En la presente edición del Tour de Francia han sobrado los ciclistas conservadores y han faltado sobre todo los valientes que probaran ataques lejanos, pero mostrando un paso adelante en su madurez como corredor personal y profesional, Romain Bardet ha demostrado que en los futuros años puede ganar una 'Gran Vuelta'. No solo tuvo el honor de ser el primer francés que gana en la presente edición del Tour de Francia, sino que además ascendió hasta el segundo puesto de la clasificación general, quedando a 4:11 de Chris Froome, pero teniendo dieciséis segundos de ventaja sobre el colombiano Nairo Quintana, el tercer clasificado, y 35 con respecto al británico Adam Yates, el cuarto, quien le podría quitar el podio. La gloria en los Campos Elíseos está a la vuelta de la esquina para el jefe de filas del AG2R La Mondiale.

"Ahora la consagración será terminar en el podio de París, pero las diferencias son mínimas, mañana voy preparado para sufrir pero también sé que no va a ser fácil para nadie"

Jornada redonda para Bardet, gran fan del ciclismo que practica Alberto Contador, emuló al español lanzando un lejano ataque que le permitió llevarse un fabuloso triunfo de etapa. "Estoy en una nube, qué bonito es el ciclismo de instinto, es una locura, Mikael Chérel ha estado increible, no he tenido que hacer nada, no estaba previsto pero justo antes del último descenso me ha dicho 'vamos a tope y ya veremos lo que pasa'. Hemos conseguido abrir un hueco y llegar hasta Costa, lo conozco bien y me ha decepcionado un poco el hecho de que no quisiera implicarse en ningún relevo, a diferencia del Dauphiné, he asumido mis responsabilidades y he corrido pensando única y exclusivamente en la general, al final ha funcionado y encima me he llevado la victoria de etapa. Es maravilloso, porque estaba un poco frustrado por no haber podido disputar la victoria de etapa hasta ahora, en los últimos kilómetros iba a buen ritmo y sabía que a los demás les costaría neutralizarme", comentó ante los medios de comunicación.

Para terminar, Romain Bardet quedó totalmente agradecido al público francés por su apoyo en los kilómetros finales, teniendo claro el galo que tendrá que luchar en la penúltima etapa para mantener el podio del Tour. "He podido saborear un momento único, con el apoyo del público que no solo gritaba mi nombre, sino que lo había escrito también en la carretera. Ahora la consagración será terminar en el podio de París, pero las diferencias son mínimas, mañana voy preparado para sufrir pero también sé que no va a ser fácil para nadie", concluyó.