En la salida de Mont Sant-Michel parecía que iba a ser el Tour de Francia más complicado para Chris Froome. Sus dos principales rivales, Alberto Contador y Nairo Quintana se habían preparado a conciencia para la ronda gala y los resultados de la temporada así lo atestiguaban. También los resultados del inglés le colocaban con la vitola de máximo favorito, el gran duelo de la temporada estaba listo y en el mejor escenario posible.

23 días después demostraron que Froome era el mejor y no solo por llegar vestido de amarillo a París, si no por la forma de conseguirlo. Si en sus anteriores triunfos en Francia había sufrido las 'embestidas' finales de Nairo Quintana en los Alpes, esta vez no ha dado opción al colombiano... ni a ninguno otro.

Ha dominado los 'tempos' de la carrera con un todopoderoso equipo y ha sentenciado la carrera cómo y cuando ha querido, como el gran campeón que es situándose con tres triunfos a la altura de Greg Lemond, Philippe Thijs y Louison Bobet y a la caza del 'club de los cinco', formado por Jacques Anquetil, Eddy Merckx, Bernard Hinault y Miguel Indurain.

Descensos y abanicos

Tras un primera semana sin contratiempos llegó la primera etapa de montaña en la que se esperaba la estrategia de Sky, asestando el golpe a la carrera. Sin embargo, el 'mazazo' vino en el descenso y no en el ascenso como todos esperaban.

Su peculiar estilo bajando el Peyresourde le valió para vestirse de amarillo

Acusado de ser débil en los descensos, el inglés de origen keniata demostró en el Peyresourde su 'habilidad' en el descenso. Era la primera etapa de montaña y Froome atacó justo en la cima y se lanzó en un descenso frenético. Con una exotico estilo pero efectivo, asestó su primer golpe a la carrera. Fue mas psicológico que en tiempo pero ya metió el miedo en el cuerpo a unos rivales que ya no se lo quitaron de encima.

Un exotico estilo | Fuente: Team Sky Twitter
Un exotico estilo | Fuente: Team Sky Twitter

El siguiente punto importante fue en la etapa del Mont Ventoux pero un día camino de Montpellier antes Froome mostró su ambición. Junto con Peter Sagan provocaron un abanico en los últimos kilómetros para que el eslovaco se llevará al etapa y Froome conseguía una pequeña ventaja. De nuevo, volvía a sorprender y se le veía muy metido en carrera aprovechando cualquier oportunidad.

Aprovechó cualquier oportunidad para distanciar a sus rivales | Foto: Team Sky
Aprovechó cualquier oportunidad para distanciar a sus rivales | Foto: Team Sky

El 'espectáculo' del Ventoux

La imagen del Tour: Froome corriendo a pie por el Mont Ventoux

Al día siguiente llegó el momento más delicado de Froome. La historia es bien conocida: masiva afluencia de público que obliga a la moto a frenar y Porte, Mollema y Froome se van al suelo. La bicicleta de Froome está rota y víctima del nerviosismo y de que el coche está lejos se pone a correr a pie hacia la meta. Al final toma una bicicleta del coche neutro para llegar con cierta desventaja en meta.

Una imagen que dio la vuelta al mundo | Foto: Team Sky
Una imagen que dio la vuelta al mundo | Foto: Team Sky

La 'carrera' podría costarle la expulsión del Tour. Tras más de una hora de deliberación Froome mantendría el amarillo al darle en meta el mismo tiempo que Mollema. La imagen de Froome corriendo hacia meta será una de las imágenes de la historia del ciclismo.

Dueño total de la carrera

Enrabietado tras el 'espectáculo' del Mont Ventoux, la crono del día siguiente fue donde realizó su primer golpe real a la carrera. Segundo en la etapa pero diferencias con sus rivales en más de un minuto y con Nairo Quintana ya a tres minutos en la general.

Los Alpes demostraron la superioridad del inglés

Los Alpes mostraron el poderío de Froome y de su equipo que prácticamente bloquearon la carrera dada su superioridad respecto a los demás equipos. En la cronoescalada de 17 kilómetros dio un auténtico recital para llevarse la etapa y dejando ya la general vista para sentencia a pesar de quedar todavía dos etapas alpinas donde solo la lluvia, que le provocó una caída, le puso en algún aprieto.

El apoy odel equipo fue fundamental para llevarse el Tour | Foto: Team Sky
El apoy odel equipo fue fundamental para llevarse el Tour | Foto: Team Sky

Apoyado en un esplendido equipo, Froome solo ha necesitado de dos exhibiciones para poder llevarse el Tour con una tranquilidad pasmosa. Sus rivales han sido  ni siquiera incapaces de ponerle nervioso en los 21 días de competición, ha sido su Tour mas 'tranquilo' que no fácil.

Cariño por el maillot amarillo

Resulta cuanto menos curioso que Chris Froome tenga predilección por el maillot amarillo. Hay que remontarse a la Vuelta a Andalucía de 2015 para no verle de amarillo o con el maillot de Sky. Dauphiné, Romandía o Critérium Internacional son algunas pruebas en las que se ha vestido de amarillo. En el Tour es el quinto ciclista con más días vestido con la preciada prenda con 44 días. Visto el dominio de esta edición y a sus 31 años, no parece que esta cifra sea definitiva.