La décima ya está aquí, la última etapa antes del primer día de descanso será el broche de oro a un primer bloque de La Vuelta que no ha dejado indiferente a nadie. Este broche se corresponde a una de las subidas más míticas de la ronda española, los Lagos de Covadonga, con 12,2 km al 7,2% de desnivel. Una etapa en la que el español David de la Cruz (Etixx) partirá como nuevo líder de la general, por delante de Nairo Quintana (Movistar), tras conseguir imponerse en el Alto del Naranco.
Con la mirada al final
Una jornada larga, de 186,6 kilómetros con salida en Lugones y dirección al coloso del día. Una etapa que no parará en ningún. Los cazaetapas quieren colocar su nombre al lado del polaco Przemyslaw Niemiec, que fue el úlltimo valiente que coronó en primera posición la cima del gran coloso; por lo que ciclistas de la talla de un incombustible Luís León Sánchez (Astana), Mathias Frank (IAM) o Pierre Rolland (Cannondale) harán todo lo posible por conformar una fuga de camino a los Lagos.
Poco más de 130 km de sube y baja, aunque sin mucha dificultad aparente, hasta entrar en el primer puerto de la etapa. El Alto del Mirador del Fito, de primera categoría y con 6,2 km de ascensión al 7.8%. Una subida que será la encargada de romper la carrera y hacer mella en las piernas de los ciclistas que más flojos lleguen al final de este primer bloque.
Una dura ascensión, que unida al terreno rompepiernas que precede al Alto del Mirador del Fito. Todo esto dejará mella en las piernas de los ciclistas, lo que dejará a los más flojos a punto de caramelo para que Covadonga les atice un golpe decisivo para la general.
Grande entre los grandes
El momento más esperado por todos llega tras pasar el sprint intermedio de Cangas de Onís. Acto seguido irrumpe con fuerza la primera de las rampas de los Lagos de Covadonga, sin dejar tiempo a que se acomoden, casi tres kilómetros infernales que superan en algunos tramos el 10% e incluso mucho más.
Sin embargo, lo más duro llega tras pasar un pequeño descansillo. El sector de más entidad llega de la mano de la gran temida, La Huesera. Prácticamente con un promedio del 10%, es el tramo donde los que aún tengan fuerzas deberán de romper la carrera. Tras este infierno para los ciclistas, se adentrarán en un pequeño intervalo escalonado, con pequeños descansillos y duros repechos que acabarán con los que lleguen más flojos a la parte final. Finalmente, un rápido y complicado descenso que dirije a los corredores entre los lagos que dan nombre a la ascensión, para afrontar la última y decisiva rampa.
Conocido para todos
Muchos de los protagonistas de esta edición ya se las han visto con este puerto. Uno de los principales favoritos, Nairo Quintana (Movistar), ya demostró que las esperanzas que ciclismo colombiano habían depositado en él estaban bien enfundadas. En su primera grande realizó una de esas subidas que dejan huella, y su recuerdo de esta ascensión puede ser ese punto de más que necesita para distanciar a sus rivales. No obstante, no se puede olvidar a su compatriota Esteban Chaves (Orica), que va de menos a más en esta edición, y puede dar la sopresa en un final que le viene como anillo al dedo.
Llevan tantas vueltas en sus piernas que ya conocen esta ascensión cómo si fuesen las palmas de sus manos. Samuel Sánchez (BMC), Alejandro Valverde (Movistar) y Alberto Contador (Tinkoff) saben como tratar a este gigante, y la posibilidad de introducir su nombre en la lista de ganadores es un premio que no van a dejar escapar.
Otro de los que se adapta a la perfección a los Lagos es el triple campeón del Tour de Francia. Chris Froome (Sky), tiene una predilección por este tipo de puertos y quiere demostrar que se adapta a más carreteras que las francesas, por lo que el paso por Covadonga es la mejor forma de hacer gala de su gran poderío.
La apuesta de VAVEL
***Nairo Quintana
**Chris Froome
*Alejandro Valverde
Outsider: Samuel Sánchez