Tuvo un papel discreto en los primeros compases de su temporada, actuando de gregario de la mejor forma posible en favor de sus líderes, pero la gloria para Imanol Erviti no tardaría en llegar, y de forma sorprendente, donde ni mucho menos se lo esperaba. La estrategia la tenía clara el ciclista pamplonés, filtrándose en la escapada del Tour de Flandes, esperando la llegada de los máximos favoritos para terminar concluyendo en una meritoria séptima posición, pero no había hecho más que comenzar el festival del corredor navarro. En la París-Roubaix la táctica de Erviti sería la misma que en Flandes, cogiendo la fuga buena para terminar llegando al Velódromo de Roubaix en una espectacular novena posición.
"La alergia me hacía volver otras veces disgustado, porque quería hacer un esfuerzo y, entre el polvo y las dificultades de carrera, acababa mermado, ha llovido justo antes de Flandes y de Roubaix, ha limpiado el aire y me ha permitido estar arriba"
La táctica de Erviti salió a la perfección, logrando entrar en las fugas de Flandes y Roubaix, teniendo claro que sus compañeros le ayudaron a la perfección para conseguirlo, y luego le tocó luchar a él por aguantar en cabeza de carrera. "En un primer momento te quedas con un poco de sabor agridulce, por no poder seguir a tu grupo de cara al sprint por ir tan al límite, pero luego reflexionas y te vas muy contento. Si es difícil coger una fuga, Flandes, coger dos es una maravilla, y si la he cogido es porque me ha echado una mano el equipo para entrar, han hecho un movimiento para meterme en la fuga y es lo que me ha hecho estar, pero tampoco ha sido una fuga cómoda, hemos tenido que ir muy rápidos todo el tiempo, atrás se ha liado muy pronto con la caída y el ataque de Boonen. Iban muy cerquita todo el rato, no nos han permitido coger aire en ningún momento y, una vez cazados, era una pequeña tortura cada tramo", comentó ante los medios de comunicación.
Ni mucho menos se conformó Imanol con formar la fuga sin más, sino que se dejó ver en cabeza de carrera, tirando en más de un tramo, y dando presencia en las clásicas de pavé a España y al Movistar Team. "Tiraba por ser solidario y porque a mí también me interesaba que hubiese un poco de acuerdo más que ir ‘a palos’, ir de ese otro modo me supondría mayor desgaste y quizás llegar un poco menos lejos. La verdad es que no era el que más empujaba, pero no quería romper yo la ruleta, hay que ser honesto y correr dando la cara y con lo que se tiene, encima iba animado, después de correr también así en Flandes, pienso que merecía la pena. He llegado muy al límite en meta, no he podido buscar el puesto en el Velódromo, pero he apostado por hacer las cosas bien", afirmó.
Para terminar, Imanol Erviti termina con un gran sabor de boca su participación en el Tour de Flandes y la París-Roubaix, donde ya piensa en acudir el próximo año aún más preparado. "Si me encuentro así, puedo estar adelante en el pavé, también es cierto que todo pasa por buscar las fugas, que te facilitan correr más tranquilo. Las condiciones me han favorecido: la alergia me hacía volver otras veces disgustado, porque quería hacer un esfuerzo y, entre el polvo y las dificultades de carrera, acababa mermado, ha llovido justo antes de Flandes y de Roubaix, ha limpiado el aire y me ha permitido estar arriba, en definitiva, me marcho muy feliz", concluyó.