La valentía y la autoridad le sirvieron a Dries Devenyns para conseguir su segunda victoria de la temporada -ganó en el GP de la Marsellesa-. El belga del equipo IAM Cycling estuvo en el corte ganador, incluso se marchó junto a Vandenbergh durante unos kilómetros. El destino de la carrera quiso que tuviera que salir a un movimiento del espigado corredor de Etixx, salir de su aspiración e imponerse de forma clara en la meta de Herzele. Los muros y el adoquín fueron protagonistas en la jornada de hoy.

Como una clásica flamenca

Y es que la segunda etapa de la Vuelta a Bélgica recorría la provincia de Flandes. 200 kilómetros desde Knokke-Heist hasta Herzele con un circuito final muy selectivo: doble paso por los muros típicos Valkenberg (550 m al 8%), Leberg (1,1 km al 3%) y Berendries (950 m al 7%) y triple paso por los tramos adoquinados de Paddestraat (1,5 km) y Lippenhovestraat (1,3 km), el último, a solo diez kilómetros de la meta.

Poco o nada tenía que hacer la escapada en el día de hoy. El pelotón no permitió a hombres importantes en el corte de cabeza y todo transcurrió con normalidad a lo largo de la primera parte de la carrera. Tras muchos ataques, se consolidó una fuga con Clement Chevrier, Olivier Naesen (IAM Cycling), Amaury Capiot (Topsport-Vlaanderen Baloise), Mirko Selvaggi (Androni Giocattoli), Steven Tronet (Fortuneo-Vital Concept), Ludwig De Winter (Wallonie-Bruxelles) y Christophe Premont (Verandas-Willems). Este grupo no llegó a tener más de tres minutos de renta y el pelotón acabó neutralizándolo a unos 50 kilómetros de meta.

Valientes sin recompensa

Como era de esperar, todo se iba a decidir en la última vuelta. Las cotas y los tramos de pavé iban a ser decisivos. Antes del segundo paso por el Valkenberg, valientes movimientos de Tony Martin, Thurau, Spilak, Wallays, Sieberg... no llegaron a buen puerto. El control del pelotón, con la implicación de Astana, Direct Energie, el equipo del líder, Giant o Bora, hizo imposible que cualquier movimiento se fraguara.

Tampoco en el Valkenberg, donde el control de Direct Energie se impuso a los valientes. Incluso un problema mecánico alejó a Terpstra de los mejores -acabó entrando con el grupo principal-. El grupo rodaba estirado buscando ya el paso por el Leberg, perdiendo unidades en el llano, debido al imponente ritmo del conjunto galo.

Dimitri Claeys (Wanty-Group Gobert) arrancó con ganas la cota del Leberg y así la terminó. Acabó formando un movimiento con gente importante como Tom Jelte Slagter (Cannondale), Laurent De Vreese (Astana Team) o Sylvain Chavanel (Direct Energie). Se distanciaron del grupo y fue el propio líder, ayudado por alguna otra escuadra, el que tuvo que encargarse de la persecución. Era poco más de una decena de segundos p la decena de corredores que cabalgaba por delante era de importante rango.

Direct Energie estuvo muy presente en la cabeza del pelotón | Fuente: Dieter Vanderlinden.
Direct Energie estuvo muy presente en la cabeza del pelotón | Fuente: Dieter Vanderlinden.

El Berendries insta a la rebelión

El grupo principal se echaba encima en el Berendries y De Vreese quiso probarlo en solitario. No quería darse por vencido. Y ese mismo Berendries pareció animar a algunos de los outsiders de la carrera y todo se fue consolidando a partir del Paddestraat. Enrico Gasparotto (Wanty-Group Gobert) y Tiejs Benoot (Lotto-Soudal), junto con Stijn Vandenbergh (Etixx-Quick Step), Sergei Chernetski (Team Katusha), Dries Devenyns, Reto Hollestein (IAM Cycling), Baptiste Planckaert (Wallonie-Bruxelles), Pieter Vanspeybrouck y Floris De Tier (Topsport-Vlaanderen Baloise). Algunos de ellos se unieron al corte tras el Paddestraat, no desde el movimiento inicial. Otros no pudieron alcanzar este grupo cabecero y se tuvieron que quedar al amparo del pelotón.

La persecución era frenética. Corredores intercalados, el pelotón enfilado... pero el entendimiento por delante hizo inútil el esfuerzo por detrás. El grupo mencionado anteriormente fue, poco a poco, fraguando su diferencia. Eran 24 segundos a falta de 17 kilómetros para una decena de corredores -nueve en concreto-. Era posible. Eso sí, por detrás venían los galgos de Etixx, con Tony Martin como caballo de persecución, o los Trek, con Theuns como gran baza. No iba a ser fácil.

La fuga se entiende

Tony Martin venía persiguiendo por detrás, encabezando el paquete principal, pero el terreno no era fácil. Caminos, cruces, carretera estrecha, mal asfalto... lo que viene siendo un recorrido típicamente primaveral. Los fugados mantuvieron en todo momento medio minuto de renta. Cannondale, Lotto... también intentaron perseguir. Pero fue imposible.

El pavé fue protagonista de la etapa flamenca | Fuente: Dieter Vanderlinden
El pavé fue protagonista de la etapa flamenca | Fuente: Dieter Vanderlinden

Solo quedaba el Lipphovenstraat y el grupo de cabeza lo supo aprovechar. Más que el grupo, dos hombres. Vandenberg puso una marcha más sobre el duro adoquín de Lipphoven y solo Devenyns pudo seguirle. Por detrás, los Cannondale intentaron saltar del pelotón pero ya era tarde. El ataque de Slagter y Van Baarle no iba a valer para dar caza. Por más que Etixx se empeñara en una extraña persecución -tenían a Vandenbergh en cabeza-, la victoria estaba delante pues, entre el grupo principal y la cabeza de carrera, había ya un minuto, a solo siete kilómetros para la línea de meta.

Como decimos, con la victoria por delante, el pescado no estaba del todo vendido. El grupo perseguidor asomaba en la caza de Vandenbergh y Devenyns. A cinco kilómetros para el final les cazaban y los nueve volvían a juntarse. Volvieron las suspicacias, las insinuaciones, los ataques... Todos se miraban y nadie quería tirar más de la cuenta. Gestos, miradas, quejas, explicaciones... Tanto Topsport como IAM llevaban dos corredores y eran ellos los que debían coger la responsabilidad, y no un impetuoso Vandenbergh.

Hollestein, Vandenbergh y la autoridad de Devenyns

Ahí que arrancó Hollestein a falta de tres kilómetros para intentar endurecer la carrera y buscar la doble baza de la formación suiza. El propio Hollestein debía intentarlo desde lejos mientras que Devenyns podría ser una buena baza más cerca de la meta. Pero, como decíamos, el primero en buscar el triunfo de verdad, fue un impetuoso Vandenbergh, que arrancó a falta de un kilómetro y cien metros para el final. Reaccionó Hollestein trabajando para su compañero Devenyns pero el de Etixx es un caballo muy rápido y fuerte. Tenía apenas cinco metros pero podían ser suficientes.

Devenyns es nuevo líder de la carrera | Fuente: Dieter Vanderlinden
Devenyns es nuevo líder de la carrera | Fuente: Dieter Vanderlinden

Ya en los últimos 500 metros, Devenyns saltó hacia Vandenbergh. Le alcanzó con inusitada facilidad. De nuevo ellos dos, como kilómetros atrás. Mano a mano. Pero el de IAM se impuso con autoridad. Arrancó y el de Etixx apenas hizo amago de seguirle. Levantó los brazos Devenyns por segunda vez este año para vencer en Flandes y ponerse líder. Además, el belga picaba un segundo a sus perseguidores. Segundo finalmente fue Planckaert y tercero entró Vandenbergh.

El grupo principal, encabezado por Theuns y con los Terpstra, Boom, Slagter o Chavanel, entró a 40 segundos junto con Wout Van Aert, que había perdido el liderato en favor del vencedor de la etapa, Dries Devenyns. En la apretada general, apenas veinte segundos separan a los seis primeros -Devenyns, Hollestein, Vandenbergh, Chernetski, Planckaert y Gasparotto-. Benoot está a 23'' y el resto de grandes favoritos se encuentran a más 40 segundos -Theuns, Terpstra, Boom, Chavanel-.

Y mañana...

Pero ojo porque todavía no hay nada decidido. Mañana jornada reina de la carrera en las cotas de Valonia. En el entorno de Lieja se disputará esta tercera etapa de la Vuelta a Bélgica. Un total de ocho cotas (por cuatro de ellas se pasará en dos ocasiones) componen esta jornada con salida y meta en Verviers, de 207 kilómetros. Entre ellas, la Redoute puede ser un buen juez de la carrera.

Clasificaciones tras la segunda etapa

Vídeo | Los últimos kilómetros