La carrera del sol. Desde las cercanías de París, más al norte que al centro de Francia, hasta la Costa Azul, hasta Niza, hasta el paseo marítimo donde 'siempre' luce el sol. Luce el sol como el ciclista que se corona campeón en el paseo marítimo de la ciudad más turística de la región, en la primera gran carrera del año. Del tono grisáceo de la salida, lluvia posible, frío... al clima suave de la costa mediterránea, a las temperaturas templadas, al color azul del cielo, que da nombre a la costa, al mar, al sol. De ahí viene el nombre. La carrera del sol, ese sol que se busca, que se quiere ver lucir ante las estrellas que brillan en la meta de Niza. Esto es, la París-Niza.
Tópicos y literatura aparte, estamos ante la primera gran carrera del año. El joven Tour Down Under solo es un aperitivo, al igual que lo son otras carreras, en auge, pero con menor entidad. Pasado ya el Tour de San Luis, las primeras clásicas francesas, italianas y españolas, las primeras vueltas de cuatro o cinco días (C. Valenciana, Algarve, Andalucía, Dubái, Catar, Omán...) e iniciado ya el calendario primaveral con los primeros adoquines. Entre todas ellas, a principios de marzo, París-Niza es la primera gran carrera en disputa.
Desde Poulidor hasta Porte
En su palmarés se refleja. 73 ediciones a sus espaldas. Recorriendo Francia de norte a sur. Con ganadores con cualidades muy completas, buenos cronners, escaladores ágiles, 'mediamontañistas' de fondo y hombres que se defienden bien en el sube y baja, entre la lluvia y el viento.
El belga Raymond Impanis es el primero ciclista de prestigio que ganó la prueba en 1954. Luego llegó Anquetil (x5) y Merckx (x3) y Zoetemelk (x3). Luego llegaron los 80, soberanía de Sean Kelly, un excelente contrarrelojista, siete veces campeón de la prueba. Y ya en los 90 prosigueron los hombres potentes. Miguel Indurain (x2), Rominger, Zulle, Jalabert (x3)... y hasta llegar a los 2000. Kloden, Vinokurov (x2), Contador (x2), Luis León Sánchez, Tony Martin, Bradley Wiggins, Richie Porte (x2) y Carlos Alberto Betancur. Todos ellos se lucieron al sol de la Costa Azul. Todos saborearon con más ansia el calor que espera en Niza, a la conclusión de la Carrera del Sol. Todos ellos buscan heredero en 2016.
Y el que lo sea va a tener que ser un hombre muy en forma. El ritmo infernal que se espera para cada etapa requiere atención máxima, día a día, jornada a jornada. Prólogo duro, llegadas nerviosas, repechos, cotas... y conforme nos acercamos a Niza, más dureza. El Montventoux, Madonne d'Utelle, Eze... y Niza. Llega el sol, llega la playa, llega el paseo, la brisa mediterránea... el respiro y la gloria.
Prólogo | Conflans-Sainte-Honorine | 6,1 km
Corta crono para abrir boca pero con dureza final. No solo habrá que mantener la velocidad sino que habrá que apretar en una zona que no deja de subir hasta la meta. No se esperan grandes diferencias pero ojo con esto.
Etapa 1 | Condé-sur-Vesgre - Vendôme | 198 km
Jornada propicia para que los velocistas peleen por su primer triunfo en Vendome. Eso sí, el final cuenta con algún inconveniente. Doble paso por la Cote du Chemin de la Tetre Motte (3ª), entre carreteras de roca caliza. Si llueve puede convertirse en una pista de patinaje. Habrá tres pasos por carreteras de este tipo, dos en forma de subida. La ultima, a solo cuatro kilómetros de meta.
Etapa 2 | Contres - Commentry | 213,5 km
De nuevo final propicio para los hombres más rápidos. Jornada llana que se complica al final con algún pequeño repecho e incluso un alto de tercera, todavía lejos de meta. La llegada pica hacia arriba y la meta se afrontará en dos ocasiones. La segunda, la definitva.
Etapa 3 | Cusset - Mont Brouilly | 168 km
La cosa se pone seria. Primera etapa en la que se pueden abrir diferencias reales y ojo con la climatología porque aunque sean altos de tercera y uno de segunda puntuables, es un sube y baja constante. Etapa de media montaña con hasta cinco altos de tercera, en terreno intermedio entre salida y llegada, y uno de segunda, Mont Brouilly, que introduce la carrera en su parte decisiva. Luego se suben dos altos, no puntuables. Uno a unos 15 kilómetros de meta y precisamente en meta, pica hacia arriba, en lo que podría considerarse la primera llegada en alto. Jornada para fondistas y ojo porque una escapada puede poner en aprietos a los favoritos.
Etapa 4 | Juliénas - Romans-sur-Isère | 195,5 km
Las cosas se tranquilizan cuando la carrera bordea el macizo central. Jornada con previsiones de finalizar al sprint, con tres altos menores por el camino y llegada completamente plana.
Etapa 5 | Saint-Paul-Trois-Châteaux - Salon-de-Provence | 198 km
La carrera entra en su parte definitiva. Jornada ya de entrada en los Alpes marítimos y ojo con el inicio de etapa en el que una fuga puede hacer de las suyas e irse con ventaja. Se enlazan el Col de la Madeleine (3ª), con el Mont-Ventoux (1ª) y el paso no puntuable por Saint-Jean-de-Sault. El coloso francés no se sube entero, lógicamente, se llegará hasta los 1400 metros de los 1900 que estamos acostumbrados. Tras el descenso el ritmo será brutal. Col du Pointu (2ª), Cote de la Roque d'Antheron (2ª) y Col de Seze (2ª) para afrontar unos últimos treinta kilómetros totalmente llanos, pero con la fatiga acumulada.
Etapa 6 | Nice - La Madone d'Utelle | 177 km
Fuera máscaras ya en plenos Alpes marítimos. Muchas cimas, oteando el Mediterráneo de fondo. De salida, la Cote de Gattieres (2ª) y seguidamente la Cote de Coursegoules (2ª). Descenso y otro alto, la Cote de la Sigale (2ª) para completar la primera parte de la carrera. Sin apenas descenso afrontarán el primer puerto de primera, la Cote d'Ascros. Larga bajada, paso por Toudon, Gilette e inicio de la parte definitiva. Encadenado de la Cote de Levens (2ª), la Cote de Duranus (2ª) y, para rematar, la subida estrella. 15,3 kilómetros al 5,7 % para completar la inédita Madone d'Utelle (1ª). En su cima, probablemente, se harán diferencias. Pero la última palabra no está dicha, ni mucho menos.
Etapa 7 | Niza - Niza | 141 km
Y no está nada dicho porque, aunque no haya crono en el Col d'Eze sí que habrá una etapa final muy muy dura. De nuevo un encadenado sin respiro. Inicio tranquilo pero la carretera se va poniendo cuesta arriba. Dos terceras para empezar y dos segundas para completar la primera mitad de la carrera. Sin descanso, dientes de sierra, para arriba y para abajo, para arriba y para abajo. Con la Cote de Peille (1ª) las cartas quedarán boca arriba y por qué no probar un ataque lejano. Largo descenso hasta el Col d'Eze (1ª) y descenso final, frenético, hasta el paseo marítimo de Niza.
¿Contador - Bardet y Porte?
En cuanto a los favoritos, la nómina es muy amplia aunque encontramos a uno principal. Alberto Contador (Tinkoff) será el hombre a batir. Se mostró muy fuerte en la montaña del Algarve y quiere refrendar esas sensaciones en la París-Niza. Además, estará apoyado por un equipazo con Rafal Majka, Robert Kiserlovski o Yuri Trofimov como principales gregarios para la montaña.
En frente, parece que la principal amenaza será el francés Romain Bardet (AG2R La Mondiale). El escalador galo quiere ser una alternativa en el Tour de Francia y sabe que tiene que empezar a competir desde ya. Ojo también con el vencedor el pasado año, Richie Porte (BMC Racing Team), experto en carreras de una semana aunque lastrado por la ausencia de crono, al igual que Geraint Thomas (Team Sky), con un equipazo junto a Sergio Henao, Mikel Nieve o Nicolas Roche.
Otros de los candidatos a pelear por el podio serán Rui Costa (Lampre-Merida), Simon Yates (Orica GreenEdge), Pierre Rolland (Cannondale-Garmin), Tom Dumoulin (Giant-Alpecin) o Wilco Kelderman (Team LottoNL-Jumbo) además de hombres que se defienden muy bien en carreras de una semana como Ion Izagirre (Movistar Team), Simon Spilak e Ilnur Zakarin (Team Katusha) o incluso Daniel Díaz (Delko Marseille-KTM). Atentos también a la actuación de jóvenes Louis Meintjes (Lampre-Merida) o Lawson Craddock (Cannondal-Garmin).
Rematadores y sprinters
Hombres que pueden brillar en etapas concretas, por ser muy completos, por subir, por bajar, por rematar... pueden ser Philippe Gilbert (BMC Racing Team), Jesús Herrada (Movistar Team), Tom-Jelte Slagter (Cannondale-Garmin), Tim Wellens (Lotto-Soudal), Michael Valgren (Tinkoffs), Serge Pauwels (Dimension Data) o la dupla de Direct Energie con Chavanel y Voeckler. Además, el equipo Astana Team tendrá mucho que decir. Equipazo con hombres de la talla de Lars Boom, Luis León Sánchez, Lieuwe Westra, Tanel Kangert o Diego Rosa.
En las posibles llegadas masivas, duelo de gallos, como ya ocurriera en 2015. Se prevé que los grandes dominadores sean Marcel Kittel (Giant-Alpecin), André Greipel (Lotto-Soudal) y Alexander Kristoff (Team Katusha). Pero ojo porque están los franceses acechando con Nacer Bouhanni (Cofidis) y Arnaud Démare (FDJ). Ojo también con Ben Swift (Team Sky), Juanjo Lobato (Movistar Team), los italianos Bonifacio, Felline (Trek-Segafredo) y Davide Cimolai (Lampre-Merida) además de Van Genechten (IAM Cycling) y Wouter Wippert (Cannondale-Garmin). Habrá unas tres o cuatro oportunidades de triunfar al sprint, la gloria se reserva a muy pocos.
