Edward Theuns, clasicómano y ciclista todoterreno, ha conseguido el triunfo en la primera etapa de la Vuelta a Bélgica. El de Trek mostró todas sus cualidades en el sprint de Knokke-Heist: buscó el hueco con habilidad y tiró de potencia para imponerse a sus rivales en un apretadísimo sprint en el paseo marítimo de la mencionada localidad belga. Una caída, a falta de kilómetro y medio, seleccionó la llegada y dejó a una treintena de corredores pugnando por la victoria. Trek supo lanzar a Theuns, pese a la buena labor de Lotto-Soudal, y el belga decidió con gran autoridad. Van Aert retuvo el liderato.
Etapa para sprinters
Todo ello en una jornada completamente plana. El circuito final, ya en Knokke-Heist, en torno al paseo marítimo, será nervioso y habrá que estar muy atento a posibles caídas o cortes. 177 kilómetros con salida en Buggenhout y final picando hacia arriba.
Tras muchos ataques, Van Goethem (Roompot-Oranje Peloton) y De Winter (Team 3M) consolidaron la escapada de la jornada. Un duo sin prácticamente opciones de sorprender a un pelotón lleno de gallos al sprint. Así fue transcurriendo la carrera, con la escapada no pudiendo superar los cuatro minutos de renta. Así pues, el final de la fuga estaba cantado.
La voracidad de los sprinters
Y llegó a falta de 18 kilómetros para la meta. Tras el control del equipo del líder, Vastagoedservice, y el interés de otros equipos como Wantym Direct Energie o IAM. Y todavía faltaban los equipos de los principales gallos al sprint, porque así se preveía el final en Knokke-Heist, masivo.
Con la neutralización, dentro de la última vuelta al circuito final, llegaron los movimiento valientes. Lo probaron Jack Bauer (Cannonda), Fredik Backaert (Wanty-Group Gobert) o Lars Boom (Astana Team), pero ninguno llegó a poner en aprietos al pelotón. Apenas cogieron unos metros y fueron neutralizados en pocos kilómetros.
El amplio asfalto del final de la etapa favoreció el control por parte de los grandes equipos. Wanty, Lotto-Soudal y Etixx fueron los más interesados en mantener un buen ritmo. En el conjunto de Lefevre estaban interesados en llevar la carrera lo más controlada posible y por ello pusieron a tirar a Tony Martin. Potencia pura en cabeza del grupo.
Trek esquiva la caída
Ya entrando en los últimos dos kilómetros, con la llegada a la ciudad, la carretera se enrevesó: más estrecha, con más curvas... fruto de ello se produjo una caída en la parte delantera del pelotón. Zona de seguridad pero el grupo ya estaba maltrecho. Una treintena de corredores se fueron por delante para jugarse la victoria al sprint.
Suerte o estrategia. Lo único cierto es que justo 100 metros antes, el conjunto Trek había cogido la cabeza del paquete principal, con Van Poppel y Stuyven llevando bien colocado a Edward Theuns. Era la apuesta del equipo americano. Le llevaron por delante unos metros y, entrando en la recta de meta, Lotto-Soudal cogió el relevo.
Habilidad y potencia
La llegada estaba lanzada, los últimos gregarios se apartaron. Ya era territorio de gallos. Y ahí emergió Edward Theuns, colocado en segundo plano, tiró de habilidad para colocarse a la cabeza, superando a Debusschere. Con un comprometido movimiento cogió la punta y pugnó de tú a tú, a la par, con Baptiste Planckaert (Wallonie-Bruxelles). Pero el de Trek estuvo más potente y acabó imponiéndose con autoridad en meta. Una llegada igualada, picando hacia arriba y muy emocionante.
Segundo entró el prometedor Daniel McClay (Fortuneo-Vital Concept) y tercero acabó Kenny Dehaes (Wanty-Group Gobert). Pese a la caída, no hubo diferencias debido a que se produjo en los kilómetros de seguridad. Así pues, Van Aert sigue líder a la espera de las cotas y el pavé de mañana y pasado mañana.
Y mañana...
Primeros muros y primeros tramos de pavé de esta Vuelta a Bélgica. Etapa a disputar en la provincia de Flandes, con doble paso por los muros típicos Valkenberg (550 m al 8%), Leberg (1,1 km al 3%) y Berendries (950 m al 7%) y triple paso por los tramos adoquinados de Paddestraat (1,5 km) y Lippenhovestraat (1,3 km), el último, a solo diez kilómetros de la meta. Serán 200 kilómetros entre Knokke-Heist y Herzele.
