria en Tour peligraba. Mientras Quintana iba a la caza de Pinot (FDJ), cabeza de carrera en solitario, Froome necesitaba el apoyo de su equipo para minimizar perdidas. Finalmente, Nairo no pudo realizar la gesta y se quedó a poco más de un minuto del virtualmente bicampeón del Tour de Francia.

Nairo intentó dar la vuelta a la general en las últimas etapas de montaña | Fuente: Reuters.

Llegaron a París. Volvió a subir al podio, otra vez segundo. Sin embargo, su sonrisa no era la misma de 2013. Tímida también, sí. Pero el objetivo final era distinto al de 2013. Había venido para ganar. Y no había ganado.

Cuatro semanas después, empezó la Vuelta a España en Marbella. Acusando la fatiga del Tour, realizo un papel discreto. Pese a terminar ocho etapas en el Top-10, no finalizó ninguna entre los tres primeros y ni una excelente contrarreloj en Burgos, en la que fue sexto, sirvió para subir al podio en Madrid, donde finalizó la temporada 2015. Finalizó cuarto, a 1:42 de Fabio Aru (AST).

El porvenir de Nairo

“Ganara el Tour, seguro. Tiene piernas y muchos anos todavía por delante.” Eso decían hace una década de Alejandro Valverde y eso dicen desde hace unos años de Nairo. Sin embargo, ninguno de los dos ha subido jamás en lo más alto del podio de Paris. ¿Cuándo ganara Nairo Quintana el Tour de Francia? Nairo es ahora mismo la mayor alternativa a Froome. Alberto Contador (TCS) y Vincenzo Nibali (AST), aunque grandes ciclistas, parecen estar un peldaño por debajo del británico y del colombiano.

Nairo tiene un problema. Este problema se llama “primera semana”. Es sabido que las primeras etapas del Tour son normalmente etapas nerviosas en las que la colocación es clave para evitar verse involucrado en caídas o cortes. Froome pesa 71kg; Nairo 58kg. Mientras en la montaña se mueve como pez en el agua, en el llano flaquea debido a su poca corpulencia y experiencia, flaqueza que le hizo perder un crucial minuto y medio en el pasado Tour. Froome es un ciclista completo; Nairo, aunque se defiende en la contrarreloj, no. Además, por lo que se ha visto en las Grandes Vueltas en las que ha participado, Nairo no suele rendir al máximo en las primeras etapas de montaña, algo que se ha visto con claridad tanto en Tour 2013 como en la pasada edición de la carrera francesa. Si este año perdió poco más de un minuto en La Pierre-Saint Martin respecto a Froome, en 2013 el británico le quitó 1:45 en Ax 3 Domaines. Pero ganará el Tour. Puede incluso que gane más de uno. ¿Por qué? Varios motivos invitan a pensar en ello.​​​

Quintana saluda a Froome en el podio del Tour | Fuente: ASO/Tour de Francia.

Nairo no es ya solamente el mejor ciclista colombiano de todos los tiempos, sino que es posiblemente también el mejor escalador mundial del momento. Nairo es un escalador puro. Solamente Froome ha sido capaz de plantarle cara en dos ediciones del Tour de Francia, siendo superado por el colombiano en las últimas etapas de ambas ediciones. Aunque ni en 2013 ni en 2015 supo dar la vuelta a la clasificación, Quintana ha demostrado que, cuando rinde al máximo, ni Froome puede con él.

Solamente tiene 25 años. Si a esta edad, estando todavía en progresión, ha sido capaz de ganar ya un Giro y ser dos veces segundo en el Tour, entre otros grandes resultados, ganar el Tour es solo cuestión de tiempo. Nairo crece año a año y aún no conocemos sus límites. Considerando que un ciclista llega a su plenitud deportiva cuando tiene entre 28 y 30 años, ¿qué podemos esperar del joven colombiano? Por entonces podríamos encontrarnos con un Nairo más experimentado que ahora, mejor contra el reloj e incluso más fuerte en la montaña.

La cosa no acaba aquí. Las Grandes Vueltas están cambiando. Si en los 90 apenas tendría opciones de ganar el Tour de Francia debido a los muchos kilómetros de contrarreloj individual, ahora las organizaciones están reduciendo el número de kilómetros cronometrados y apostando por más etapas de alta montaña, algo que favorece sin duda alguna al escarabajo.

Nairo se centrará en mejorar en crono | Fuente: Luis Barbosa.

Nairo volverá al ataque en 2016. Es posible que sea el definitivo. Sigue progresando y el recorrido del próximo Tour le favorece pese a haber más contrarreloj que en la pasada edición. Irá otra vez con un solo objetivo en mente. Subir al podio de Paris con la mejor de sus tímidas sonrisas.

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